Mauro, un usuario de la red social Twitter, hizo algo sencillo y accesible para cualquiera que interactúa con las redes a diario y le preguntó a la IA “Grok” cuantos robots submarinos de los que usó el CONICET en el cañón de Mar del Plata podría comprar el país si se reactivaran impuestos que el presidente Javier Milei le quitó a los sectores de altos ingresos.
El usuario extrajo datos más que interesantes que revelan por qué el ajuste de Javier Milei al sistema científico es más político que fiscal.
Mauro, empezó a interpelar a la IA de la red social Twitter y le preguntó cuántos ROV SuBastian (el robot alquilado por el CONICET para realizar la inmersión submarina en Mar del Plata que vió todo el país) podría comprar el país con lo que Argentina deja de recaudar por las retenciones al agro o por la condonación de impuestos a Mercado Libre, por nombrar algunas excenciones a empresarios desde el poder político que generan gran impacto fiscal en la recaudación publica y que al sector privado no le mueve la aguja.
“Hola! La reducción de retenciones agrícolas por Milei implica una pérdida anual de recaudación estimada en 1.200 millones de USD (0,2% del PBI, según IDESA y analistas). Con eso, se podrían comprar aprox. 240 ROVs como el SuBastian (a 5M USD cada uno). ¿Perspectiva interesante?”, le contestó el bot de la red social al ser interpelado por el usuario quien además le preguntó por el equivalente de la reducción de impuestos a los bienes personales de lujo de la clase alta, el préstamo del FMI, las excenciones a Mercado Libre o las retenciones al agro.
El usuario extrajo datos más que interesantes que revelan por qué el ajuste de Javier Milei al sistema científico es más político que fiscal.
¿No hay plata?
La pregunta del usuario generó un ida y vuelta más que interesante porque marca que el “no hay plata” libertario es más político que administrativo y que se configura como un discurso para convencer a la sociedad que “es necesario un ajuste”, pero que en lo papeles se sigue dando más beneficios a los sectores de clase alta para quitárselo a los que más necesitan o a áreas estratégicas como la ciencia y la tecnología.
El ROV SuBastian del Schmidt Ocean Institute cuesta aproximadamente 5 millones de USD (basado en costos de ROVs similares como Jason de WHOI).
Por tanto, el préstamo del FMI a Argentina en 2025 es de 20 mil millones de USD, lo que permitiría comprar unos 4.000 de ellos.
Desmantelar la ciencia para dejar contento a Galperin
El dato es más que significativo, más si se tiene en cuenta que apenas asumió Javier Milei dió de baja programas de financiamiento del sistema científico como “Equipar Ciencia” y “Construir Ciencia” , claves para la infraestructura científico tecnológica e inició el ajuste más brutal sobre el sistema científico a la vez que eliminó impuestos a los sectores de altos ingresos.
Pues bien, esos impuestos que ya no recauda el Estado podrían equipar y modernizar todo el sistema de ciencia desde los 330 laboratorios del CONICET hasta los 17 organismos científicos y universidades nacionales.
Argentina es un país dependiente tecnológicamente y no genera su propia tecnología pero si el Estado se desmarca de generar las herramientas necesarias para sostener la infraestructura tecnológica, se agrava la situación.
Así, el “no hay plata” de Milei pierde fuerza cuando se le paga con favores simbólicos a los sectores de altos ingresos al costo de vaciar la ciencia, la tecnología y destruir los salarios y los ingresos de la población.
Datos
Cada vez más lejos de los objetivos planteados por la Ley de Financiamiento de la Ciencia y Tecnología (la cual proponía llegar al año 2032 con una inversión pública del 1% del PBI en ciencia), la porción del presupuesto nacional destinado al sector a través de la Función Ciencia y Tecnología proyecta para el 2025 una caída que alcanzará el piso de 0,122% del PBI con Milei, mínimo en su historia.
La tendencia a la baja inició en diciembre de 2023 con la asunción de Javier Milei y con la suspensión de la norma aprobada en 2021 por el Congreso. Apenas asumió, el presidente argentino suspendió la aplicación de la ley, que estipulaba para 2025 una inversión estatal del 0,45% del Producto Bruto Interno.
La cifra de la caida histórica tiene como trasfondo el derrumbe de dos progrmas de inversión: “Equipar Ciencia” y “Construir Ciencia”, que eran los instrumentos con los que se proponía incrementar la inversión. Con la llegada de Javier Milei y la megadevaluación libertaria de diciembre de 2023 todos los acuerdos con proveedores que ya estaban en marcha se paralizaron porque cambiaron los valores.
A ese freno vino después la parálisis de Milei y sus funcionarios a los programas, que salieron a sembrar sospechas de corrupción y sub-ejecución para justificar el plan de ajuste al sistema científico.
45% de ajuste en dos años
La caída, se suma al 30,2% perdido en términos reales durante 2024. Así, según el Grupo Economía, Política y Ciencia del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (EPC-CIICTI) “la motosierra se encamina a recortar 45,4 puntos reales de la ciencia argentina en apenas dos años”.
El Grupo EPC-CIICTI detalló en su último informe que “junio de 2025 continúa exhibiendo la transversalidad del ajuste, que afecta a casi todos los organismos científicos, cuyo financiamiento decae notablemente cuando se mide su ejecución en 2025 con el nivel que tenían en 2023”.
“Mientras la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y la Agencia IDI continúan totalmente desarticuladas, con caídas de hasta 88 puntos en relación a 2023, se consolidó un ajuste en torno al 35-40% de caída real para la mayoría de los organismos científico-tecnológicos”, sostiene el informe.