Periferia

2 de Junio de 2020

Argentina inicia el camino para desarrollar una vacuna contra el Sars Cov 2

Es la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica. El proyecto de nueve investigadoras y un investigador de la UNSaM, recibirá financiamiento del Ministerio de Ciencia.

Uno de los 72 proyectos seleccionados en la convocatoria “Ideas Proyecto IP Covid 19”, por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, para ser financiado con cien mil dólares, es una propuesta de desarrollo de una vacuna contra el Sars Cov 2. 

Se trata de una iniciativa que ocho científicas y un científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) desarrollan en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), coordinados por la doctora Juliana Cassataro. 
  
El equipo de trabajo obtuvo un subsidio de cien mil dólares para desarrollar un proyecto vacunal contra el coronavirus, y es la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica.  

La otra iniciativa similar, en la región corresponde a Brasil, que también abrió líneas de trabajo en este sentido, financiadas por FAPESP (Fundación de Amparo a la Pesquisa del Estado de Sao Paulo). 

El trabajo de la UNSaM es coordinado por la doctora Juliana Cassataro, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) de la Universidad de San Martín (UNSAM) y especialista en inmunología, enfermedades infecciosas y desarrollo de vacunas. 

A nivel mundial se registraron unos 6 millones de casos confirmados, 365 mil muertos, 2.5 millones de recuperados y casi la totalidad de los países afectados, según datos de la Universidad Johns Hopkins.  

En este contexto, los científicos e investigadores de todo el mundo trabajan contra reloj, superando las etapas y protocolos en tiempos récord, en el desarrollo de una vacuna contra este virus, con más de 115 proyectos en curso. 

Financiamiento público 

En diálogo con el portal Infobae, la coordinadora de un grupo que reune a diez científicas y a un científico, Juliana Cassataro, explicó en qué fase se encuentra el estudio: “Estamos recién empezando, es un proyecto que nos financió la Unidad Coronavirus del MINCyT hace 15 días, somos un grupo multidisciplinario de inmunólogos, que ya veníamos trabajando en vacunas, virólogos y expertos en estructura de proteínas”. 

“Nos presentamos a la convocatoria porque ya veníamos trabajando en vacunas orales, contra enfermedades infecciosas y veníamos viendo que hay algunos grupos en el mundo que están muy adelantados y la pregunta que nos planteamos fue si valía la pena empezar algo desde acá, pero en el mundo hay cien grupos como el nuestro que recién empiezan a probar, y si efectivamente logran resultados exitosos habría que ver lo que sucede con la distribución de las vacunas, para que efectivamente lleguen a nuestro país y a todo el mundo, por eso nuestro proyecto es para probar en más o menos 9 a 12 meses lo que sería la etapa preclínica, y si tenemos buenos resultados ahí tendremos que conseguir mucho más financiamiento para comenzar la etapa clínica”, agregó la viróloga. 
 
En estos momentos, el proyecto de los científicos argentinos se encuentra en una fase de estudios preclínicos. “Ahora estamos en la parte en la que los especialistas virólogos y de estructura de proteínas se encuentran eligiendo cuáles son las partes del virus (SARS-CoV-2) que se van a usar en la vacuna, porque nos queremos asegurar que tenga los antígenos de la cepa que circula en nuestra región”, precisó Cassataro. 

Respecto a cómo seguirá el proceso en ese punto, la investigadora manifestó: “Allí lo probaremos con diferentes adyuvantes o formulaciones en ratones para ver la inmunogenicidad, y ver cual de todos los que probamos da la respuesta que buscamos, que es encontrar anticuerpos neutralizantes del virus”. 
 
En el equipo que lidera Juliana Cassataro se encuentran 10 científicos, los investigadores Karina Pasquevich, Lorena Coria, Diego Álvarez, Eliana Castro, Claudia Filomatori y Lucía Chemes y becarios Celeste Pueblas, Laura Darriba, Laura Bruno y Eugenia Bardossay (Gentileza Juliana Cassataro)  

“Lo que vamos a desarrollar es una fórmula de vacunas a subunidad, con proteínas recombinantes, como la que se da contra la Hepatitis B, pero vamos a probar también con adyuvantes conocidos como los que se dan contra la influenza estacional y también probaremos unos compuestos que tenemos patentados con el CONICET y UNSAM que mejoran la administración oral, probaremos las dos cosas, es decir la vía oral y parentenal -se aplica por vía intramuscular o a través de la piel (subcutánea)- y la que funcione mejor y además sea más económica en cuanto a su producción y facilidad de administración es la que vamos a seguir”, detalló la especialista en inmunología. 

Respecto a si es posible, entre tanto, implementar la inmunidad de rebaño, Cassataro dijo: “Lamentablemente, por lo que sabemos de trabajos publicados por investigadores franceses, la inmunidad de rebaño no está sucediendo. Por ejemplo, en Francia y España, países que tuvieron alrededor de 27 mil muertos cada uno, sólo el 5% de la población tiene inmunidad, con lo cual, para llegar al 60%, 65% que se necesitaría para lograr la inmunidad de rebaño, es muy peligroso pensar en eso, y todos los países que abrieron sus cuarentenas tuvieron que volver a cerrarlas”. 

La Ciencia y la Salud, derechos humanos 

El propio Roberto Salvarezza, actual titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestó que “hay un tema de fondo en el desarrollo científico mundial, que es saber cómo compartimos el desarrollo científico. Desde 1949 el acceso a las tecnologías científicas es considerado un derecho humano, como la salud o la educación. Uno mira el tema de la vacuna como un desarrollo científico en el que puede haber una patente detrás de su aparición. Pero también está el tema del acceso universal a un desarrollo tecnológico que debe ser compartido a las grandes empresas con capacidad de producción”. 

“Si hay solo un país, un solo productor de vacuna, ¿cuánto tiempo se va a tardar en distribuirla a todos? Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los países, se debe abordar el tema”, consideró Salvarezza.  

“Tenemos que compartir esa patente y que todas las farmacéuticas la obtengan para poder volver a poner en movimiento al mundo. Esta crisis mundial nos pone a todos en un lugar más pobre. La vacuna del coronavirus tiene que ser una oportunidad para discutir patentes”, dijo Salvarezza.  

“Esto nos lleva a otros temas de salud, como los medicamentos contra el cáncer o el HIV y su costo enorme. Hay que humanizar el acceso a los medicamentos y a las vacunas, porque en definitiva es el acceso a la salud?, le dijo el ministro al portal Infobae. 
 
Para el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, “la vacuna del coronavirus tiene que ser un lugar y una oportunidad para discutir el tema de las patentes. Que nos lleva a otros temas de salud como los medicamentos contra el cáncer o HIV y su costo enorme que tienen”.  

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