Un grupo de científicos cordobeses consiguieron atacar células cancerígenas del sistema nervioso central utilizando nanopartículas. Se trata de un método que permite atravesar la barrera protectora hematoencefálica, debido a la escala con la que trabajan los investigadores.
El procedimiento permitió pruebas con éxito en cultivos in vitro de glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más comunes y letales.
La nanotecnología se desenvuelve generando materiales, medicamentos o bien aplicaciones en una escala muy pequeña (un nanómetro es la millonésima parte de un centímetro), y esa es una de las claves del procedimiento de las pruebas que en otras dimensiones no podría llevarse a cabo.
Las nanopartículas, explican los investigadores, son cuerpos 10 mil veces más pequeños que un cabello, actúan con alta precisión y no provocan los efectos secundarios nocivos de las terapias actuales.
Es que, al trabajar en esa escala, es posible evitar tratamientos en los que los fármacos atacan las células cancerígenas a través del circuito sanguíneo, provocando los “efectos secundarios” de las drogas utilizadas en otros órganos.
La quimioterapia es uno de los tratamientos en el que los nanotecnólogos se enfocan, para evitar que el ataque a las células cancerígenas de nuestro cuerpo impacte en efectos colaterales.
A través de este procedimiento y el desarrollo de esta tecnología hoy se crean materiales “nano” que atraviesan, por ejemplo, la porosidad de la piel y que en un futuro próximo podría hacer que el cáncer se ataque con uso de cremas.
Nanopartículas que se activan con luz
Los investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) desarrollaron nanopartículas “fototerapéuticas” y las probaron con éxito en cultivos in vitro de tumores cerebrales.
Las mismas fueron diseñadas por los científicos con plásticos especiales, conocidos como “polímeros conjugados”, y pueden cumplir distintas funciones.
Una de ellas es reconocer proteínas que las guiarán hasta el tumor y, una vez allí, activarse ?a través de luz aplicada desde el exterior- para destruir las células enfermas.
El glioblastoma multiforme (GBM) es el tumor cerebral más común y letal. Hasta ahora, la cirugía de extirpación es el tratamiento principal con el que cuenta la medicina oncológica para intentar una cura, mientras que otros tratamientos conocidos sólo son útiles de manera complementaria.
Los estudios médicos revelan que éste es uno de los tipos de cáncer que menos responde a la quimioterapia.
Con la ayuda de la nanotecnología, esto podría cambiar porque podría utilizarse para atravesar la barrera protectora hematoencefálica que posee el cerebro y que detiene cualquier sustancia extraña que pueda llegar por el torrente sanguíneo.
Esa barrera es tan eficiente que hasta la quimioterapia encuentra en ella un escollo para atacar el tumor.
Monocitos
Los científicos cordobeses descubrieron, sin embargo, que los monocitos, un tipo de célula que elabora la médula ósea, pueden traspasar esos límites biológicos.
Entonces, el desafío de los investigadores locales es introducir en los monocitos las nanopartículas terapéuticas para llegar al tumor cerebral y atacarlo.
El doctor Luis Ibarra, investigador del Conicet y docente del Departamento de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC, es quien está llevando adelante este estudio con la dirección de los doctores Rodrigo Palacios y Viviana Rivarola, y la participación del doctor Carlos Chesta, del Departamento de Química.
“La combinación de luz, de drogas que absorban esa luz y de oxígeno produce reacciones químicas que dañan o matan el tumor”, precisó el doctor Ibarra.