El secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Fabián Mohamed, anunció que este año se entregará la totalidad del dinero correspondiente a los subsidios de investigación en ciencia y técnica como una “manera de ganarle a la inflación”.
Los subsidios suman a 3,5 millones de pesos distribuidos entre los 220 proyectos que posee la UNSL y que sostienen distintas líneas de investigación, informó a la Agencia Nacional de Noticias Télam.
Mohamed destacó que la UNSL tiene sus cuentas “saneadas”, por lo que los investigadores pueden recibir los subsidios completos o por partidas, según cada caso, cuando lo necesitan en vez de esperar a septiembre u octubre.
Mohamed aclaró que si bien las partidas destinadas a los 220 proyectos que pertenecen a las unidades académicas de la UNSL han sido entregadas cada año, “los montos no han sido actualizados de acuerdo a la inflación” y esto “si bien nos ha perjudicado” les ha permitido que cada proyecto “continúe funcionando” con dificultades pero “manteniéndose vigentes”.
Un contexto presupuestario asfixiante
La decisión de las autoridades de la UNSL le dan respiro a un sistema científico altamente impactado por el ahogo presupuestario que el Gobierno nacional de Mauricio Macri está aplicando a la investigación, la ciencia y la tecnología en casi la totalidad de sus organismos y centros de investigación.
“En el CONICET están faltando 4.300 millones, 20% menos de millones de pesos constantes a precios 2019, comparando con el 2015” manifestó Jorge Aliaga, Físico, investigador y ex Secretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia (ex MINCyT) durante el último encuentro de directores y directoras de 240 institutos de investigación de CONICET.
El propio Fernando Peirano, ex Subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, economista y asesor en innovación y desarrollo tecnológico del precandidato a presidente por el peronismo, Alberto Fernández, consultado por este medio estimó que “en el presupuesto 2019 ya planteábamos que el sistema científico y tecnológico estaba perdiendo seis mil millones de pesos, por lo que, con esta dinámica inflacionaria y del dólar esa cifra seguro se ha extendido a más de siete mil”.
En el Cabildo Abierto, realizado la última semana de mayo, con datos y cuadros estadísticos indicaron que si el año pasado el Estado Nacional hubiera invertido en ciencia y técnica la misma fracción del PBI que en 2015, tendría que haber sumado 18.000 millones de pesos al presupuesto destinado, que fue de 33.000 millones, con lo que “el ajuste le quitó al CONICET un presupuesto completo”.
A la situación presupuestaria generalizada, se suma, además, que los sucesivos cambios en el llamado a convocatoria a Investigador de CONICET (CIC) provocaron “un retraso por lo menos de medio año” sobre una situación salarial “crítica”.
Los peores salarios de Latinoamérica
Durante el “Cabildo Abierto por la ciencia” los investigadores también remarcaron la dura situación en que se encuentran los salarios.
En ese sentido, indicaron que los salarios de los científicos argentinos son “los peores de Latinoamérica”, mientras que la remuneraciones de los becarios doctorales y post doctorales están por debajo de la línea de pobreza y no hacen “más que alentar el éxodo”, al igual que el personal administrativo y técnico.
Los directores de los institutos advirtieron que “la fuga es muy sensible entre los becarios”, porque son las nuevas generaciones de recursos humanos y es donde “se rompe el sistema”.
Pero la asfixia presupuestaria y los problemas para desarrollar la investigación no se limitan a CONICET, porque organismos científicos como el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto de Tecnología Industrial (INTI), el SENASA y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA), entre otros, están experimentando despidos, desinversión y “reformas estructurales” que reconfiguran sus funciones internas con el objetivo de desregularizar controles.
En el caso del INTI y el SENASA esas reformas se tradujeron, de hecho, en despidos masivos.