El gobierno de Javier Milei decidió nombrar a un abogado con cero experiencia en el sector nuclear en la gerencia general de la empresa estatal que produce y abastece el combustible que necesitan las centrales nucleares nacionales para funcionar. Federico Ramos Nápoli, hasta ahora secretario de Karina Milei en el sector de comunicación digital, pegó el salto desde la Secretaría General de la Presidencia, al sector de energía atómica, un área en el que es clave la presencia de personal experto en formación y experiencia. Nada de lo que tiene Ramos Nápoli.
El año pasado, el diputado nacional, Damián Arabia, se preguntaba: “Que alguien me diga ´¿Qué carajos es Dioxitek?´”, en medio del ajuste que iniciaba el gobierno de Javier Milei. A esa empresa es donde el gobierno del que forma parte envió a un abogado sin experiencia con un sueldo astronómico. Antes de llegar a la Casa Rosada, la trayectoria de Ramos Nápoli era ser amigo del troll libertario Juan Doe.
Nota: Damián Arabia: “Que alguien me diga que carajos es Dioxitek”
La decisión tiene tintes de escándalo, teniendo en cuenta que es una de las empresas del complejo nuclear más importantes del país. Dioxitek, la sociedad anónima del Estado nacional que fabrica componentes de uranio para las centrales de Embalse y Atucha, es una compañía con altísimo agregado de valor.
Usualmente es conducida por expertos del sector nuclear, no sólo por formación, sino por experiencia de trabajo en el sector. Es que Dioxitek es una empresa del complejo científico y tecnológico de nuestro país, que produce polvo de dióxido de uranio y fuentes selladas de Cobalto 60. El polvo de uranio se usa para fabricar elementos combustibles que abastecen a las centrales nucleares.
Ramos Nápoli no tiene ni experiencia ni formación, pero fue puesto al frente por el gobierno de La Libertad Avanza por ser abogado libertario y en su nuevo puesto, que asumió en diciembre, gana 6,5 millones de pesos por mes.
No hay plata para investigar, pero si para Nápoli
La decisión del gobierno de Javier Milei es para reemplazar a quien fue presidente de la compañía hasta el 31 de diciembre del año pasado, Federico Ariel Moreira. Desde el sitio web de Dioxitek aún no cambiaron el organigrama en su sitio web, pero la medida sí se hizo efectiva: https://dioxitek.com.ar/autoridades
El joven Ramos Nápoli se especializa en “derecho y economía”, “derecho administrativo y corporativo” y “nuevas tecnologías”. Su capacidad no está en tela de juicio; su experticia en cuestiones vinculadas a la energía atómica, sí. Es un letrado recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero hace años que debe su tesis de maestría, que jamás presentó: de hecho, en su perfil de LinkedIn señala que el curso ya está “completado”, sin embargo, el trabajo final será presentado “en los primeros meses de 2023”. Semejante demora académica no le impidió acceder a uno de los puestos que mayor capacitación –en el área– requieren: una de las empresas del complejo de energía atómica del Estasdo.
Dioxitek
El perfil de Ramos Nápoli: https://www.linkedin.com/in/federico-ramos-napoli-4a4599187/?originalSubdomain=ar
Dioxitek SA es actualmente de propiedad compartida entre la Secretaría de Energía de la Nación (51%), la Comisión Nacional de Energía Atómica (48%) y el gobierno de la provincia de Mendoza (1%). Su historia se remonta al primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando cuando se creó la CNEA y, en 1950, comenzó a realizar tareas sistemáticas de reconocimiento, prospección y evaluación de los recursos uraníferos existentes en el país. Cumplida la primer tarea clave, con participación de la Universidad Nacional de Cuyo se comenzó a trabajar en la metodología para concentrar el mineral hasta alcanzar un producto de valor comercial. Los laboratorios de la CNEA junto a la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral sentaron las bases de la hidrometalurgia del uranio, lo que proyectó a la Argentina entre los pocos países del mundo que comenzaron a desarrollar conocimiento y utilización de la energía nuclear, con fines pacíficos.
La planta industrial de Alta Córdoba entró en operaciones en 1982, y una década y media después se hizo cargo Dioxitek SA, que había sido creada en 1996.
En 2007 Dioxitek susbribió un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional (Facultad Regional Córdoba) para estudiar la localización de una nueva planta de producción de dióxido de uranio: coincidía con la puesta en marcha de la Central Presidente Néstor Kirchner (ex Atucha II) y la modernización y refuncionalización de la Central Nuclear Embalse.
Una empresa estratégica
Hoy en el sitio web de la empresa se destaca que Dioxitek genera polvo de dióxido de uranio y produce fuentes selladas de Cobalto 60. Y explica: “El polvo de dióxido de uranio es utilizado para producir elementos combustibles que abastecen centrales nucleares que generan electricidad para millones de habitantes. Por su parte, las fuentes selladas se utilizan para preservar alimentos, esterilizar insumos quirúrgicos para medicina, tratar residuos hospitalarios patogénicos y enfermedades cancerígenas”.
Sin embargo, por Dioxitek también pasó la motosierra: por caso, sus instalaciones en Formosa sólo quedaron con personal mínimo de seguridad, y el año pasado la administración libertaria despidió a 36 trabajadores técnicos. Y con el parate de obra pública quedó con cuantiosas deudas con sus contratistas y el proyecto de la nueva planta de producción de dióxido de uranio paralizado.
Ramos Nápoli
En sus antecedentes el funcionario Ramos Nápoli cuenta con experiencia en la Casa de la Moneda, y en asesorías para la AFIP (hoy ARCA) y el Banco Central. Nada relacionado con la energía nuclear. Y menos en su puesto inmediatamente anterior: al menos desde mayo de 2024 se desempeñó como asesor de comunicación digital dentro de la Secretaría General de la Presidencia que comanda la hermana del presidente Javier Milei. Allí, el abogado indagó en tareas como “redacción de escritos”, “revisión de documentación legal” y “análisis de riesgos comunicacionales”. Su incorporación al equipo coincide con el del troll libertario Juan Carreira, más conocido como “Juan Doe”, quien se encarga de la comunicación en el gobierno nacional.
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