Aun año de su llegada a Casa Rosada, Javier Milei volvió a destacar que hicieron “el ajuste más grande en la historia de la humanidad”. Esto supuso recortar el gasto público a niveles mínimos en distintas dependencias, pero hubo algunas que perdieron más que otras. Qué paso en ciencia y tecnología.
El dato surgió de un informe fiscal presentado por el Centro de Economía Política (CEPA) que dirige el economista, Hernán Letcher, en el que analizaron los ingresos y gastos del sector público nacional.
98,2% de sub-ejecución
Según las cifras, entre enero y noviembre de 2024 el gobierno de Javier Milei sub-ejecutó los fondos de la Secretaría de Ciencia y Tecnología en un 98,2% si se lo compara con el mismo período del año anterior.
Prácticamente, los fondos para la cartera fueron destinados a sostener los sueldos de los funcionarios a cargo, Darío Genua (Secretario de Ciencia) y Natalia Avendaño, que hoy por ser Secretarios de Estado están ganando más de 4 millones de pesos por mes. Sin embargo, los fondos destinados a la investigación propiamente dicha y a los fondos que impulsan la actividad productiva con la actividad científica (como los FONTAR y los PICT), que es lo que impulsa focos de desarrollo a nivel nacional, están paralizados por la actual gestión libertaria.
Fuerte caída del financiamiento a la investigación
El informe destaca que en los organismos vinculados a la Ciencia y la Investigación se observan fuertes caídas. En el caso de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología estamos ante una virtual paralización con una caída del 98% del gasto. Otros organismos con fuertes ajustes en su ejecución son el programa de Promoción del Desarrollo Tecnológico y la Innovación (-66%), la Fundación Miguel Lillo (-27%), CONAE (-46%), Servicio Geológico Minero (-27%), y Servicio Meteorológico Nacional (-29%). El CONICET, organismo clave del sistema científico argentino, es ajustado en un 19% real interanual.
Desfinanciamiento de programas
Cabe destacar que este año se desfinanciaron programas de investigación que incluso ya estaban aprobados y designados, y que correspondían al Banco Interamericano de Desarrollo, que Javier Milei decidió que no se usen.
Informes del Centro CEPA:
Lo mismo sucedió con fondos públicos que iban destinados a investigar y a financiar infraestructura para construir laboratorios en universidades y mantener los centros de investigación.
De hecho, la subejecución dejó abierta la puerta para que miles de científicos y científicas comiencen a emigrar del país a aportar su capital científico a otras naciones que sí aprovechan el conocimiento científico.
Las cifras son claves si se tiene en cuenta, además, la suspensión de programas como el “Equipar Ciencia” y el “Construir Ciencia” y el incumplimiento de la Ley de Financiamiento de Ciencia, la cual proponía un incremento escalonado de los fondos públicos para el área de ciencia y tecnología hasta alcanzar el 1% del PBI en 2031.
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