A través de una durísima carta documento, la Universidad de Buenos Aires (UBA) intimó al gobierno nacional a que cumpla con el mantenimiento de uno de los edificios de última generación que funciona en Ciudad Universitaria y que durante el último año sufrió graves daños arquitectónicos y de seguridad, producto del desfinanciamiento decidido por Javier Milei hacia las universidades públicas.
Ajuste a un edificio emblema de la UBA
El gobierno de Milei ataca con la asfixia presupuestaria a todas las universidades, incluso a aquellas que son un emblema del desarrollo. El edificio Cero+Infinito, tiene un “pabellón inteligente” inaugurado en el año del Bicentenario en la Facultad de Ciencias Exactas en la que trabajan más de 3000 investigadores y estudiantes. Diseñado por el arquitecto Rafael Viñoly, la construcción tiene 17.200 metros cuadrados, y es uno de los edificios universitarios más modernos de América Latina.
Desarrollado con concepto ecológico, Cero+Infinito tiene más de 8700 metros cuadrados de techo verde y luz natural en todos sus ambientes. En el área perimetral externa de la planta baja se desarrollaron las aulas. Las áreas restantes, erigidas alrededor de dos patios, están destinadas a salas de reuniones, de servidores, bibliotecas, bares y áreas de lectura. El nuevo edificio cuenta con 10 laboratorios de computación, con capacidad para 50 máquinas cada uno, 19 aulas de docencia con capacidad para 60 alumnos cada una con sillas o mesas móviles, adaptables a las diversas modalidades de enseñanza y 5 aulas de seminarios en forma de anfiteatro para 100 personas cada una.
En el primer piso se organizaron 56 oficinas para los equipos de investigación que se alojarán allí: los departamentos de Computación y de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, los institutos de Cálculo UBA-Conicet y Ciencias de la Computación UBA-Conicet y el Centro Interinstitucional en Ciencia de Datos, de doble pertenencia UBA- Ministerio de Ciencia y Tecnología, que fue creado recientemente.
Cero + Infinito, interior del nuevo edificio de la UBA
Cero+Infinito debe su nombre a la forma de sus patios abiertos, que evocan al número cero y al símbolo infinito. El diseño del proyecto fue donado por Viñoly, arquitecto graduado en la UBA, y de proyección internacional. Entre sus diseños más conocidos en la región se cuentan el Museo Fortabat, en Puerto Madero, y el puente circular de la Laguna Garzón, en Uruguay. Alrededor del mundo Viñoly ha proyectado y concretado edificios monumentales para distintos destinos, desde universitarios hasta aeropuertos.
Emblema
Cero+Infinito es una muestra emblemática de todo lo que se puede lograr cuando hay continuidad en el apoyo a la ciencia. La obra se licitó en 2015 y fue sostenida y desarrollada durante los sucesivos gobiernos, hasta la llegada de Javier Milei.
Rafael Viñoly, quien donó el diseño del proyecto. También se contó con el aporte y el compromiso Sebastián Ceria, matemático graduado en la UBA y doctor en Matemática Aplicada en la Universidad Carnegie Mellon, el impulso de la Universidad de Buenos Aires y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y que contó con el financiamiento de la CAF Banco de Desarrollo de América Latina.