Argentina avanza con proyectos propios de generación de imágenes desde el espacio y de transmisión de datos satelitales, que le permiten sentarse a la mesa grande internacional de la carrera aeroespacial. Es claro que en esa mesa descollan un puñado de países, y otros se suman a las nuevas tendencias ajustados a las posibilidades económicas, productivas, científicas y tecnológicas propias.
Décadas atrás la carrera aeroespacial estaba monopolizada por el sector militar y los Estados. Sin embargo, hoy eso cambió y el sector privado genera sus desarrollos.
La transmisión de datos IoT, la geodesia, y hasta la producción de imágenes desde el espacio abrieron nuevos mercados internacionales. Los gobiernos, pero también sectores como el agro requieren conocer la salinidad de suelos para ver dónde sembrar o conocer las posibilidades de catástrofes climáticas y ambientales. Sin embargo, también son centrales los datos sobre contaminación del parque automotor, imágenes sobre el comercio marítimo internacional, problemas con buques en sus viajes a la Antártida o el seguimiento de incendios. Esa información es clave para conocer como proceder ante emergencias, catástrofes o, simplemente, contingencias.
En el país hay Pymes, universidades, centros de investigación y organismos comprometidos en esos desarrollos. Proyectos como los de la Universidad Nacional de La Plata, la UNSaM, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional de Misiones junto a la empresa FANIoT, son algunos de los casos.
Desde el sector privado se dan los casos de Iron Space, Innova Space, FANSat y Satellogic, como los más emblemáticos.
Los pequeños satélites como CubeSat han revolucionado la industria del espacio por su simplicidad, estandarización y eficiencia en costes en relación a su diseño y la escalabilidad de su producción. Estos aspectos han abierto nuevas oportunidades de negocio, despertando el interés de pequeñas empresas con intereses comerciales en Europa como Open Cosmos, Planet, Satellogic, Sateliot o GomSpace.
Se trata de satélites con una complejidad tecnológica más accesible que la que demandan los grandes satélites de observación de la Tierra (como el SAOCOM) o de Telecomunicaciones (como el ARSAT).
Datos al alcance de todos
Gracias a los avances tecnológicos, la propiedad de los datos captados por los satélites ya no está sólo en manos militares y de los gobiernos. Ahora también participa la empresa privada; es lo que se ha dado en llamar new space y que ha dado pie a la comercialización de los datos a unos precios accesibles para las pequeñas y medianas empresas.
La entrada de nuevos jugadores dentro de la industria del espacio puede mejorar la accesibilidad y asequibilidad de los datos (imágenes, internet, etcétera) que estas empresas proveen no solo a la sociedad sino también a diferentes sectores económicos. Por ejemplo, a la agricultura para mejorar el rendimiento de los cultivos o identificar fugas a las empresas industriales para paliar el impacto medioambiental.
Resiliencia
El surgimiento de nuevas empresas dentro del sector espacial va a fomentar un entorno más competitivo y promover la adopción de nuevos modelos de negocio y tecnologías.
Las empresas tradicionales se van a ver obligadas a adaptarse y reinventarse para seguir siendo relevantes frente a estas iniciativas disruptivas. Esto nos lleva a la creación de nuevos modelos de negocio como son:
Proveedores a escala global de internet vía satélite o la integración vertical del servicio satelital, desde su fabricación hasta el análisis de los datos recogidos.
Nuevos canales de ingresos basados en la percepción del cliente sobre el valor de los servicios ofrecidos: paga por el valor percibido, (pay what you want, PWYW).
La gestión de proyectos mediante la metodología Agile (que permite actuar en entornos flexibles), la automatización de los procesos y el cloud-computing para reducir los costes, mejorar el acceso a estos servicios y permitir la democratización del espacio ultraterrestre.
Aunque el desarrollo tecnológico viene antes que los cambios normativos, la mayoría de los gobiernos están empezando a crear nuevas leyes y regulaciones para abordar la ciberseguridad, la protección de datos y la integración con tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial, cuestiones presentes en el desarrollo de los nuevos modelos de negocio espaciales.
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