La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) en Arroyito atraviesa un panorama de incertidumbre. A fines de este mes vence el contrato firmado entre Neuquén y Nación para su reactivación. Entre potenciales prórrogas, y manifiestos de interés para adquirir su producción, aún no hay definiciones, lo que preocupa a los trabajadores hoy dedicados a su mantenimiento y vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el futuro de la planta de agua pesada más grande del mundo.
El acuerdo, firmado por el entonces ministro de Economía Sergio Massa, referentes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI) se compone de dos partes: la conservación, y el acondicionamiento y la puesta en marcha. Celebrado en mayo del 2023, establecía un plazo de 24 meses para concretarlo.
Nación mantiene la PIAP con fondos mínimos
La firma, en la que habían participado el gobernador electo Rolando Figueroa y el exgobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez, se había establecido una inversión del Tesoro Nacional de más de 20.000 millones de pesos, administrada por la CNEA.
Pasado este periodo, y a pocos días de su finalización, solo se llevaron a cabo las tareas de mantenimiento en línea con el alcance de las partidas que envía Nación. Están a cargo de unos 120 empleados, quienes advirtieron que los fondos alcanzan solo para cubrir trabajos básicos.
Con el cambio de gobierno a fines de 2023, las partidas destinadas a la conservación «varias veces no alcanzaban para comprar repuestos simples«, expresó Nicolás Ventura, delegado de ATE PIAP en diálogo con “Energía On”.

Demoras para pagar salarios
A este factor, se le suma la tardanza en los envíos, lo que también impacta en la fecha de cobro de los salarios. «Al día de hoy no tenemos certeza si llegan para cubrir mínimamente los sueldos. Esto nos preocupa hoy teniendo contrato y, obviamente, después del vencimiento nos preocupa más», indicó Ventura.
La actividad de la planta se paralizó en 2017, bajo la gestión del presidente Mauricio Macri. En un inicio, se planteó como una parada programada de mantenimiento, pero no se volvió a reactivar. Según señalaron desde CNEA, fue por que ya no hubo demanda. En ese entonces, los trabajadores comenzaron a percibir el salario en cuotas.
Hoy la situación se vuelve a repetir. Esta semana recibieron un anticipo, sin la certeza de cuándo cobrarán la totalidad. Los trabajadores se reunieron ayer con el ministro de Planificación, Modernización e Innovación de Neuquén, Rubén Etcheverry y dialogaron sobre la incertidumbre de las partidas. Estas deben ser enviadas desde el Tesoro Nacional; llegan a CNEA y desde allí se envían a la Provincia.
La PIAP es la planta de agua pesada más grande del mundo, con capacidad para producir hasta 200 toneladas anuales en sus dos líneas. Al haberse desactivado, se importan unas 15 toneladas anuales de este insumo para moderar y refrigerar reactores nucleares en las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse.

Planta de agua pesada: se negocia la prórroga para el mantenimiento
En los últimos meses, los delegados de la Junta Interna de ATE PIAP mantuvieron encuentros con el presidente de CNEA, Germán Guido Lavalle y con el ministro Etcheverry. En cada reunión, hablaron sobre una posible prórroga y los avances en potenciales contratos con tres empresas interesadas en adquirir agua pesada o amoniaco.
Consultado por este medio, el ministro afirmó que están en negociaciones la prórroga por seis meses, hasta octubre. Por el momento, el diálogo está avanzado, pero es una definición que depende de CNEA y Nación. «Estos tiempos se siguen demorando y estamos llegando a la finalización de contrato sin una certeza de qué va a pasar», comentó Ventura.
El año pasado se definió una prórroga del Presupuesto nacional 2023 hacia el 2025. En él, se establece un envío que ronda los 1.000 millones de pesos para la planta. Con este dato, desde la Junta Interna argumentan que el contrato debería extenderse hasta fin de año, ya que hay un monto establecido que debe llegar a la planta.
Ayer «se lo planteamos al ministro (Etcheverry), quien se comprometió a hablar con el presidente de CNEA para extender la prórroga hasta fin de año», indicó el referente. «No tendrían la razón de no firmar un contrato por lo que resta de este año por el traslado del presupuesto, donde se contemplan estas partidas», agregó.
Plantean que se podría firmar una extensión de este contrato y modificar en caso de confirmarse algún acuerdo para la compra de agua pesada o amoniaco. «Nos preocupa no tener contrato porque no hay una obligación explícita de Nación de enviar el dinero. La CNEA quiere un acuerdo de palabra, pero con Provincia coincidimos en tenerlo firmado», expresó.
«La CNEA quiere un acuerdo de palabra, pero con Provincia coincidimos en tenerlo firmado. Tenemos que garantizar que durante todo este año se siga la tarea de acondicionamiento, si no, corre riesgo la planta y los trabajadores», advirtió Ventura.
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