Silvina Batakis asume hoy como flamante Ministra de Economía de la Nación, y desde el sector de Ciencia y Tecnología esperan conocer los primeros pasos y definiciones de quien fue titular de la misma cartera durante la gestión bonaerense de Daniel Scioli.
Sin dudas es un Ministerio clave el de Economía para cualquiera de las iniciativas que se quieran movilizar desde Ciencia y Tecnología. Es que todos los caminos, en términos de los recursos disponibles, conducen hacia allí. Es por eso que resulta clave conocer cuál es la lectura que la nueva titular de la cartera tiene sobre un sector que se alista para tener un rol clave en los proyectos de desarrollo en vigencia, desde el área satelital, energías, litio, cannabis, medio ambiente, salarios, entre otras cuestiones.
Ciencia y Técnica es un sector particular, que depende en un 70% del financiamiento público. Cualquier atisbo de crecimiento obliga a mirar al Ministerio de Economía, que es la cartera que toma la última decisión.
Ley de Financiamiento, con Guzmán
Desde 2019, en Ciencia y Tecnología se avanzó con iniciativas históricas y vertebrales del sistema, como es la Ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia, cuyo avance y aprobación en el Congreso (en febrero de 2021) responde al aval que el ex ministro, Martín Guzmán, le dio desde el Ministerio de Economía.
Es que, cuando la iniciativa estaba en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados esperando dictamen, el propio titular de la cartera de Economía validó su aprobación, que tuvo unanimidad en la Comisión y, luego, en el recinto, para pasar al Senado.
Ese aval, hizo que, meses mas tarde, el Senado convierta en Ley el proyecto de la legisladora Claudia Bernazza (FdT) y de José Luis Riccardo (UCR-JxC), y que hoy obliga al Ejecutivo a incrementar de manera escalonada el presupuesto público en ciencia y tecnología hasta alcanzar el 1% del PBI, en 2031.
La mirada sobre el rol que cumple la ciencia y la tecnología del ex titular de la cartera económica no estaba aislada dentro del Gobierno, desde ya, sino que respondía a una coyuntura que se replica en el Poder Ejecutivo.
Tanto el presidente Alberto Fernández, como el propio Martín Guzmán, se encargaron de destacar, en el inicio de las sesiones legislativas de este año, que el Fondo Monetario Internacional pidió que se sostenga la inversión en el área de ciencia y tecnología, y por ello, el Gobierno respetaría el escalonamiento pautado por la Ley.
Sin Convenio, también con Guzmán
Sin lugar a dudas, el aval político es clave, en este caso para hacer avanzar un proyecto nodal como la Ley de Financiamiento, pero también lo es para que no avance una iniciativa histórica, que también viene reclamándose desde Ciencia y Técnica: el Convenio Colectivo sectorial para CONICET.
El convenio fue impulsado por el sector de ciencia y técnica que busca “desenganchar” la paritaria de los trabajadores del CONICET de la negociación de los trabajadores de la administración pública. Ni bien asumió Alberto Fernández, el debate, empujado por las altas tasas de inflación dejadas por el gobierno de Mauricio Macri, y la pérdida acumulada del salario del sector, se metió en la agenda del Ministerio de Ciencia.
Viento a favor, pero no tanto
En ese momento, en el Directorio del organismo, en palabras de la propia presidenta del CONICET, Ana Franchi, y en la consideración del propio Roberto Salvarezza, entonces titular de la cartera científica, abundaban los posicionamientos a favor de que se valide el convenio colectivo sectorial, para que los investigadores y personal de apoyo discutieran por sí mismos sus propias condiciones de trabajo, y las escalas salariales correspondientes.
El pedido recaló en la Oficina de Gestión y Empleo Público de la Nación, a cargo de Ana Castellani. Sin embargo, la iniciativa no pasó de allí, justamente por el frenopuesto en el Ministerio de Economía. La decisión estuvo marcada por la erogación pública que implica habilitar un convenio de estas características, según consideraron desde la Asociación de Trabajadores del Estado. Ello, a pesar de que existen ya otros organismos de ciencia y tecnología, como la Comisión Nacional de Energía Atómica, que posee convenio colectivo propio.
Ahora, la renuncia de Guzmán abrió interrogantes sobre el fino equilibrio que, por el momento, garantiza que se respete el crecimiento del presupuesto de Ciencia y Tecnología. La definición estará atada a las primeras consideraciones que ofrezca la nueva ministra. Por el momento, apenas se registran consideraciones generales en sus etapas previas como funcionaria bonaerense y nacional.
¿Quién es Silvina Batakis?
Batakis tiene una sólida formación académica. Se licenció en Economía en la Universidad Nacional de La Plata en 1994. Hizo un posgrado en Ambiente, Economía y Sociedad, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO. Es magíster en Economía ambiental, por la Universidad de York, en Inglaterra, y magíster en Finanzas Públicas Provinciales y Municipales, por la UNLP. En 2016 se doctoró en Desarrollo Económico en la Universidad de Quilmes. Le sobran certificados de posgrados, congresos y seminarios. Trabaja en territorio bonaerense desde 1992.
Es docente de Economía Ambiental en la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Tiene varios libros publicados. El último es una coautoría titulada Re-enfocando las Finanzas Públicas. Reflexiones sobre el quehacer argentino (Universidad Nacional de Avellaneda, 2020) y el anterior, Las finanzas públicas de la Provincia (Siglo XXI y Universidad Nacional de Quilmes, 2019).
Ciencia y Técnica, para la nueva ministra
En 2020, Batakis participó, en Catamarca, del encuentro “I+D La clave del desarrollo”, donde dejó algunas definiciones. Junto a la ministra de Ciencia e Innovación Tecnológica catamarqueña, Eugenia Rosales Matienzo, sostuvo que “tenemos que planificar qué tipo de país queremos a futuro. La Argentina que estamos trabajando es una Argentina federal, es una Argentina que piensa en el desarrollo del interior”.
Asimismo, hace un año, en un encuentro de la Mesa del Litio, en la que participaron los gobernadores del NOA, Batakis, quien se desempeñaba en el cargo de Secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, firmó una declaración conjunta para darle prioridad en la explotación del mineral a proveedores de servicios mineros locales de la región Noroeste. Servicios que, claro, son colaterales al rol industrial principal que tiene el litio, que es la exploración y la extracción del mineral.
Su relación con los gobernadores del NOA, quienes se posicionan en contra de la nacionalización del mineral (lo que redundaría en mayor impacto en el área de ciencia y tecnología, además del sistema productivo), es buena.
De hecho, la propia Batakis, sostiene que en el gobierno nacional “no hay voluntad para que avancen los proyectos de nacionalización del mineral”.
En la firma de la declaración, sin embargo, Batakis destacó que “las tres provincias manifestaron en el acta la voluntad de incorporar a los ministerios de Interior, Desarrollo Productivo y Ciencia y Tecnología a formar parte de la mesa, confiriéndole aún más institucionalidad al espacio”.