El presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia
I+D+i), Fernando Peirano, aseguró que la recuperación del sistema de ciencia argentino “está consolidada” y que éste “creció y se transformó”,
sobre todo en materia de “federalización”.
Al brindar un balance de su gestión que comenzó en 2019, Peirano destacó ante Télam: “Teníamos un mandato electoral de volver a poner de pie al
sistema de ciencia y hoy esa recuperación está consolidada y se ha avanzado más allá de la recuperación. Hoy hay un sistema que creció y se transformó, en especial, desde una perspectiva de federalización”.
“Antes no había ministerio, la Agencia había perdido todos los instrumentos vinculados a pymes. En la administración anterior se consideró que las
pymes argentinas no tenían la capacidad de desarrollar tecnología, no se las apoyaba porque se descreía en ellas y eso es un cambio conceptual”,
agregó el funcionario desde la oficina que ocupa en el Polo Científico Tecnológico, ubicado en el barrio porteño de Palermo.
“En América Latina somos el país que tenemos la plataforma de investigación y desarrollo (I+D) más amplia de todas: con 1200 investigadores cada millón de habitantes”
Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i
Y destacó que el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, “está llevando adelante dos programas muy importantes sin antecedentes parecidos”: Construir Ciencia y Equipar Ciencia; y “hay más de 100 obras en marcha y una inversión muy grande en nuevos equipamientos“
La Agencia I+D+i, organismo con autarquía administrativa y funcional en la órbita del MINCyT, tiene como objetivo promover la investigación científica, la generación de conocimiento y la innovación productiva de la Argentina, para mejorar su perfil productivo y la calidad de vida de la
población; y diseña e implementa instrumentos de promoción orientados en distintas temáticas, sectores y beneficiarios, con distintos fondos de
financiamiento.
9 mil proyectos
En la actualidad, la Agencia tiene 9000 proyectos, de los cuales 6000 se vinculan a ciencia básica aplicada, y más de 3000 a desarrollo tecnológico.
En iniciativas de desarrollo tecnológico participan 1700 pymes y cooperativas, “una novedad”, porque “antes de 2019, las cooperativas no eran consideradas parte del sistema de innovación”, precisó Peirano.
En ese sentido, resaltó como hito que “en estos cuatro años, vamos a completar transferencias por más de 120.000 millones de pesos”, una
financiación que permitió a pymes argentinas “hacer de la innovación el corazón de su negocio” y “convertir pesos en dólares en el país, porque
muchas inversiones en conocimiento empiezan en pesos pero terminan convirtiéndose en una nueva exportación”, explicó.
El sistema de Ciencia y Tecnología, hoy
El sistema de ciencia argentino cuenta con 2000 graduados de doctorados por año, 800 ingresos al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (Conicet), carreras de investigación apoyadas por el Estado, detalló.
“En América Latina somos el país que tenemos la plataforma de investigación y desarrollo (I+D) más amplia de todas: con 1200 investigadores cada millón de habitantes”, aseguró el funcionario. Y, el segundo país en importancia es Brasil con 800, le sigue México con 500, añadió.
Además, el sistema argentino es “diverso” y “en todos los temas relevantes hay uno o más grupos de investigación trabajando hace años”, destacó
Peirano, lo que genera “un semillero estupendo” que apunta a la resolución de problemas específicos.
En ese sentido, “el proyecto más emblemático” fue el desarrollo y producción de la vacuna argentina frente al Covid, la Arvac Cecilia
Grierson, un proyecto que viene de la ciencia, la industria y luego a las aplicaciones en salud; también se refirió a la historia de la pyme
productora de toallas, que buscando que esas toallas no generen mal olor, alcanzaron una estrategia para neutralizar las bacterias generadas por la
humedad con las perlas de cobre y plata y esa tecnología se aplicó a los barbijos durante la pandemia.
“Es una muy buena historia de cómo una pyme con iniciativa puede avanzar. No necesitás ser Google para estar en innovación”, reflexionó Peirano.
Hoy, la Agencia aborda cinco temas prioritarios: salud, alimentos, producción verde, transición energética y transición digital.
“Tenemos un gobierno que consolidó la política de presupuesto -con la aplicación de la ley de financiamiento plurianual de la CyT-, que expresa una continuidad de esta política en el tiempo y en frente una alternativa que quiere ir en un camino contrario al desarrollo”.
Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i
Transición digital
En cuanto a la transición digital, “estamos abriendo un capítulo muy potente con Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos”, puntualizó
Peirano, lo que implicó, primero, “reconocer qué capacidades ya tenemos -en el país- y podemos potenciar”.
“En Argentina tenemos capacidades en el antes y el después del ChatGPT. Hace tiempo que Argentina es un actor reconocido en el diseño y
optimización de algoritmos (…) y queremos armar 10 grandes proyectos de inteligencia artificial y ciencia de datos con las universidades argentinas
y el sistema científico argentino”, anunció el funcionario, al plantear que la inteligencia artificial “si la hacemos con conocimiento argentino
orientado por las necesidades argentinas, nos puede ayudar a tener mejor salud y educación” en el país.
En ese aspecto, definió que “tenemos que aplicar la ciencia de datos con nuevos desafíos que se combinen con otros saberes: logística, temas de
salud y educación”, al tiempo que indicó que desde la Agencia realizaron una experiencia piloto en salud al digitalizar historias clínicas de tres
hospitales del conurbano bonaerense, lo cual, por ejemplo, permite advertir una intensificación de consultas que puedan significar el comienzo de una
epidemia o puede ayudar a anticipar una enfermedad que comienza con situaciones agudas y después se vuelve crónica.
Vocaciones científicas
Por otra parte, Peirano llamó a “despertar vocaciones científicas” e intensificar la formación. “Vemos en el conocimiento y en la educación el vehículo del ascenso social.
Si nosotros nos queremos apoyar en algo para progresar está la paradoja de que lo más sólido que tenemos para apoyarnos es un intangible: la educación y el conocimiento. La economía del conocimiento genera 8.000 millones de dólares de exportación, y es el tercer sector de exportación de
intangibles”, enfatizó.
Lo que viene
Y sobre el futuro próximo de la ciencia respecto a las próximas elecciones, concluyó que “tenemos un gobierno que consolidó la política de presupuesto -con la aplicación de la ley de financiamiento plurianual de la CyT-, que expresa una continuidad de esta política en el tiempo y en frente una alternativa que quiere ir en un camino contrario al desarrollo. El contraste es grande y, si toda la definición pasara por CyT, no hay duda de cuál es la opción que a la mayoría de los argentinos/as les conviene”, concluyó.
Testimonios: Ornella Rapallini, para Télam.
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