Periferia

8 de Septiembre de 2025

Milei le cedió al club River un predio que es clave para la investigación sobre recursos hídricos

La cesión precaria y gratuita de 72 mil metros cuadrados del Instituto Nacional del Agua implica la pérdida de recursos estratégicos para el desarrollo educativo y tecnológico en materia hídrica.

El gobierno de Javier Milei publicó un decreto con el que autorizó la cesión precaria y gratuita de 72.222 metros cuadrados del predio del Instituto Nacional del Agua (INA) en Ezeiza al Club Atlético River Plate abrió un debate que trasciende lo deportivo. Mientras desde el club se celebra la oportunidad de ampliar la infraestructura para la formación de jóvenes futbolistas, voces del ámbito científico advierten sobre la pérdida de recursos estratégicos para el desarrollo educativo y tecnológico en materia hídrica.

El acuerdo, firmado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), se da en un contexto sensible: el INA fue recientemente degradado en su autonomía institucional y pasó a depender de la Secretaría de Obras Públicas, lo que generó alarma en la comunidad científica por el futuro de un organismo clave en la investigación y gestión de los recursos hídricos del país.

Pérdida de recursos estratégicos para investigación sobre el agua

Desde la vereda científica, Juan Carlos Bertoni, presidente del INA entre 2020 y 2023, señaló que la cesión no afectará de manera directa las tareas de investigación hídrica, pero sí implica una pérdida patrimonial relevante para el organismo: “Cercena parte de su patrimonio y le resta la posibilidad económica de encarar acciones educativas y sociales que tendrían un impacto mayor en la región que el uso deportivo por parte de un grupo relativamente más reducido y selecto”.

Bertoni recordó que durante su gestión ya se había evaluado el interés de River por esas tierras, y se había pensado en un esquema de alquiler para financiar un proyecto educativo. “La idea era destinar esos fondos a construir en el predio un colegio técnico orientado a la formación en agua potable, saneamiento y recursos hídricos, aprovechando los laboratorios del INA para servir también a la capacitación formal. Habría significado una salida laboral para jóvenes de la región y un uso alineado con la misión del Instituto”, explicó.

El ex funcionario también puso en perspectiva histórica la decisión: “En los años 90, el Gobierno ya había cedido a River la totalidad del predio donde hoy funciona River Camp, que pertenecía al INA. La sociedad ya hizo una gran contribución. En la situación económica actual, hubiese sido más recomendable obtener un monto mensual que contribuya a sostener la ciencia y la tecnología”.

La cesión del terreno en Ezeiza implica la pérdida de patrimonio para el Estado y las oportunidades educativas que se pierden.

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