La paridad entre el oficialismo y la oposición en el reparto de las bancas de la Cámara de Diputados de la Nación y las diferencias al interior de los dos principales espacios políticos traban el tratamiento de la creación de la Universidad Nacional de Pilar.
A mediados de abril, a más de un mes y medio del inicio del periodo de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados, solo funcionaron tres de las 46 comisiones de trabajo: Presupuesto, Finanzas y, ahora, Legislación General, para discutir la Ley de al alquileres. De la comisión de Educación que deberá tratar el proyecto de la Universidad no hay certezas.
En una reciente entrevista, el presidente del bloque del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, manifestó: “Ansío que en la medida en que podamos ordenar la dinámica interna de la cámara, este proyecto pueda ser llevados a la comisión, dictaminado y, en el menor tiempo posible, lo tengamos aprobado”.
De todos modos, se excusó de dar fechas tentativas. “Sería una irresponsabilidad de mi parte. En la medida en que podamos avanzar en la conformación, yo voy a impulsar que se pueda encaminar”, dijo.
Paridad
Martínez señaló que la paridad que empantana el funcionamiento de la cámara “es resultado de las elecciones con del año pasado” que determinaron que el bloque Frente de Todos tenga 118 diputados y el interbloque de Juntos por el Cambio, 116.
A principios de este mes, la situación pareció destrabarse. Fue mediante un esquema de consenso al que arribaron el oficialismo y la oposición para la conformación de las 46 comisiones que contempló para el FdT la presidencia de 23, para JxC 22 y la restante para el interbloque Federal.
Sin embargo, los nombres de diputados para integrar cada una de esas comisiones no terminaron de definirse.
La demora en la conformación de las comisiones también está dada por las diferencias internas en el seno de los bloques del oficialismo, así como por la fragmentación del interbloque de JxC, que quedó dividido en 10 bancadas.
“Ya hay distribución general e interna de las comisiones. El primer interesado en que la cámara funcione soy yo”, dijo Martínez en la entrevista con la radio local.
Pero se excusó en que “al estar tan parejo no es fácil”.
“Si trato de imponerme sin una mayoría, por convicción y por necesidad tengo que acordar, pero para eso hacen falta dos. Si agredo y descalifico al otro espacio político alejo la posibilidad de un acuerdo”, dijo, describiendo la dificultad de los procesos internos.
Largo camino
El proyecto de la Universidad fue presentado por el intendente Federico Achával en el 2020. Funcionará en el predio del instituto Carlos Pellegrini y tendrá un perfil académico enfocado a las ciencias duras y la tecnología.
Hasta ahora, recorrió ya un largo camino administrativo. El diputado Martínez recodó que la iniciativa está muy avanzada “en su análisis de prefactibilidad y ya tiene su recorrido en el Consejo Interuniversitario y el Ministerio de Educación de la Nación”.
Hacia fines de enero, el optimismo recorrió Pilar cuando el presidente Alberto Fernández incluyó a la Universidad de Pilar en el orden 16 del temario de 18 puntos presentado por el Gobierno Nacional para las sesiones extraordinarias de febrero. Estaba después de la creación de otra casa de estudios superiores, la Universidad Nacional del Delta, impulsada por el presidente de Diputados, Sergio Massa. Pero la misma situación que hoy impide el funcionamiento de las comisiones trabó entonces las sesiones y la oportunidad se perdió.
A principios de abril, Achával salió a reforzar en público el pedido para que Diputados de la nación trate el proyecto. Fue tras el anuncio de Massa de un llamado para acordar una agenda con la oposición para motorizar la tarea parlamentaria.
“Venimos trabajando desde el primer, día porque sentimos qua es necesaria la universidad para el desarrollo del distrito. Convocamos a cada uno de los referentes provinciales y nacionales para que se unan a el pedido de que haya una Universidad Nacional de Pilar”, dijo Achával.