Por Estefanía Cendón.
Periferia entrevistó al presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), perteneciente al Ministerio de Ciencia (MinCyT), quien se refirió a los resultados de la Convocatoria “Ideas Proyecto IP COVID-19”, las nuevas iniciativas impulsadas por el organismo y las reflexiones sobre el rol de la Ciencia y Tecnología argentina tras las desinversión macrista en el sector.
La convocatoria lanzada por la Agencia I+D+i obtuvo más de 900 postulaciones y actualmente se encuentra en la fase de selección de aquellos proyectos que serán aptos para recibir financiamiento.
En tiempo record, un mes después de anunciada la iniciativa, se conocerán los resultados a fines de Abril. La Agencia presidida por Peirano destinará un total de $300.000.000 entre aquellos proyectos que posibiliten dar respuestas ágiles ante la pandemia del COVID-19.
Peirano es un economista especializado en temas de innovación y desarrollo productivo (UBA); investigador de la Universidad Nacional de Quilmes y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; ex subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT 2011-2015); durante la campaña en 2019, coordinó los equipos de ciencia y tecnología del Frente de Todos y asesoró al presidente Alberto Fernández, y hoy preside la Agencia I+D+i.
Periferia: ¿Qué áreas se busca fortalecer a partir de la Convocatoria Ideas Proyecto (IP) COVID-19 y que pasos siguen desde ahora?
Fernando Peirano: La convocatoria tuvo un objetivo específico que es identificar soluciones, dispositivos y todo lo que pueda facilitar el diagnóstico, tratamiento y monitoreo de la epidemia. Buscamos aquellos proyectos que tienen una fase avanzada, que podamos acelerar en su culminación o reorientar sus objetivos a fin de atender los problemas identificados a partir del Coronavirus. La siguiente fase es la de admisión o revisión de los parámetros objetivos de estas presentaciones a ver si cumplen o no con los requisitos. Posteriormente se realiza la evaluación por parte de una Comisión Ad Hoc compuesta por 20 especialistas, personas prestigiosas que integran el sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación. Ellos serán los encargados de definir cuáles son los proyectos aprobados y, dentro de este grupo, clarificar cuáles son los más recomendados para que reciban financiamiento desde la Agencia I+D+i.
P: ¿Qué parámetros se tienen en cuenta al momento de determinar el financiamiento que recibirá cada proyecto?
FP: Los proyectos no sólo recibirán financiamiento que puede alcanzar, como máximo, los $6.000.000 por proyecto. La comisión también puede sugerir instancias de asociatividad entre dos propuestas, además del acompañamiento en términos de gestión que les brindará la Agencia I+D+i para acelerar y facilitar cualquier desarrollo. En cada caso se analiza qué es lo razonable de un aporte económico para acelerar o reorientar el proyecto. En total la Agencia dispone de $300.000.000 para soportar todas las decisiones que se tomen. Esta convocatoria trae varias novedades en términos del funcionamiento de la Agencia. La primera es haber pasado a un esquema de convocatorias donde el eje es problema-solución. La segunda novedad es lo corto del ciclo en su implementación: desde que abrimos la convocatoria hasta que tengamos los resultados pasará sólo un mes, un tiempo inferior al que se suele utilizar en la Agencia.
P: ¿En esta primera etapa de la Convocatoria fue una característica excluyente tener antecedentes de proyectos de investigación adjudicadas por la Agencia I+D+i y/o instituciones del sistema de Ciencia y Tecnología?
FP: Sí, con esta opción buscamos reorientar y acelerar los proyectos en marcha dentro del sistema. Hoy la Agencia administra más de 7.800 proyectos, por lo cual sabemos que ahí hay suficientes antecedentes como para sacar las mejores ideas y recursos de cara a esta necesidad de fortalecer las respuestas ante el coronavirus. Para el caso de esta convocatoria el foco está puesto en grupos de investigación, pymes innovadoras o emprendedores de base tecnológica que ya estaban trabajando con el apoyo del Estado.
P: ¿Bajo qué modalidad se presentan los fondos destinados a los proyectos que serán seleccionados?
FP: Es un aporte no reembolsable (ANR), un subsidio, ante proyectos que pueden ser de distinta naturaleza. Por ejemplo, el desarrollo de un equipo-dispositivo de una combinación de hardware y software, una propuesta de investigación en términos de secuenciación del virus, una propuesta de tratamiento que utilice un nuevo principio o una droga ya conocida, el desarrollo de kits de diagnóstico, etc. Es muy amplio el abanico de propuestas que recibimos ante el que priorizamos el sentido de oportunidad: si tendrá soluciones de primer orden dentro de los 60 días (lo que más nos interesa), después priorizamos los resultados a los seis meses y hasta el año, el límite que establecimos. En términos de investigación y desarrollo estos son períodos muy cortos, por eso destaco que buscamos acelerar o reorientar proyectos en marcha que puedan brindar una respuesta oportuna a la crisis que atravesamos.
P: ¿Los ANR marcan un cambio en la política de la Agencia respecto al financiamiento de las empresas durante la gestión anterior?/ ¿Habrá cambios en relación al financiamiento de las empresas?
FP: Sí, a partir de ahora se van a reestablecer los aportes no reembolsables (ANR) para Pymes. En la gestión anterior se cancelaron los ANR como forma de financiar a las empresas, dejando sólo los créditos a tasa de mercado como vía de financiamiento. El ex presidente fue quien expresó, en términos generales, que un empresario no necesitaba subsidios, sino que necesitaba créditos. Tomando como referencia estas palabras se modificó el formato de trabajo y durante la ex dirección de la Agencia fueron cancelados los ANR o subsidios a empresas. El macrismo en relación al financiamiento de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) lo que hizo fue atrasarse y dejar la deuda. Con las empresas directamente cambiaron las reglas: en 22 años de la Agencia el único gobierno que se atrevió a cancelar los ANR fue el de Macri. Las empresas habían quedado excluidas de este tipo de apoyo y ahora lo hemos reestablecido.
P: ¿Cuáles son las áreas de investigación que abordan las próximas convocatorias de la Agencia?
FP: Hemos anunciado tres nuevas convocatorias. Una convocatoria de ANR asociativos para PYMES innovadoras y una convocatoria de proyectos de investigación para que las Ciencias Sociales y las Humanidades puedan hacer su aporte en esta crisis y nos ayuden a pensar cuáles son las consecuencias presentes y futuras de lo que atravesamos. En tercer lugar también volvemos a implementar, después de más de tres años, las convocatorias para las empresas de base Científica y Tecnológica (EBT). Proyectamos que estas nuevas convocatorias estén abiertas durante el mes de Mayo. Las consideramos acciones complementarias a la ya implementada convocatoria de los IP COVID-19.
P: ¿Cómo se articula la convocatoria de los IP COVID-19 con los otros fondos de financiamiento de la Agencia como el FONTAR, FONCYT y FONARSEC?
FP: Otra de las novedades es que los tres fondos están trabajando en conjunto para analizar y luego apoyar los proyectos que emergen de la convocatoria IP COVID-19. Por los cual los IP comienzan su camino a través de este filtro de selección y luego van a continuar su ejecución en el marco de alguno de los tres fondos según la naturaleza de quien presentó la propuesta. Si es un grupo de investigación seguirá con el acompañamiento del FONCYT, si es un grupo o una empresa contará con el seguimiento del FONTAR y si es una institución pública o privada, sectorial o territorial, o una EBT tendrá el acompañamiento del FONARSEC.
Además, muchos proyectos requieren de la articulación con otras áreas del estado como es la agilidad en el proceso de compras. Esto lo desarrollamos mediante una nueva forma de articulación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que nos apoyó y permitió modificar algunos procedimientos de toma de decisión para ganar agilidad en estas acciones. Además de esta convocatoria en Mayo, también hemos ampliado el presupuesto a cuatro iniciativas que estaban en el marco de los PICT. Por ejemplo, teníamos a varios grupos de investigación trabajando en test rápidos vinculados a otros virus que les hemos permitido modificar las condiciones de su proyecto, tanto en sus objetivos como en los montos hemos reforzado el prepuesto, para que puedan tener rápidamente un resultado en relación al coronavirus. Esto posibilita la producción propia de kits de diagnóstico.
P: ¿Cómo es el trabajo con otros ministerios respecto a la Convocatoria IP COVID-19?
FP: El trabajo interministerial se da en términos de identificar cuáles son las necesidades y prioridades, por lo que se constituyeron distintas mesas de trabajo y sistemas. El Estado está logrando articularse adecuadamente. Respecto a esta convocatoria desde la Agencia I+D+i nos hemos comprometido con las provincias, en especial aquellas que tienen sistemas propios de promoción de Ciencia y Tecnología como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, para ver de qué manera se puede ampliar el apoyo a los proyectos surgidos en sus provincias y que no hayan quedado seleccionados por la Agencia. Esto es novedoso, también, ya que no hay antecedentes de articulación entre la Agencia Nacional y las agencias provinciales.
P: ¿Existe un número estipulado acerca de cuántas de esas 900 postulaciones pueden avanzar hacia la fase de evaluación?
FP: Esta etapa se encuentra actualmente en trámite. Estimo, aproximadamente, que alrededor de la mitad podrán pasar a la fase de evaluación ya que suelen presentarse dificultades para encuadrarse en los requisitos de una convocatoria de estas características, pero es un número importantísimo que nos deja un abanico amplio de opciones. Fue importante la presentación de proyectos en términos de equipos médicos, productos químicos que facilitan la prevención, test de diagnóstico, tratamientos que tienen que ver con drogas conocidas pero aplicadas de otro modo, hacer una secuenciación genética del virus para entender las características específicas de la cepa que circula en Argentina. El Instituto Malbrán dio un primer paso al respecto, pero la idea es tener un mapa más completo, con un número mayor de secuenciaciones.
Esta semana se realizará la clasificación de las propuestas en grandes rubros. Hacia el 27 de abril, un mes después de la convocatoria, tendremos los resultados.
P: ¿Se pueden sacar conclusiones parciales acerca de la actuación del Sistema de Ciencia y Tecnología frente a la pandemia?
FP: Si podemos sacar una conclusión de esto es que en Argentina tenemos un sistema muy diverso e interesante en términos de capacidades. Las políticas deben dinamizar esas capacidades para transformarlas en respuestas efectivas, reorientarlas hacia soluciones oportunas. Por ejemplo, la empresa cordobesa TECME, que produce respiradores artificiales de alta complejidad, recibió en dos ocasiones apoyo de la Agencia I+D+i. En 2011 obtuvo un beneficio para trabajar en el desarrollo de la bomba de aire que regula el respirador y en 2017 en el software que pone a punto la gestión de este equipo. Si esto no lo hacía la Agencia no es un financiamiento que hubiese puesto un banco comercial, ni una inversión que, quizás, pueda asumir una PYME por si sola.
Es necesario reconstruir un concepto distinto de soberanía, ante todo de soberanía sanitaria: preguntarnos por esas capacidades que deben depender de la Argentina y no del acceso a recursos en otros países. Hoy el modelo de globalización quedó fuertemente cuestionado por lo que es importante revisar nuestras capacidades para garantizar la salud de los argentinos, cuáles son los elementos esenciales que no se pueden regular a través del mercado sino a través de una combinación entre conocimiento y producción que nos permita dar respuestas.