Joaquín Carvalho, estudiante de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Rosario, fue elegido presidente de la FUA con el 51% de los votos. El congreso se realizó en Buenos Aires con la participación de 687 representantes estudiantiles de todo el país.
Carvalho, militante de la Franja Morada, asumirá el liderazgo de la FUA junto a Alexia Robledo como vicepresidenta. Durante el congreso se debatieron temas como el Presupuesto Universitario y la educación superior latinoamericana.
El referente de Franja Morada es cercano al rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, y sigue la tradición del reformismo universitario histórico.
De la UNR a la FUA
Es alumno de la Universidad Nacional de Rosario y fue elegido presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Joaquín Carvalho, hombre del rector de la UNR, Franco Bartolacci, resultó ganador de la elección en la que se eligió la representación gremial del estudiantado de las universidades argentinas.
“La FUA ha sido protagonista de grandes transformaciones a lo largo de sus más de 105 años de historia, desde la reforma universitaria, participando de las gestas del Cordobazo y el Rosariazo, en la recuperación democrática de la Universidad Argentina, en la defensa de la Universidad Pública en los 90 frente al menemismo, y volvió a serlo en las dos históricas marchas federales de abril y octubre del último año”, declaró Carvalho este viernes.
“Es un orgullo que se elija a la Regional Rosario para conducir el máximo órgano de representación estudiantil en un momento tan delicado, estamos listos para escribir una de las páginas más importantes de su historia”, agregó Carvalho tras ser elegido como presidente de la FUA.
Frente por la Universidad Pública
Como Bartolacci en la UNR, el radicalismo también logró ampliar su Frente por la Universidad Pública, ya que sumó el apoyo de un sector del peronismo y del Movimiento Nacional Reformista, la pata universitaria del Partido Socialista. Por eso, Agustina Polanich, también de la UNR pero militante socialista en Derecho, fue reelecta como secretaria ejecutiva de la FUA. De esa manera, alcanzaron el triunfo con el 51% de los votos. La vicepresidencia fue para Alexia Robledo, radical reformista de la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela.
Enfrente, quedó la mayoría del peronismo, partido en dos. Por un lado, el ya conocido frente Malvinas Argentinas, con el que el justicialismo había querido competir en 2022, pero terminó denunciando judicialmente maniobras proscriptivas por parte del radicalismo y ausentándose del congreso. Del otro lado, un armado con base en la provincia de Buenos Aires, llamado Movimiento Universitario del Conurbano, que reunió dirigentes de 12 casas de altos estudios bonaerenses. Malvinas Argentinas logró quedarse con dos de las secretarías.

La interna en las universidades
El del viernes por la tarde en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires fue el 32° Congreso de la FUA, que nuclea a dos millones de estudiantes de las 57 universidades públicas. Allí, tras una jornada de debates sobre presupuesto universitario, educación superior latinoamericana y la unidad del movimiento universitario, se dio paso a la elección. Pudieron votar casi 700 congresistas, quienes eligieron a los nueve miembros de la junta ejecutiva de la FUA y reafirmaron una hegemonía radical que ya lleva más de 40 años.
La selección de congresistas es algo compleja. Las universidades se dividen entre las que están normalizadas y las que no. Pisan fuerte las más antiguas, donde predomina el radicalismo reformista: la UBA, la UNR y las casas de estudio de La Plata, Litoral, Nordeste, Cuyo y Córdoba. Si bien todas tienen representación, las normalizadas tienen su propia federación y los delegados al Congreso son elegidos allí. A cada federación le corresponde una cantidad determinada de delegados de acuerdo a la cantidad de centros de estudiantes y de votantes que tuvo en la última elección.