Trabajadores del Centro Atómico y del complejo que la Comisión Nacional tiene en Pilcaniyeu (donde Argentina, en el año 1983 consiguió dominar la tecnología para el enriquecimiento de uranio clave para el desarrollo de la actividad nuclear y satelital del país) se movilizaron ayer sobre la avenida Bustillo para denunciar el ajuste presupuestario que deprimió los salarios del sector al punto de provocar renuncias permanentes de personal calificado, y también la falta de pago de servicios básicos como agua, luz y limpieza.
Con una volanteada que recibió buena acogida entre los automovilistas, alrededor de 150 trabajadores difundieron sus reclamos, con duras críticas al ajuste aplicado por el gobierno nacional.
El reclamo se da en medio del llamado “Plan Nuclear” que anunció (sin fondos) Javier Milei junto a su ex asesor, Demián Reidel, en abril de este año, pero del cual no existen novedades aún.
El hipotético proyecto del gobierno libertario, fue anunciado como parte de un plan estratégico para desarrollar (con capitales privados que nunca aparecieron) reactores modulares pequeños que alimentarían la producción mundial de Inteligencia Artificial (el uso de datos a nivel mundial comienza a exigir esa tecnología y Argentina es capaz de producirla.

Motosierra a la actividad nuclear
Sin embargo, pese a los anuncios rimbombantes, y la cancelación de proyectos como el CAREM y el RA-10 (dos reactores modulares construidos en más del 90%), el gobierno no puso un solo peso en el plan nuclear y, la situación en Bariloche es señal de que las políticas van más bien en la dirección opuesta a financiar el sector nuclear.
“Paren con la motosierra”, “salarios dignos”, “ciencia=soberanía” y “la CNEA es de todos”, decían algunos de los carteles portados por los manifestantes, que se emplazaron sobre el acceso al Centro Atómico, según graficó el medio Bariloche Opina.
El gremio ATE se sumó a la protesta, pero el protagonismo lo tuvieron los trabajadores “autoconvocados”, que se organizaron para enfrentar el achique y el desfinanciamiento del sector. Uno de ellos, Ignacio Cortés, dijo que la administración nacional aplica un “vaciamiento” en la CNEA, que se traduce no solo en salarios bajos sino en “la falta de pago de contrataciones a terceros, como servicio médico, seguridad, limpieza y transporte”.

Con el “Plan Nuclear” estratégico de Milei no alcanza para pagar la luz y el gas del Centro Atómico Bariloche
Aseguró que también adeudan facturas de luz y de gas, y que las autodiades del Centro Atómico se vieron obligadas a negociar con la CEB para que no corte la energía. Cortés refirió que en el complejo ubicado sobre kilómetro 9 de Bustillo funciona un reactor nuclear, una universidad y centro de investigación con estudiantes en actividad “los siete días de la semana”, y laboratorios con experimentos que se perderían de modo irremediable sin suministro de luz.
“Todo el sistema científico y tecnológico está siendo atacado” dijo el trabajador, que ocupa un puesto de técnico en el CAB desde hace 15 años, cobra un salario de 1.100.000 pesos y solo de alquiler debe pagar mensualmente 600 mil pesos. Aseguró que hay trabajadores que recién se inician y cobran 700 mil pesos.
Fuga de personal capacitado y especializado
Sostuvo que esa política, continuada en el tiempo, comenzó a generar una “fuga de personal, que se va al sector privado o al exterior. El Estado los formó durante años y los pierde, además de la los servicios prestados por el Centro Atómico a la industria metalmecánica y al sector nuclear en general”.
Cortés dijo que además del recorte presupuestario, los moviliza el rechazo a «todo el discurso de desprestigio” instalado por el actual gobierno sobre los científicos e investigadores. “es desperdiciar una inversión de 70 años que desarrolló la Argentina. ¿Qué le quedará al país en adelante? Solo plantar soja y comprar glifosato”.
Los manifestantes subrayaron que la crisis más acuciante es la que vive la planta de CNEA en Pilcaniyeu, donde trabajan unas 80 personas y varios dejaron de concurrir por los cortes en el transporte y el servicio médico. Cortés dijo también a modo de ejemplo que la empresa tercerizada de limpieza “cobró por última vez en abril”. Y todo indica que no renovará el contrato.
El referente de los trabajadores dijo que dependen orgánicamente del ministerio de Economía, pero que no tienen interlocutores. “Este es un gobierno que se jacta de destruir el sector y que no abre ningún diálogo”, acusó.
Seguí leyendo:
Plan nuclear neocolonial, IA y tecnofascismo: apuntes para repensar la industria nuclear pública