Periferia

1 de Diciembre de 2025

El Gobierno desmanteló un servicio del INTI que es clave para el sector hidrocarburifero

La red de laboratorios distribuidos en la Patagonia ofrecen calibraciones de instrumentos eléctricos, de proceso, caudal, flujo y dimensional a precios subsidiados por el Estado Nacional.

Mediante la Resolución 198/2025, publicada en el Boletín Oficial Nacional, el gobierno de Javier Milei anunció la disolución del Servicio Argentino de Calibración y Medición (SAC), perteneciente al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que cumplía un rol fundamental para el correcto funcionamiento de la maquinaria dedicada al sector del gas y petroleo.

Así, el Servicio Argentino de Calibración y Medición (SAC), dejará de prestar servicios a las empresas dedicadas a la industria del petróleo y gas, luego de que el Gobierno nacional decidiera dar por terminada su actividad.

La red de laboratorios que integraban este servicio nacional, ubicados principalmente en Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Neuquén, eran los únicos del SAC dedicados específicamente al sector hidrocarburífero. Estos laboratorios ofrecían calibraciones de instrumentos eléctricos, de proceso, caudal, flujo y dimensional a precios subsidiados por el Estado.

(Des) control estatal en la era Milei

El objetivo original de su creación había sido brindarle a las empresas del sector la posibilidad de mantener en correcto funcionamiento y bajo norma todos sus instrumentos, con la garantía y la seguridad de realizar sus mediciones en laboratorios cuya competencia técnica estaba acreditada. Cada uno de estos establecimientos contaba, además, con una dedicación especializada en las distintas ramas industriales que demandaba la actividad petrolera y gasífera.

A partir de ahora, toda empresa que requiera calibrar instrumentos eléctricos y de proceso, o que necesite realizar estudios de caudal, mediciones dimensionales o de flujo, deberá buscar alternativas en el sector privado que cumplan con las certificaciones nacionales e internacionales exigidas: la norma IRAM-ISO/IEC 17025:2017.

Consecuencias

La decisión debilita la capacidad pública de control en sectores sensibles y marca un retroceso para la ciencia, la industria y la calidad productiva del país.

La reacción fue inmediata en el sistema científico y productivo. Enrique Martínez, expresidente del INTI, advirtió que la decisión borra al Estado de una prestación única en Latinoamérica y que lo que se presenta como eficiencia es, en realidad, un paso atrás para la industria y la ciencia aplicada.

Problemas por el desmantelamiento del INTI

Este cambio genera una problemática adicional porque, aunque los laboratorios privados también están acreditados por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA) bajo la misma norma ISO 17025, sus certificados pueden tener otro tipo de alcance o regulación al momento de ser presentados en contextos de exportación (cruciales para Vaca Muerta en un contexto de producción diaria récord) o auditorías internacionales.

Esto podría generar demoras en operaciones o rechazos en mercados internacionales claves y con altos niveles reglamentaciones para la importación de gas y petróleo.

Además, al no contar con los subsidios estatales que tenía el INTI, el costo para la empresa será notablemente más alto al momento de pagarlos (un 30-50% o más, dependiendo del volumen de calibraciones).

Otro aspecto de costos que se deberá tener en cuenta es que menos calibraciones precisas podrían llevar a fallos en equipos, aumentando accidentes o ineficiencias en extracción, lo que impacta la seguridad y el medio ambiente.

Un servicio más caro para el sector

Las cámaras empresarias del Golfo San Jorge y de Neuquén advierten que muchas pymes podrían enfrentar dificultades para absorber estos aumentos en un contexto de tarifas dolarizadas y ajustes en los contratos de operación. En paralelo, la pérdida de los laboratorios del INTI implica la desaparición de una estructura técnica que llevaba casi cuatro décadas atendiendo a la industria energética. Los centros del SAC habían desarrollado conocimiento específico para las condiciones de operación patagónicas, desde mediciones en ambientes con hidrocarburos hasta calibraciones para equipos sometidos a bajas temperaturas y variaciones de presión.

En la Patagonia, donde más del 40 % del empleo privado depende directa o indirectamente del sector hidrocarburífero, la disolución del servicio se interpreta como un movimiento que no solo incrementará costos, sino que profundizará la dependencia del sector privado para funciones críticas. Para Vaca Muerta, la Cuenca del Golfo San Jorge y las operadoras que trabajan en Santa Cruz, esto obligará a revisar protocolos internos, ajustar presupuestos y, en algunos casos, reformular contratos de mantenimiento.

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