En el marco de la visita a la Argentina de la máxima autoridad de la Sociedad Max Planck de Alemania, Patrick Cramer, el embajador alemán en la Argentina, Dieter Lamlé, aprovechó la presencia del presidente del CONICET, Daniel Salamone, para cuestionar con dureza el brutal ajuste libertario a la ciencia de nuestro país.
En la Embajada alemana, donde se agasajó a Cramer, el funcionario diplomático aseguró que “la ciencia no es un gasto, es una inversión“, ante la mirada impávida del titular del CONICET, Daniel Salamone, quien ejecuta el ajuste más brutal del que se tenga memoria sobre el sistema de ciencia de nuestro país.

En una recepción organizada en la residencia oficial del embajador alemán, el propio Lamlé, destacó “el valor estratégico” de la ciencia” en la relación bilateral: “Nuestra cooperación científica es un pilar central. La ciencia no es un gasto, es una inversión. Y lo que se pierde hoy por desinversión no se recupera”.
Lamlé recordó los 200 años de inmigración alemana al país, desde la llegada de Karl Burmeister en el siglo XIX hasta los científicos que fundaron la primera Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. También repasó las contribuciones de naturalistas como Paul Lorentz, Alfred Stelzner y Ludwig Brackebusch.
Por su parte, el presidente del CONICET, Daniel Salamone, respondió excusandose en la pobreza del país tras pasar un momento muy incómodo.
“En tiempos de crisis económica y 57% de pobreza, la ciencia sigue siendo una herramienta de iluminación y desarrollo. El apoyo de Max Planck ha sido clave”, dijo Salamone en respuesta al funcionario diplomático.