La diputada bonaerense de la Coalición Cívica, Romina Braga, presentó un pedido de informes al Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires para esclarecer los alcances del convenio suscripto con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que tiene por objetivo reciclar baterías de litio.
“Este convenio me parece un buen paso en materia de economía circular y gestión de residuos especiales. Sin embargo, falta información clave sobre los alcances e implicaciones del proyecto”, denunció Braga sobre el convenio titulado “Evaluación tecnológica para la separación del material cátodo y ánodo de baterías ión-Li”.
Alcance
En concreto, la legisladora de la oposición solicita al Ministerio de Ambiente, que lidera Daniela Vilar, una copia del convenio y de toda la documentación asociada al proyecto, sus objetivos ambientales y científicos, de qué manera se integra en el Programa Provincial de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, sus mecanismos de control y evaluación, el impacto ambiental y social esperado, y si hay formas de cooperación con otros ministerios u organismos provinciales, municipales o del sector privado.
“El reciclaje de baterías de litio, particularmente aquellas empleadas en nuevas tecnologías y movilidad sustentable, se inscribe dentro de los desafíos ambientales más urgentes, tanto por su componente tóxico como por su potencial de recuperación de materiales estratégicos”, señaló la diputada de la Coalición Cívica.
Reciclaje de baterías
En la mañana del pasado jueves, la UNLP firmó un convenio con el Ministerio de Ambiente bonaerense para poner en marcha un proyecto de investigación sobre reciclaje de baterías de litio, que contará con la participación de la planta de producción de celdas y baterías de litio UniLib, creada en el marco de un consorcio del que participan la propia universidad junto a la empresa Y-TEC.

De acuerdo a la explicación técnica, con el acuerdo se evaluarán y determinarán posibles tecnologías de reciclaje de baterías ión-Li del tipo LFP (Óxido de litio hierro fosfato – LiFePO4). Las técnicas de recuperación de LFP, serán por medio de los procesos de lixiviación analizando la eficiencia de la separación utilizando ácidos inorgánicos y orgánicos, lo que permitirá que el litio sea recuperado como carbonato. Asimismo, se separarán láminas de aluminio y cobre, y plásticos dado que puede darse valor agregado.
UNILiB, la empresa de baterías de Litio
Vale mencionar que, nuestro país es la tercera reserva mundial de litio en el mundo (20 millones de toneladas). En ese marco, tanto Estados Unidos como China, que tienen reservas de 12 y 7 millones de toneladas respectivamente, lo compran a otras naciones como Argentina y Chile, debido a que es considerado mineral estratégico.
“Las baterías ion-Li, son ampliamente utilizadas en las últimas décadas debido a su alta densidad de energía, alto voltaje de trabajo, baja autodescarga y buen ciclo rendimiento, aunque el aumento de consumo origina un impacto ambiental que debe ser considerado. Entonces, pensar en la recuperación del Li como así también de los otros metales y componentes, debe ser considerado una acción tecnológica y ambiental estratégica”, explicaron desde la UNLP.
De la firma participaron el vicepresidente académico de la UNLP, Fernando Tauber; la vicepresidenta institucional, Andrea Varela; la ministra de Ambiente, Daniela Vilar; y el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Mauricio Erben. También estuvieron presentes el investigador a cargo del proyecto y doctor en Ciencias Químicas, Jorge Sambeth; el director del INIFTA, Félix Requejo; el secretario de Ciencia Y Técnica, Nicolás Rendtorff; y el de Extensión Universitaria, Sebastián Palma.