El presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Senado, Wado de Pedro, encabezó hoy una reunión informativa con referentes del sector, para comenzar el análisis del presupuesto 2026 en materia educativa.
El encuentro contó con la participación de referentes gremiales, de organizaciones no gubernamentales y especialistas en políticas educativas, convocados para exponer su mirada sobre el proyecto de presupuesto enviado por el gobierno de Javier Milei al Congreso.
Durante la reunión, Wado de Pedro señaló la gravedad del ajuste proyectado para el sistema educativo y advirtió que el presupuesto 2026 “profundiza el desfinanciamiento de la educación pública en todos sus niveles”. Y agregó que “defender la educación pública es defender el futuro del país. No hay desarrollo nacional ni igualdad de oportunidades si se destruye la escuela pública, la universidad y la ciencia”.
Tres instrumentos claves para la educación y la ciencia, que Milei elimina
El proyecto oficial prevé una reducción real de los fondos nacionales destinados al área, y la eliminación de los tres principales instrumentos que garantizaban el financiamiento educativo y científico del país: el Fondo Nacional de Educación Técnico Profesional, la obligación establecida en la Ley de Educación Nacional que fija el 6% del PBI como piso presupuestario para la educación, y los artículos de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que establecen el 1% del PBI como meta presupuestaria para el sector.
Wado de Pedro expresó a su vez que “la educación es el motor del desarrollo nacional, la movilidad social y la generación de oportunidades” y que afirmó que “desde el Congreso vamos a seguir insistiendo y dando todas las discusiones que hagan falta para que la educación vuelva a ser una prioridad. Defender la educación pública, la universidad y la ciencia es defender la soberanía y el futuro del país”.
Entre las personas invitadas estuvieron Sonia Alesso (CTERA), María Bielli (legisladora porteña), Walter Merkis (FATUN), Patricia Rodríguez (SADOP), Gerardo Marchesini (ex presidente del INET y actual director de la Escuela Preuniversitaria de la UNAHUR), Laura Penacca (ex coordinadora del Programa Conectar Igualdad), Martín Nistal y Víctor Volman (Argentinos por la Educación), Sandra Torlucci (rectora de la UNA), Daniel Ricci (FEDUN) y Carlos Defeo (CONADU).
Consecuencias del recorte en el Presupuesto 2026
Las y los expositores coincidieron en alertar sobre las consecuencias que tendría el recorte presupuestario en la educación técnica, la infraestructura escolar, la conectividad y la formación docente, así como en el sistema universitario y los organismos de ciencia y tecnología. También destacaron la necesidad de recuperar políticas federales que garanticen el acceso equitativo a la educación en todo el país.
El senador Wado de Pedro cerró la jornada reafirmando el compromiso del bloque de Unión por la Patria con la defensa del financiamiento educativo y del sistema público: “Cada punto que se recorta del presupuesto en educación representa un golpe a las oportunidades de millones de pibes y pibas”.
Planificiación y financiamiento, las claves para el desarrollo de la educación
Respecto del rol del Estado, Sonia Alesso afirmó que “para que la educación mejore se requieren políticas de Estado a largo plazo, la educación no se resuelve en un mandato presidencial sino que se requiere de amplísimos consensos para poder llevar adelante políticas tanto en el nivel obligatorio como en el universitario y ver sus frutos”. También agregó, “para ello hacen falta planificación y políticas públicas que antes existían principalmente a través de la Ley Nacional de Educación y de la Ley de Financiamiento Educativo, que obtuvieron amplio consenso y fueron votadas casi por unanimidad”.
Para finalizar, la rectora Torlucci hizo hincapié en que “sin educación no hay cultura” y fundamentó, “sino tenemos financiamiento ni partidas es indefectible que la calidad universitaria cae y estamos en un momento límite y crítico. Los docentes se van porque, a veces, su salario no les alcanza ni para pagarse los viáticos lo que se traduce en una falta de respeto a las políticas de Estado y a los consensos”.