A pocas horas del triunfo electoral de Javier Milei, todo indica que el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) durante su gestión será el médico veterinario, investigador del CONICET y director del Laboratorio de Biotecnología Animal de la UBA Daniel Salamone, el mayor experto en clonación de la Argentina.
Salamone nació el 21 de mayo de 1960 en María Grande, Entre Ríos, un pueblo de tres mil habitantes, pero solo vivió ahí hasta los cinco años ya que luego se mudó a la ciudad de Buenos Aires con sus padres. Tras graduarse en la UBA realizó estudios de posgrado en Canadá, Estados Unidos y Japón. Fue investigador del INTA Castelar y con el tiempo se fue transformando en el mayor especialista del país en clonación de animales para distintos fines.
En el INTA, Salamone manipulaba embriones in vitro, aspiraba los óvulos de vacas muertas y los fecundaba en el laboratorio. “Me parecía increíble tener toda la genética de un animal metida en la décima parte de un milímetro”, dijo sobre esa etapa en una nota de Clarín.
En 1996, cuando el mundo se estremeció con el nacimiento de la oveja Dolly –el primer mamífero clonado de la historia–, Salamone ya había terminado su doctorado en la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, y trabajaba en sus primeras vacas modificadas genéticamente. Con el tiempo lograría eliminarles el gen de “la vaca loca”, que produce una enfermedad neurodegenerativa que se puede transmitir a los seres humanos. Su objetivo era crear un “tambo farmacéutico”: vacas clonadas cuya leche se use como medicamento.
Las investigaciones de Salamone son el germen de los caballos clonados del polista Adolfo Cambiaso, por ejemplo. Pero su aporte más trascendente es la clonación y edición génica de animales con el objetivo de salvar vidas humanas. Vacas que dan leche maternizada y cerdos cuya piel y organos pueden ser trasplantados a humanos sin ser rechazados por el organismo.
Trayectoria
En su carrera, Salamone dio más de 140 conferencias sobre clonación y genética animal en países como Japón, Estados Unidos, Holanda, Canadá, Turquía, Brasil, Emiratos Árabes, España, Francia y Tailandia. Por sus investigaciones recibió el Premio Konex de Ciencia y Tecnología, el premio Pérez Companc, el premio INNOVAR de investigación aplicada en tres oportunidades y el INNOVAR mayor.
Según cuenta en el artículo publicado por este medio, para diseñar a sus cerdos, Salamone buscó más allá de los fondos públicos. Con una primera inversión de la Universidad de Buenos Aires, se alió a una aceleradora de negocios internacional llamada GridX, que tiene como objetivo “transformar ideas científicas en impresionantes startups”, como se detalla en su página web. Salamone y su socio Rafael Fernández Martín diseñaron la startup –como se llama a las empresas emergentes con gran proyección– New Organs Biotech S.A., con la que fabrican “órganos humanizados de cerdos”, un proyecto por el que ya recibieron más de trescientos mil dólares.
El 22 de septiembre Javier Milei, declaró en una entrevista radial que en caso de ganar la presidencia ubicaría a Daniel Salamone como director del CONICET. Pocos días antes había asegurado que eliminaría el organismo de cuajo, pero se desdijo y definió a Salamone como “el clonador nacional”.
“Ya estamos preparando un acuerdo con China para clonar perros y una empresa para clonar caballos en Uruguay. Órganos de cerdos. Es importante que la ciencia sea rentable. Y todo eso nace de una célula clonada. Una célula a la que hoy también podemos reprogramar y decirle “ahora no sos solo piel, sos un embrión”. Tenemos una caja negra entre manos. Y todavía nos falta descubrir lo que tiene adentro”, afirma el investigador.
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