Periferia

27 de Abril de 2022

El INTI y el INTA desarrollaron un calculador de huella de carbono para el trigo

Un equipo de investigadores de ambos organismos presentó la herramienta que permite conocer el impacto ambiental de toda la cadena productiva. Su importancia para la exportación.

El horizonte de exigencias internacionales sobre los productos que serán habilitados para la exportación está cambiando. Las pautas fijadas por un conjunto de acuerdos que tienen al medio ambiente como eje, apuntan a que los países controlen progresivamente la manera en que desarrollan sus productos destinados al comercio internacional.

Para registrar parte de ese camino, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentaron una “calculadora” que le permite a productores, molinos y fábricas, medir la huella de carbono del trigo.

El objetivo es conocer el impacto ambiental de toda la cadena productiva. Esta información estará disponible en códigos QR, en línea con las nuevas exigencias de los mercados y demandas de los consumidores, explicaron desde el INTI.

¿Qué se mide?

Considerada una metodología destacada a escala mundial, la huella de carbono es una herramienta de estimación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cuantificadas en emisiones de CO2 equivalente, generadas a lo largo de una cadena productiva.

Estos datos permiten conocer el impacto ambiental de una cadena, lo que habilita al diseño de estrategias de mitigación hacia procesos más amigables con el ambiente. Con esa premisa, el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN) convocó a especialistas del INTI y el INTA para generar un calculador de huella de carbono para los actores involucrados en la cadena de valor del trigo.

“Con el calculador, les dejamos a los usuarios la posibilidad de generar un diagnóstico y, como se trata una herramienta abierta, también tienen la posibilidad de ir construyendo escenarios alternativos para observar cómo varía la huella de carbono a medida que se evalúan esos cambios en parámetros como las distancias recorridas, el tipo de transporte, procedimientos, insumos, y energía utilizada, entre otros”, expresó la especialista en Ingeniería Ambiental del INTI, Leticia Tuninetti, quien encabeza el proyecto junto al coordinador de la Plataforma Huellas Ambientales del INTA, Rodolfo Bongiovanni.

Por su parte, Bongiovanni señaló: “el calculador de huella de carbono es una herramienta desarrollada en base a una serie de solapas desplegables y opciones estandarizadas, de modo tal que constituye un paquete para el usuario final que puede ser un productor, un molino o una fábrica que permite determinar el impacto ambiental”.

Norma ISO 14.067

El desarrollo se basa en las especificaciones de la Norma ISO 14.067 para ocho unidades declaradas. Es decir, se estudia el impacto ambiental de una hectárea de cultivo de trigo, de una tonelada de grano de trigo en la tranquera del campo, a la salida del acopio y en la bodega de un buque (condición FOB). Además, se estudia el impacto de un kilo de harina de trigo a la salida del molino harinero, en el puerto o cliente del molino, así como de un kilo de pasta larga seca a la salida de la fábrica de pastas y en el puerto o cliente de dicho fabricante.

“Para esto, –detalló Bongiovanni– se tuvo en cuenta el análisis de ciclo de vida, es decir, contempla el impacto ambiental desde la cuna hasta el puerto o el cliente y considera todos los insumos utilizados en los procesos productivos”. Y agregó: “El calculador se dispone a través del programa argentino carbono neutro”.

Para los productores de trigo

Esta herramienta está destinada a las entidades nucleadas en la Mesa Sectorial del Trigo del PACN que representan todos los eslabones productivos de este cereal y sus derivados, como la elaboración de harinas y pastas secas. Los usuarios también contarán con un manual de uso del calculador y otro de buenas prácticas de gestión ambiental para optimizar aquellos indicadores que generan mayor huella.

CITA: “Con el calculador, les dejamos a los usuarios la posibilidad de generar un diagnóstico y, como se trata una herramienta abierta, también tienen la posibilidad de ir construyendo escenarios alternativos para observar cómo varía la huella de carbono a medida que se evalúan esos cambios en parámetros como las distancias recorridas, el tipo de transporte, procedimientos, insumos, y energía utilizada, entre otros”, expresó la especialista en Ingeniería Ambiental del INTI, Leticia Tuninetti.

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Para su diseño, se basaron en las guías dispuestas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas y diversos parámetros para el análisis de ciclo de vida de los productos que permiten producir información transparente y contrastable sobre cada etapa productiva.

Una vez que los usuarios obtuvieron el diagnóstico de su huella de carbono y ubicaron los “hot spots” o etapas que explican la mayor cantidad de emisiones, pueden diseñar alternativas de mitigación y/o compensación sobre la base del manual de buenas prácticas de gestión ambiental, que desglosa cada instancia del ciclo y sus variadas formas de optimización sustentable.

A la hora del armado de este manual, el equipo de especialistas del INTA se centró en la etapa agrícola y los especialistas del INTI se encargaron de la etapa industrial, en la que colaboraron técnicos especializados en alimentos, gestión de residuos, energía, transporte y packaging.

Fuente: INTI.

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