El Ministerio de Defensa, a cargo de Jorge Taiana, informó que la Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín” S.A. (FAdeA) firmó una declaración de interés para la venta del avión de entrenamiento IA-100 “Malvina” a la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP). Es la primera vez que la empresa firma un compromiso de este estilo con una fuerza armada extranjera.
El IA-100 es un avión de entrenamiento militar básico, cuyo prototipo se comenzó a fabricar en FAdeA con alta participación de proveedores nacionales.
Firma
La firma de la declaración de interés -rubricada el martes pasado en la sede de la jefatura de la FAP- fue realizada por el comandante de la FAP, general Arturo Javier González Ocampo; y el vicepresidente y gerente general de FAdeA, Franco Giuggioloni. Este acuerdo fue también fruto de la estrecha colaboración de la empresa aeronáutica argentina con la Agregaduría de Defensa Argentina en Paraguay presidida por el coronel Jorge Mariano López Stanic y la Embajada Argentina en dicho país a cargo del embajador Oscar Peppo.
De esta manera el IA-100 inicia el camino para el cumplimiento de uno de los objetivos centrales que se tuvieron en cuenta cuando se decidió su desarrollo: ser un producto de exportación con una fuerte proyección en los mercados internacionales.
El FONDEF y el impacto en Ciencia y Técnica
El anuncio de interés de Paraguay en una de las naves que desarrolla FAdeA, permite vislumbrar un impacto nítido en ciencia y tecnología, y deja ver las implicancias del Fondo Nacional de la Defensa, aprobado en 2020. Es que, de allí, tanto la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM) como la Fábrica Argentina de Aviones (FADEA) acceden a disponer de recursos.
La ley que estableció el Fondef, financia, desde 2020 el desarrollo de la industria de la defensa y al tiempo que pretende reequipar las Fuerzas Armadas. Para ello se fija una alícuota de los ingresos corrientes de la administración nacional, que viene aumentando de forma gradual desde el 0.35%, hasta este año.
Modernización, compra y desarrollo
Ello impactó en los desarrollos de la Fábrica Argentina de Aviones tanto en la modernización de naves como los Hércules, la compra de helicópteros, y la construcción de unidades de prueba, además del avance de proyectos de exportación junto a empresas de alta tecnología como INVAP.
De esta forma, el Estado busca un horizonte de previsibilidad y continuidad en los proyectos de desarrollo de la industria militar y en el equipamiento.
La industria para la defensa tiene cuatro pilares: Fabricaciones Militares, los astilleros con cabeza en Tandanor y Río Santiago, FADEA y el INVAP, dedicado a tecnología de más alto nivel en investigación nuclear y aeroespacial.
Este escenario abre la posibilidad de impulsar proyectos productivos y el mantenimiento adecuado de las plantas de Villa María y Río Tercero de Fabricaciones Militares y FADEA.
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