El mayor organismo científico de México, el Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), logró reducir en un 50% las importaciones del herbicida glifosato este año, en medio de un plan del Gobierno para eliminar completamente su uso en 2024, pese al rechazo de la agroindustria local.
El Conacyt aconsejó una cuota máxima de importación de 8,26 millones de kilos de glifosato formulado y de 628.616 kilos de glifosato técnico que, dijo, es 2,6 veces más concentrado.
50%
Requirió en un informe publicado en su página de internet que los montos comunicados representan una disminución del 50% respecto al tope recomendado para el año pasado.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto a finales del 2020 que pretende prohibir completamente el herbicida para 2024, uniéndose a otros gobiernos que han esforzado en su uso. El mandatario ha calificado el producto quimico como toxico.
Maíz transgénico
El plan gubernamental es también prohibir el maíz transgénico para el consumo humano para 2024 y reemplazar las voluminosas importaciones del grano, provenientes probablemente en su totalidad de Estados Unidos, con producción local.
Sin embargo, el organismo agroindustrial más importante del país, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), ha condenado el plan, argumentando que ni el herbicida ni el maíz transgénico son dañinos para la salud y ha señalado que solo afectará la productividad del campo mexicano, además de que es imposible remplazar los millones de toneladas de maíz amarillo importado en el corto plazo.
Oposición agraria
El CNA dijo el martes que lamentó que el Conacyt no haya tomado en cuenta la opinión de los productores ni del sector y que “solo se base en opiniones sesgadas que ni protegen a la salud, ni permitan un desarrollo de la agricultura”.
“Nos preocupa que se generen mercados negros a través de estas decisiones y nos preocupa el incremento de los precios de los productos alimentarios a raíz de todo esto”, añadió.
El organismo ha dicho que el 50% del glifosato importado se aplica en cultivos de maíz y de cítricos. La excepción prevista es popular entre ecologistas y defensores de la salud alimentaria quienes argumentan que la pulverización de glifosato en los cultivos transgénicos diseñados para tolerarlos es realmente perjudicial.
