Ayer, lunes 22 de diciembre Chile inauguró su primer Centro Espacial Nacional (CEN), ubicado en la comuna de Cerrillos, en Santiago. El objetivo es el diseño, fabricación, operación y control de satélites propios, “fortaleciendo su autonomía tecnológica y su rol en la observación de la Tierra desde el espacio”.
El nuevo centro, impulsado por un trabajo conjunto entre los ministerios de Ciencia y Defensa, forma parte de la Política Espacial de Chile y consolida una visión de largo plazo para el desarrollo del conocimiento, la innovación y la seguridad estratégica del país.
El CEN
El Centro Espacial Nacional cuenta con más de 5.800 metros cuadrados de infraestructura, donde trabajarán cerca de 110 profesionales, entre personal civil y de las Fuerzas Armadas. El recinto estará abierto a la comunidad científica y tendrá capacidades únicas en el país. Entre sus principales instalaciones destacan:
Desde el Gobierno se proyecta que en este centro se construyan siete microsatélites de 23 kilos y un satélite mayor de 300 kilos, todos desarrollados por equipos chilenos.
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Uno de los focos del CEN será procesar y explotar información satelital para generar aplicaciones de alto impacto social. Así lo explicó Carolina Barrientos, cartógrafa especializada en percepción remota, quien destacó que los datos obtenidos permitirán apoyar a distintos organismos del Estado en áreas como:
La información generada por los satélites chilenos se complementará con datos de otras agencias espaciales internacionales, ampliando el alcance y la precisión de los análisis. El CEN también cumple un rol formativo: será un polo de atracción para estudiantes, investigadores y startups tecnológicas, abriendo oportunidades laborales y educativas en un sector que hasta ahora parecía exclusivo de las grandes potencias.
30 años de historia de Chile en el sector espacial
Chile tiene ya más de tres décadas de aprendizaje en el desarrollo progresivo de capacidades satelitales propias. El punto de partida fue el FASAT-Alfa, lanzado en 1995, que terminó siendo una falla. A este le siguieron el FASAT-Bravo (1998) y, posteriormente, el FASAT-Charlie (2011), también conocido como SSOT, que marcó un salto cualitativo en resolución de imágenes y en el uso de datos para gestión territorial, emergencias y planificación pública.
Posteriormente, el FASAT-Delta, lanzado en 2023, consolidó esa experiencia y dejó en evidencia una necesidad clave: contar con infraestructura nacional capaz de procesar, analizar y explotar los datos satelitales en el país, sin depender exclusivamente de plataformas externas. El CEN surge precisamente como respuesta a esa trayectoria, de una política espacial que pasó de la observación básica a la autonomía tecnológica.
Chile se integra al ecosistema espacial global
El Centro Espacial Nacional no sólo busca liderazgo interno, sino también integración internacional. Actualmente existen acuerdos de cooperación con universidades como el Politécnico de Bari y La Sapienza, en Italia, y con distintas agencias y centros de investigación espacial.
“Este centro nos permite nivelarnos con países que llevan décadas desarrollando estas capacidades, y proyectarnos hacia el futuro”, señaló Barrientos.
Además, el recinto estará conectado al Parque Bicentenario de Cerrillos y contará con espacios pensados para visitas educativas, acercando la ciencia espacial a colegios, estudiantes y la ciudadanía.
Un paso clave hacia la autonomía espacial
La inauguración del CEN representa un hito para la ciencia chilena y un avance concreto hacia la autonomía en tecnología satelital, una herramienta clave en un mundo cada vez más dependiente de la información espacial. Con esta infraestructura, Chile no sólo observa el espacio: comienza a construir su propio camino en él.