El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó la articulación entre la gestión gubernamental y la ciencia, en la estrategia que su país está llevando adelante en el marco de la pandemia.
Fue luego del documento presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el que subrayó la “estrategia agresiva” de vigiliancia epidemiológica implementada por la isla centroamericana.
Mediante un artículo científico, el mandatario ponderó la relación estrecha entre gestión gubernamental y la ciencia en la estrategia cubana de enfrentamiento a la Covid-19.
La isla, que cuenta con 2262 casos confirmados de coronavirus y 84 muertes debido a la enfermedad, según los datos públicos al 16 de junio de 2020, tenía 1500 casos confirmados el 29 de abril, con 61 fallecidos, con diez mil personas aisladas como método de prevención.
Es decir, que entre mayo y junio aumentó en 762, el número de contagios confirmados por coronavirus, en la isla.
Estrategia “agresiva” contra la pandemia
En abril eran casi 10.000 las que se encontraban personas bajo aislamiento para verificar si estaban contagiadas y evitar que propaguen el virus y durante los primeros 45 días desde el primer contagio confirmado, Cuba realizó 802 pruebas de coronavirus en promedio por día.
Desde el inicio, Cuba alistó a brigadas de estudiantes de Medicina y Odontología que recorren la isla con el objetivo de encontrar nuevos posibles contagios.
Este modelo de vigilancia epidemiológica es considerado por entidades como la Organización Panamericana de Salud como una “estrategia agresiva” para frenar la pandemia que muestra resultados favorables.
Cuba no solo adecuó centros de salud para recibir a miles de personas que puedan portar el virus, sino que también fueron instalados hospitales de campaña en unidades educativas, predios universitarios y otras instalaciones en toda la isla.
Estas dependencias están reservadas principalmente para los sospechosos que tuvieron contacto con pacientes confirmados, mientras los casos de contagio se encuentran en otros centros clínicos.
Pese al aumento masivo de la capacidad hospitalaria, desde La Habana, donde se concentra la mayor cantidad de pacientes, se han reportado denuncias de personas que tuvieron que acudir a dos o tres centros de aislamiento antes de poder aislarse debido a la falta de camas.
“Escenario favorable”
El representante de la OPS en Cuba, José Moya, aseguró que “según las proyecciones hechas, la curva (de contagios) en Cuba se encuentra en un escenario favorable, pero eso no significa que el tema ya esté controlado. Faltan unas semanas más de esfuerzo hasta aplanar la curva”, indicó a BBC Mundo.
Además, en la isla son tres los medicamentos utilizados una vez que se confirma un contagio: el antirretroviral Kaletra, el inmunomodulador conocido como cloriquina y el Interferon Alfa 2b, que es un antiviral elaborado con tecnología cubana.
Desde la aparición de los primeros casos de la covid-19 en la isla, el Ministerio de Salud Pública ha resaltado que la inclusión del Interferón Alfa 2b en los protocolos de tratamiento muestra resultados positivos.
Este fármaco, según publicó la agencia AFP a mediados marzo, es producido en Cuba y en China por una empresa de ambos países, aunque todavía se investiga la eficiencia de su uso en pacientes con covid-19.
Brigadas de estudiantes
Pero, además de los aislamientos y los fármacos, existen brigadas de estudiantes de medicina y odontología que recorren desde hace semanas las calles de la isla con el objetivo de encontrar nuevos posibles contagios.
Son las llamadas “pesquisas casa por casa”, que son fortalecidas con una aplicación para teléfonos móviles llamada el Pesquisador virtual, desde la que un cubano con acceso a internet puede reportar que presenta síntomas de contagio.
Fue entre el 20 de marzo y el 1 de abril, que la isla cerró sus fronteras y gestionó la salida de decenas de miles de turistas que en ese momento se encontraban allí. El 70% de los cubanos adultos trabajan para el Estado y no han dejado de percibir ingresos (Cuba tiene uno de los salarios mínimos más bajos de la región).
Sin embargo, según estimaciones, al menos 500.000 personas son cuentapropistas o emprendedores, entre los cuales muchos ahora padecen el congelamiento de diferentes actividades en la isla. Pero, además, desde mediados de marzo, Cuba suspendió eventos masivos como conciertos y luego cerró escuelas y universidades por el coronavirus.
Gestión “ética y política”
En tal sentido, Miguel Díaz-Canel elaboró un artículo sobre la gestión gubernamental y el papel de la ciencia cubana en el enfrentamiento a la COVID-19, publicado en la Revista Anales, de la Academia de Ciencias de Cuba.
Allí, el presidente Canel Bermúdez, y el Presidente de la Cátedra Ciencia, Tecnología y Sociedad, de la Universidad de La Habana, Jorge Núñez Jover reflexionaron sobre las experiencias acumuladas en el enfrentamiento a la COVID-19 con relación al vínculo entre los científicos y el Gobierno y sistematizarlas.
El resumen del documento aclara que en él se muestran el sistema de trabajo utilizado y las principales acciones e investigaciones realizadas, y se resumen las valoraciones y aprendizajes que esta experiencia arroja.
Se destaca también el relevante papel que han desempeñado la ciencia y la tecnología nacionales, “orgánicamente vinculadas con la gestión gubernamental, todos en función de ofrecer una respuesta social, científica, política y sanitaria capaz de enfrentar el desafío que la pandemia nos ha planteado”.
Tomando en cuenta que la crisis de la COVID-19 es mundial, el artículo comienza por explorar algunas características del neoliberalismo que dificultan el enfrentamiento a crisis como la generada por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).
La convergencia de varias crisis a nivel global y la creciente complejidad de los desafíos con los cuales es preciso lidiar acentúan la necesidad de escapar de la trampa del neoliberalismo. En el texto se insiste en que lo logrado en Cuba tiene también un significado “ético y político”.