La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el martes un proyecto de ley que facilita a las empresas privadas comprar vacunas contra la covid-19 para inmunizar a sus trabajadores, lo que ya había sido previamente autorizado por el Congreso, y autoriza la compra estatal de vacunas que hayan sido validadas por cualquier autoridad sanitaria internacional, aún cuando no hayan sido validadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).
La iniciativa del oficialismo, fue aprobada por el pleno de la Cámara Baja, por 317 votos a favor y 120 en contra, y, una vez sean analizados algunos cambios propuestos por algunos legisladores, deberá seguir su trámite en el Senado.
La propuesta modifica una norma sancionada el mes pasado por el presidente del país, Jair Bolsonaro, que permitió al sector privado adquirir vacunas, pero con condiciones, como la obligatoriedad de “donar” todas las dosis negociadas al sistema público de salud hasta que no finalizase la inmunización de los grupos prioritarios.
El proyecto propone flexibilizar los controles internos, y levanta polémica en Brasil, puesto que la ANVISA regula la aplicación de vacunas en el territorio conociendo las particularidades de la población brasileña, entre otras de sus funciones.
Ahora lo que pretende el Congreso es “flexibilizar” algunas de esas exigencias con objeto de “acelerar la campaña de vacunación”, que empezó el pasado 17 de enero y avanza de manera lenta, pues hasta el momento apenas ha recibido la primera dosis un 10 % de la población.
Esas alteraciones, de ser ratificadas por el Senado, posibilitarán, por ejemplo, que las empresas privadas puedan vacunar a sus empleados de forma gratuita antes incluso que los grupos considerados más vulnerables del país, desde que entreguen al Gobierno la mitad de la dosis compradas.
Sin autorización de ANVISA
Por otro lado, el proyecto también prevé liberar la compra de fórmulas aprobadas por “cualquier autoridad sanitaria extranjera reconocida y certificada por la Organización Mundial de la Salud” (OMS), aunque todavía no hayan sido autorizadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa).
No obstante, el texto establece que los laboratorios que tengan contratos firmados con el Ministerio de Salud sólo podrán negociar con la iniciativa privada después de cumplir sus compromisos de entrega con el Gobierno brasileño.
Pese al ritmo lento mostrado hasta ahora, el Ejecutivo de Bolsonaro, quien está siendo fuertemente criticado y presionado por su negacionismo en torno a la peligrosidad de la pandemia, mantiene su compromiso de vacunar a toda la población hasta finales de este año.
Brasil vive actualmente el peor momento de la pandemia del nuevo coronavirus desde que registró el primer caso de coronavirus el 26 de febrero de 2020, que fue además el primero en Latinoamérica.
Después de poco más de un año, la covid-19 deja ya en Brasil más de 13,1 millones de contagios y cerca de 337.000 muertes, según el Ministerio de Salud.
Este martes, el país volvió a romper su récord diario de fallecidos asociados a la enfermedad, al notificar 4.195 decesos en las últimas 24 horas.