Argentina y Chile presentarán una iniciativa para proteger la biodiversidad de la Antártida durante la 39° reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.
La zona en la que accionan ambos países concentra cerca de 75% de la población de krill del mundo , alimento esencial de ballenas y pingüinos y es por eso y para evitar la acción de buques pesqueros, que ambos países diseñan una propuesta conjunta.
Por eso, presentarán nuevamente la propuesta conjunta de área marina protegida (AMP) para la Península Antártica Occidental, en la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, cuyas sesiones virtuales se realizarán del 26 al 30 de octubre con la participación de diplomáticos y científicos de la Cancillería.
“Como actor protagónico del sistema del Tratado Antártico, la Argentina ha sido un fuerte impulsor de la protección de la biodiversidad marina en la zona de la Península Antártica, cuyo frágil ecosistema sufre los impactos del cambio climático y también de la pesca”, recordó hoy la Cancillería en un comunicado.
La zona concentra cerca de 75% de la población circumpolar de krill, alimento esencial de ballenas y pingüinos, y es donde se registra la mayor actividad humana de la Antártida, incluyendo de los numerosos programas antárticos nacionales y del turismo que supera las 50.000 personas anuales.
Trabajo científico
La propuesta binacional de AMP es fruto de un trabajo científico de alta calidad iniciado en 2012 por un equipo de investigadores del Instituto Antártico Argentino y de su homólogo chileno y fue presentada por primera vez en 2018 y se encuentra aún en proceso de aprobación.
Se espera que -aún con un formato virtual y una agenda reducida debido a la pandemia- la 39ª reunión de los 26 Miembros de la Comisión, cuya vicepresidencia ejerce la Argentina, pueda avanzar en éste y otros temas de gran interés para la agenda medioambiental internacional.
Se deberán acordar también diversas medidas que permitirán el desarrollo racional de la pesca en aguas antárticas y facilitarán el control de la actividad irregular.