Los beneficios del efecto séquito del cannabis permiten pensar soluciones terapéuticas personalizadas a pacientes con distintas patologías. Ese es el eje con el cual la provincia de San Juan anunció que, a través de la empresa estatal CANME y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, acelerarán la investigación en derivados del cannabis con fines medicinales.
Desde el año pasado, San Juan posee un Laboratorio de Control de Calidad del Cannabis Medicinal, que le permite indagar en variedades claves para avanzar en usos terapéuticos.
“La farmacología moderna se basa en la síntesis de fármacos diseñados para actuar de manera selectiva sobre dianas específicas, es decir, moléculas únicas para dianas únicas. En biología molecular se le llama diana terapéutica o blanco molecular al lugar del organismo donde un fármaco ejerce su acción, ya sean del tipo lípidos, proteínas o ácidos nucleicos”, explicaron desde la provincia.
“En esta misma línea, se ha entendido a la polifarmacología, es decir, la posibilidad de que una molécula diseñada pueda interactuar con dianas distintas a las deseadas, como un riesgo de provocar efectos secundarios no esperados. Esta puede considerarse como una de las principales causas para retirar un medicamento del mercado. De igual forma, en los últimos años, distintos fitocompuestos con impactos individuales se han empezado combinar para obtener efectos favorables manera combinada”, fundamentaron.
En este sentido, al estudiar los efectos del cannabinoide 2-AG, se concluyó que dos ácidos grasos potenciaban su efecto sin acoplarse a los receptores endocannabinoides. Es decir, dos compuestos del cannabis que no eran cannabinoides potenciaban la acción de uno que sí lo era; una especie de séquito químico que acompañaría a los cannabinoides hasta su lugar de unión, confiriéndoles mayor afinidad.
Estudiar las variedades
La importancia de una investigación exhaustiva sobre las variedades y los cambios de las plantas referidos a las condiciones edafoclimáticas radica en certificar la uniformidad y la estandarización basándose en datos científicos comprobados.
Bajo estas condiciones, se puede contemplar la polifarmacología intrínseca del cannabis vegetal como un aliado en el desarrollo de la medicina personalizada y la elaboración de medicamentos individualizados para las necesidades de cada paciente, atendiendo a su historia clínica y patologías de base. Entonces, gracias a este enfoque en red, sería viable adaptar el producto a cada persona, reducir al mínimo los efectos secundarios, impulsar los beneficios terapéuticos del cannabis medicinal e, incluso, su interacción con otros medicamentos.
Investigación en Cannabis
Bajo esta premisa, CanMe San Juan continúa en la investigación de los derivados del cannabis, ya sea en resinas, aceites o muestras vegetales, a partir del trabajo realizado en el Laboratorio de Control de Calidad CANME-INTA. En él, se estudia no solo la producción del Predio de Campogrande del Acequión, sino que recepciona derivados de terceros pacientes, ONGs, entes públicos y privados inscriptos en el REPROCANN. Se espera con ello brindar a la comunidad soluciones terapéuticas certeras y ofrecer a futuro productos medicinales derivados del cannabis con calidad farmacológica.
Seguir leyendo: