El Servicio de Hidrografía Naval comunicó el fin de semana que un gigantesco témpano, 25 veces más grande que la ciudad de Buenos Aires, se desprendió del campo de hielo continental antártico, y se halla a la deriva.
La información fue difundida por el propio organismo científico a través de su sitio web, y en el marco de sus actividades de monitoreo permanente sobre los hielos antárticos y de los mares del Atlántico Sur.
El témpano es identificado como A68A, y ya es conocido por sus dimensiones extraordinarias. Con un largo aproximado de 158km y un ancho de 50km ya se encuentra derivando en aguas libres en el Sector Antártico Argentino, “lo cual lo convierte en objeto de especial interés para la Seguridad Náutica”, explicó el organismo.
Un gigante a la deriva
Desde mediados del mes de febrero del año 2020, el témpano A68A comenzó a navegar en aguas abiertas en el norte de la Península Antártica, dejando atrás el campo de hielo marino.
Fue a inicios de abril, sin embargo, que comenzó a rotar alcanzando un giro mayor de 90º “en sentido antihorario” a unos 200-250 kilómetros al este de la Isla Elefante.
Recién a fines del mes pasado el témpano comenzó una serie de desprendimientos a partir de los cuales se generaría también el témpano A68C, con 20 km de largo y 10km de ancho.
Témpano, te están vigilando
El Servicio de Hidrografía Naval, a través del Departamento de Meteorología, realiza el seguimiento de los témpanos que derivan en el océano Atlántico Sur y los mares de Weddell y Bellingshausen en la Antártida.
El organismo mantiene vigilancia sobre los sectores antárticos que puedan generar el desprendimiento de hielo de origen terrestre hacia el mar y convertirse de esta manera en témpanos a la deriva y consecuentemente en un peligro para la navegación y la seguridad náutica.
“A partir de estos eventos, la deriva y el derretimiento del A68A se verá principalmente afectada por la Corriente Circumpolar Antártica, la cual se desarrolla alrededor de este continente con sentido de oeste a este”, explicaron desde el Servicio Hidrográfico.
Esto harpa que este témpano mantenga esta dirección de deriva y navegue alrededor de la Antártida por algunos años con futuras fragmentaciones.
Un hielo con historia
El 12 de julio de 2017 fue noticia la ruptura final de un sector de la barrera de hielo Larsen C, luego de un proceso de varios años denominado “calving”. El último evento similar había ocurrido en el año 2002 con la fractura de la barrera Larsen B y la generación de cientos de témpanos de diferentes tamaños.
A principios del año 2017 se había detectado un rápido incremento en la velocidad de la fractura que se venía desarrollando en la barrera Larsen C,que luego pasó a ralentizarse llegando a la inactividad para el mes de mayo.
Hacia el mes de junio se reactivó el proceso dando como resultado la pérdida de un 10% de la barrera, generando un témpano de 178 km de largo por 55 km de ancho, y una superficie aproximada de 6500 km2.
A través de sensores de satélites de órbita polar se pudo determinar que los mencionados témpanos poseen un espesor promedio de entre 200 y 300 metros, aunque podría ser mayor en algunos sectores. La sección fuera del agua presenta una altura de unos 30 metros aproximadamente.
La región de la Antártida donde se produjo esta fractura es en el oeste del mar de Weddell, contiguo a la península Antártica. Al ser una zona cubierta de manera casi permanente por hielo marino, prácticamente no existen sondajes que permitan conocer la profundidad del mar.