Según el segundo informe anual de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), realizado en el mes de agosto de 2020, el cuerpo superficial de agua principal de la cuenca y algunos de sus afluentes y arroyos poseen “buena biodegradabilidad”.
La conclusión es similar a la que llegaron los expertos que analizaron el estado de las aguas de la cuenca en el mes de junio de este año, y completa el segundo de los tres informes que, por orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, debe presentar el organismo.
Los índices de contaminación de la cuenca son una exigencia por el complejo entramado social y productivo que aglutina la cuenca Matanza-Riachuelo, un cuerpo de aguas alrededor del cual habitan seis millones de personas (el 15% de la población del país) y se emplazan cinco mil industrias.
La cuenca Matanza-Riachuelo es un curso de agua de 64 kilómetros, 2240 km2. Comprende parte de la ciudad de Buenos Aires y a los distritos bonaerenses de Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, General Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo y San Vicente.
Mayor contaminación doméstica que industrial
ACUMAR es un organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas, que tiene a cargo, además, la adecuación ambiental de las industrias, que al día registra unas 800 “no adecuadas” ambientalmente, por lo que resulta verosímil comprender que la cuenca se vea mayormente afectada más por contaminación doméstica que industrial.
Y ello también tiene que ver con las conclusiones del informe, puesto que la biodegradabilidad de la contaminación doméstica (heces, basura, consumo) es mayor que la industrial, en la que se presentan componentes químicos.
Esta campaña incluyó diversos puntos seleccionados en los partidos de Marcos Paz, Ezeiza, La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda y CABA, en los cuales a través de recorridas de los arroyos desde aguas arriba hacia aguas abajo, se llevaron a cabo las tomas de muestra, la constatación de las condiciones cualitativas y la medición de distintos parámetros en el lugar para luego permitir las determinaciones analíticas en Laboratorio Municipal de Avellaneda, equipado por ACUMAR.
El segundo estudio sobre las aguas superficiales y arroyos afluentes de la Cuenca “da continuidad y permite establecer parámetros comparativos tanto con los datos obtenidos en los primeros análisis del año, realizados en junio, como con los registros de datos históricos del organismo”, explicaron desde ACUMAR.
Las conclusiones
Al igual que en el informe del mes de junio, el organismo reveló que “los valores de este índice han resultado en general más cercanos a los de una buena biodegradabilidad, ubicándose entre 2 y 3,88 en casi todos los casos, con la excepción importante de la región 13, vinculada directamente a la Planta Sudoeste de AySA, que si bien no tiene valores muy altos, aporta una carga considerable dado el caudal que gestiona la Planta”.
El estudio difundido por ACUMAR se basa en la relación entre otros de los parámetros de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO). En general, valores por debajo de 0,2 se consideran bajos, mientras que superiores a 0,4 se corresponden con una buena biodegradabilidad. Este último es el caso del estudio, realizado, esta vez, de acuerdo con un protocolo para el contexto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, por el COVID-19.
“Ambos son indicativos de la cantidad de materia orgánica que posee el vertido o el cuerpo bajo análisis. La principal diferencia entre ambas radica en la forma en que la misma podría degradarse: en forma biológica (DBO5) o por medios químicos (DQO). Por ello, es conveniente su análisis en conjunto”, explican los especialistas en el informe.
Por su parte, la conductibilidad eléctrica ofreció, nuevamente, resultados asimilables al informe presentado por en organismo en junio 2020 “donde nuevamente se observan valores elevados respecto al promedio de las anteriores campañas”.
Cabe destacar que el estudio, de 198 páginas incorpora otros indicadores analizados sobre la cuenca, como Fósforo total, sustancias solubles en Eter Etílico,
Datos en proceso
Periferia dialogó con Bruno de Alto, Director General de Ambiente de ACUMAR, y con un técnico a cargo del segundo análisis, y ambos enfatizaron en la importancia de complementar los datos con un proceso extendido en el tiempo, para comprender de manera integral la coyuntura que atraviesa la cuenca.
El trabajo fue realizado por personal técnico de la Coordinación de Calidad Ambiental, en conjunto con el Laboratorio de la Municipalidad de Avellaneda (en el marco de la “Adenda 1 al Protocolo Complementario N°3, entre la ACUMAR y la Municipalidad de Avellaneda, proyecto de asistencia técnica para análisis de laboratorio y operación y mantenimiento de las estaciones de monitoreo continuo y automático?). Los resultados se presentan en este informe.
Además, en el sitio web de ACUMAR se encuentra la Base de Datos Hidrológicos, compuesta por registros históricos y una serie temporal disponible en forma abierta, pública y de acceso gratuito.
Los informes trimestrales de ACUMAR, se dan respuesta a lo indicado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en la manda III del fallo del 8 de julio de 2008 indicó la realización de estas medidas de control sobre los cuerpos de agua y la biodiversidad de la Cuenca, realizando y poniendo a disposición del público informes trimestrales de evaluación de las condiciones ambientales.
Ver en web: https://www.acumar.gob.ar/ultimas-noticias/presentamos-informe-del-estado-del-agua-la-cuenca/