Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata desarrolló un proceso que permite obtener de forma simultánea tres productos de mayor valor agregado, a partir de los desechos de suero de la industria quesera: se trata del etanol combustible, biomasa probiótica y proteínas de suero.
El grupo de trabajo encargado de desarrollar una estrategia para valorizar el suero de la quesería y así también reducir el impacto ambiental de diferentes industrias alimentarias está conformado por la doctora Graciela L. Garrote y la licenciada María Dolores Pendón, del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (Cidca, UNLP-Conicet-CIC), junto a los doctores David E. Romanin y Martín Rumbo, del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, UNLP-Conicet-Asociado CIC), y el doctor Andreas K. Gombert de la Universidad Estatal de Campinas Brasil (Unicamp).
“El lactosuero es un efluente de la industria quesera rico en lactosa y proteínas que representa cerca del 85-90% del volumen de la leche y contiene aproximadamente el 55% de sus nutrientes. Este gran contenido de nutrientes lo transforma en un efluente altamente contaminante debido a su alta demanda bioquímica (DBO) y química (DQO) de oxígeno”, manifestó el doctor Rumbo del IIFP.
Según el investigador, se calcula que casi el 50 por ciento del lactosuero es generado en el país por pequeñas industrias y queserías artesanales, y usado para fines de bajo valor agregado como en alimentación animal o descartado. De allí surge la necesidad de buscar alternativas para la conversión de este subproducto a otros de mayor valor.
El profesional expresó que desde hace años trabajan en el estudio de las propiedades probióticas de microorganismos del kéfir.