El Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en la provincia de Córdoba, recibió la semana pasada los paneles solares que llevará a bordo la próxima misión satelital SABIA-Mar, y actualmente avanza en un ensayo de ciclado térmico en vacío junto a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y a las empresas VENG e INVAP para someter el equipamiento a las temperaturas y a la presión a las que estará expuesto en el espacio, cuando el satélite esté en órbita.
Estudio de los mares
El satélite SABIA-Mar se enfocará en el estudio de los mares a nivel global, y especialmente en las regiones costeras de la Argentina y Sudamérica. La misión avanza en su fase constructiva tras superar, en abril de este año, la Revisión Crítica de Diseño (MCDR, por sus siglas en inglés), que constituye uno de los hitos más relevantes del proyecto. Su lanzamiento está previsto para principios del 2025.
“Los paneles solares son un subsistema del satélite, cuya tarea es obtener energía eléctrica a partir de la luz solar”, explicó Araceli Barrera, profesional de la Unidad de Servicios de Ingeniería, de la Gerencia de Proyectos Satelitales de la CONAE, y responsable del subsistema de paneles solares durante la fase D (constructiva) de la misión SABIA-Mar. En relación a los ensayos que se están llevando a cabo esta semana, afirmó: “Hasta ahora estamos cumpliendo en tiempo y forma con el cronograma estipulado, con un muy buen trabajo de colaboración y coordinación de las instituciones involucradas. El balance es positivo”, sostuvo. Las tareas incluyen la participación de más de 20 profesionales.
Pruebas
Para la fabricación de estos paneles, los trabajos comenzaron en INVAP, en Bariloche, provincia de Río Negro. Allí se fabricó el material de soporte para trasladar, izar e inspeccionar los paneles, que miden 1,80 x 1,20 metros y pesan aproximadamente 12 kilogramos. “Debido a su volumen y a su delicadeza no es recomendable manipularlos a mano, entonces se los levanta suavemente con una grúa para poder inspeccionarlos y trabajar cómodamente”, indicó Barrera. Además, en INVAP se fabricó el sustrato, que es la parte que sostiene a las celdas solares, elaborado con aluminio y fibra de carbono para aligerar de la estructura sin perder resistencia.
Una vez finalizada esta etapa, el sustrato se envió a la CNEA, en Buenos Aires, donde se realizó el pegado de las celdas solares. “Es decir, las celdas de calidad espacial se pegan sobre el sustrato que fabricó INVAP. Además se realizó el conexionado eléctrico, acorde a la corriente y la tensión que requiere nuestra misión”, explicó la profesional de la CONAE.
El viernes 21 de julio los paneles llegaron al centro espacial de la CONAE, en Falda del Cañete, provincia de Córdoba, para llevar a cabo un ensayo de ciclado térmico en vacío, en la Sala de Termovacío del Laboratorio de Integración y Ensayos (LIE). “Este trabajo nos permite colocar a los paneles, con las celdas y el cableado eléctrico, a las temperaturas y a la presión que va a haber en el espacio, para ver cómo se va a comportar la estructura y las conexiones y verificar los requerimientos necesarios para que pueda volar”, detalló.
Este ensayo está a cargo de personal de VENG, bajo la supervisión de CONAE. También están presentes profesionales de CNEA, para realizar las inspecciones eléctricas sobre las celdas solares; y de INVAP para supervisar las tareas de montaje, instrumentación y ensayo. Los trabajos se van a extender a lo largo de 21 días. El 15 de agosto los paneles volverán a la sede de INVAP en Bariloche, para realizar otra serie de ensayos.
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