El presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, Alberto Carlocchia, se posicionó a favor de generar los procesos para la industrialización del litio en el país, en consonancia con las iniciativas parlamentarias de definirlo como un mineral “estratégico”.
La definición protege al mineral limitando la posibilidad de concesionar su explotación, algo que quedaría reservado para el Estado Nacional. Ese es uno de los proyectos parlamentarios que se encuentra hoy en discusión, y que desde el Consejo Federal de Minería (COFEMIN), creador de la mesa del litio de las provincias del Noroeste argentino, rechazaron la semana pasada, con el eje de afirmar la posición del país como exportador de la materia prima.
“No hay nada más estratégico que promover la producción de litio”, observó Carlocchia e indicó que “para producir baterías de este mineral el país debe atravesar varias instancias antes”.
Si el Congreso culminara validando las iniciativas que buscan definir al mineral como estratégico, Argentina estaría replicando la decisión que tomó a principios del siglo XX con los yacimientos petrolíferos, y que culminaron en la creación de YPF.
El mineral está en la agenda del Gobierno y del empresariado, pero el debate sobre su industrialización y sobre la posibilidad de categorizarlo como “estratégico”, o no, confronta posiciones, incluso hacia el interior del oficialismo, en un momento en que una vez más el país debe definir su posición ante el mundo como exportador de recursos naturales, o si decide iniciar un proceso de industrialización como el que emprendió Bolivia y Chile.
“No es ningún mineral estratégico”, para el COFEMIN
“El litio no es ningún mineral estratégico”, se posicionó el Consejo Federal de Minería el 20 de marzo pasado, que abrió una instancia de judicialización, incluso, contra las iniciativas que propusieran declarar al mineral de esa manera “por anticonstitucionales”.
Para el COFEMIN, “la concentración de ideas legislativas, que podrían terminar en leyes, obligó al armado de una División de Asuntos Legales para dar una debida interpretación a los alcances de todos los instrumentos legales en gestación que hoy están en el Congreso o podrían desembarcar en el mismo”, se reveló.
Según los integrantes del COFEMIN “la pretensión de declarar al litio como mineral estratégico va en contra del trabajo que se está realizando desde la nación y las provincias para atraer inversiones que requiere el sector para su desarrollo, y que puede perjudicar la explotación y exportación de un mineral”.
Una de las empresas estatales que se anotó en la producción de baterías de litio es Integración Energética Argentina S.A (ex ENARSA) al anunciar que avanzará a la producción e industrialización del commodity.
El litio es un mineral valioso por la importancia que tiene en las baterías de celulares, computadoras portátiles y autos eléctricos. Las mayores reservas están concentradas en los distritos de Catamarca; Salta y Jujuy.
“El Estado tiene que crear las condiciones para la inversión, porque si es estratégico hay que dar un escenario para que se pueda desarrollar. Estamos trabajando para lograrlo”, puntualizó Carlocchia, y remarcó que “para la fabricación de baterías es necesario no depender de la importación para su producción, necesariamente necesitás otros componentes que tenemos en nuestra geología, pero que hay que sacarlos”.
En esta sintonía, Carlocchia marcó que coincidieron con la Secretaría de Minería de la Nación qué se puede mejorar para el desarrollo del litio, acentuó que también hay que observar “la logística de ver cómo colocar ese producto a un precio razonable en el mercado”.
¿Qué implica considerar al litio como “estratégico”?
Esa figura legal permitiría proteger el recurso natural de su explotación privada, para que sea el Estado el encargado de configurar una industria estratégica, con participación estatal, para industrializarlo, tal como lo viene realizando Bolivia durante los últimos años, articulando el sector productivo, el estatal y el científico tecnológico.
Bolivia llegó a crear una empresa pública para controlar la articulación con el sector productivo local, y se orienta a la fabricación de baterías de litio, un camino que Argentina podría realizar de manera más dinámica, si se declarara como “estratégico”, al mineral.
Federico Nacif, investigador de la Unidad de Vinculación Tecnológica InnovaT, del CONICET, especializado en análisis cualitativos de procesos económicos en ciencia y tecnología, le explicó a Periferia, que Argentina, en el año 1949 declaró al sector minero como “inalienable, imprescriptible y del Estado nacional”, justamente para monopolizar la industrialización de sus recursos minerales. Sin embargo, a partir de 1955, se cambiaron esos ejes y no se volvieron a discutir.
“Hay experiencias de países donde intentan revertir esta situación, y por eso es tan importante la legislación de fondo, el marco legal, lo que llamamos el sistema de dominio minero, que son cuestiones que en Argentina, por el pasado y el poco peso que tuvo la minería en la Argentina, son temas que por ahí no se discuten”, dijo Nacif, y explicó que “de hecho así nació YPF, en el país”.
La declaración del COFEMIN va en la dirección exactamente inversa a lo que viene realizando Bolivia. “En Bolivia declararon el litio como recurso estratégico y crearon una empresa pública, lo que significa que no se puede concesionar”, dijo Nacif a Periferia y explicó que “en Argentina, hay provincias que lo declararon estratégico, pero sólo como una declaración.
“En derecho minero, la declaración de recurso estratégico siempre significa sustraer el recurso, en el código de minería, o la normativa común, y establecer un régimen específico para ese recurso. Sin ir más lejos, eso es el origen de YPF, acá, con los yacimientos petrolíferos”, explicó Nacif.
Argentina en el mundo
La Argentina es actualmente el cuarto productor mundial de litio, gracias a los dos proyectos en operación, que juntos producen más de 37 mil toneladas de carbonato de litio equivalente al año
Los dos yacimientos activos están en expansión y hay otros dos en construcción, a lo que se suman 13 proyectos en etapas avanzadas de factibilidad y más de 40 en exploración.
En conjunto, se estima que al concreción de los proyectos permitirá generar las condiciones para ser el tercer productor en los próximos años, acortando la brecha con Australia y Chile.
Así, la capacidad productiva argentina actual de litio podría multiplicarse por 10 para el año 2024 si entran en operación los yacimientos en cartera.
