Comenzaron los ensayos de ciclado térmico de los dos paneles solares que conformarán la segunda ala del satélite de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), SABIA-Mar. Los componentes viajaron desde el Centro Atómico Constituyentes de la CNEA, en Bs As, hasta el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en Córdoba.
Nacionalmente se comunicó con el Ingeniero Pablo Ordoñez, Subgerente de Proyectos Satelitales y Responsable de Segmento de Vuelo del Proyecto SABIA-Mar de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) quien brindó detalles al respecto y remarcó “Los únicos países con capacidad de ensayar los componentes de un satélite son Argentina y Brasil”. En esta ocasión realizarán ensayos de ciclado térmico con los paneles solares en la cámara de termovacío, en el Laboratorio de Integración y Ensayos (LIE).
La misión SABIA-Mar aportará datos para el estudio de los mares y océanos de Argentina y Sudamérica. Brindará información valiosa para los ámbitos científico, productivo y de toma de decisiones, y formará parte de la iniciativa Pampa Azul.
Campaña para la Misión SAOCOM
Los profesionales del organismo, además, comenzaron a verificar la estructura y el apuntamiento de los “corner reflectors”, dispositivos que se utilizan para calibrar las imágenes que producen los satélites argentinos SAOCOM.
La misma se realizó en Península Valdés, provincia de Chubut, requerida para mantenimiento de los “corner reflectors”, estructuras metálicas de aluminio que se utilizan para calibrar el radar de apertura sintética (SAR) de los satélites SAOCOM 1A y 1B.
Los trabajos se realizaron del 17 al 22 de octubre, con la participación de Matías Palomeque, Joaquín Ferreyra y Juan Manuel Cáceres, profesionales de la Gerencia de Observación de la Tierra de la CONAE.
Calibración
La agencia espacial argentina cuenta con 30 “corner reflectors” para calibrar los satélites SAOCOM, los cuales están distribuidos en las provincias de Córdoba, San Juan, Mendoza y Chubut. Cada “corner reflector” está compuesto por tres placas triangulares de tres metros de lado que reflejan la señal del satélite y permiten calibrar las imágenes, a niveles radiométricos y geométricos. Si bien los satélites se calibran y validan luego de su lanzamiento en la etapa que se denomina “commissioning” (puesta en servicio del satélite), estas estructuras también colaboran con el monitoreo periódico de diferentes variables a lo largo de la vida útil de los instrumentos.
“Durante la campaña realizamos una caracterización mecánica de los “corners”. Para eso utilizamos un escáner láser, que nos permite generar un modelo digital en 3D y poder chequear que las estructuras cumplan con todos los requerimientos, que son muy exigentes, en relación a la planitud y posibles deformaciones, por ejemplo. Otra de las tareas es ver cómo están apuntados hacia los satélites, para lo cual empleamos un inclinómetro digital, similar a un nivel”, indicó Ferreyra. “Los resultados fueron satisfactorios. Los encontramos estables y en perfectas condiciones”, afirmó.
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