Un equipo conformado por investigadores y personal de apoyo del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) del CONICET diseñó un dispositivo de asistencia respiratoria, capaz de ser utilizado por el sistema sanitario nacional en pacientes que hayan contraído coronavirus, informó el propio organismo.
La iniciativa apunta a dar asistencia para el caso de un incremento exponencial del número de infectados y el crecimiento potencial de la demanda de los centros de atención médica.
Desde la página del CONICET comunicaron que se trata de “ventiladores no invasivos”, que constan de un motor controlado electrónicamente que genera el flujo de aire, y una serie de reguladores de temperatura, y composición y calidad de oxígeno.
Para casos de baja gravedad, se aplican utilizando una mascarilla oronasal, es decir en la boca y nariz del paciente y, en situaciones de mediana gravedad, con la colocación de un casco inflable.
Uso para pacientes en estado “no extremo”
Según explican desde el IAR, por ahora no se aconseja su uso para pacientes en estado extremo que requieran intubación, pero su disponibilidad permitiría liberar los respiradores más complejos para esa necesidad.
Los ventiladores no invasivos constan de un motor controlado electrónicamente que genera el flujo de aire, y una serie de reguladores de temperatura, composición y calidad del oxígeno.
Para casos de baja gravedad, se aplican utilizando una mascarilla oronasal, es decir en la boca y nariz del paciente y, en situaciones de mediana gravedad, con la colocación de un casco inflable.
Mediante una microcomputadora incorporada al sistema, se monitorean las distintas variables y parámetros operacionales y de darse alguna falla se dispara una alarma.
Asimismo, una interfaz con el paciente conectado permite determinar los parámetros clínicos para ser evaluados por los profesionales de la salud encargados de su control.
Resta la aprobación de la ANMAT
Según especificaron desde el IAR, el desarrollo ?cuyo primer piloto completo fue financiado por el Conicet La Plata? cumple con los requerimientos técnicos dispuestos por las carteras nacionales de Ciencia y Salud, y el último paso antes de poder producirlo a mayor escala es el testeo de su funcionamiento y aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Debido a la demanda mundial, actualmente no hay stock de mercado de dispositivos similares, y aquellos que se consiguen en algunos casos triplican el costo que supone la producción del que desarrolla el IAR.
Finalmente, el Conicet detalló que una vez validado, podrá no sólo aplicarse para luchar con la pandemia actual, sino que puede ser útil para equipar centros médicos de mediana complejidad y mejorar las prestaciones del sistema de salud.