Una empresa de base científico-tecnológica argentina, especializada en el sector espacial presentó un desarrollo de propulsores a biocombustibles para satélites.
Lia Aerospace, que es reconocida por ser la primera empresa en el mundo en lanzar un cohete reutilizable propulsado por biocombustibles, presentó recientemente al mercado sus propios sistemas de propulsión para satélites y naves espaciales.
“Los satélites no se envían siempre con el cohete o lanzador a la órbita de destino. Con frecuencia se necesitan maniobras en órbita después del lanzamiento para alcanzar los parámetros orbitales deseados. Por lo tanto, existe una necesidad evidente de propulsión confiable y rentable para la última milla en el espacio. Ahí es donde entra LIA Aerospace”, explica Dan Etenberg, CEO de la empresa.
Propulsores-biocombustible-satelite
Este año, diseñaron los sistemas de propulsión BP100 y BP200, que pueden transportar más de 250 kilos de carga útil y utilizar hasta 230 kilos de propelentes sustentables y almacenables, a base de peróxido de hidrógeno y kerosene o un combustible a base de alcohol. Posibilitan la circularización de la órbita terrestre geosincrónica -GEO- y la transición desde la órbita de transferencia geoestacionaria -GTO-.
“Puesto en palabras simples, vendemos sistemas de propulsión sustentables y de bajo costo que permiten a satélites y naves espaciales trasladarse de forma autónoma por el espacio”, aclara Etenberg.
Incubación
Durante el último año la empresa argentina pudo lograr un lugar en el Programa de Incubación de la Agencia Aeroespacial Europea, abrir una oficina en Reino Unido y presentarse en diversos eventos de la industria por Europa -en ciudades como Londres, París, Helsinki, Estec- y por Estados Unidos.
“Al día de la fecha ya hemos construido y probado doce motores de cohetes. De los cuales ocho fueron impresos en 3D. Esto nos permite desarrollar un producto de muchísimo valor elaborados puertas adentro”, asegura Etenberg a Clarín.
También explica que la tecnología que desarrollan permite a los satélites moverse entre órbitas en muy poco tiempo y muy alta velocidad. “Y la vamos a ofrecer a un 20% del precio de los competidores, que son las compañías que tienen mucha experiencia en este campo”.
Equipar la infraestructura espacial
Etenberg explicó además que lo que hacen es “como un ladrillo” que va hacer falta para equipar la infraestructura del espacio. “Entonces la tecnología que estamos haciendo va servir para múltiples propósitos para lo que es toda la industria espacial que se va a empezar a montar en la próxima década”, dijo.
En abril de este año, se realizó el ensayo de uno de sus motores con una configuración de heatsink (disipador de calor). La prueba confirmó que los parámetros de flujo, presión, distribución y estabilidad son correctos para producir la sexta iteración de su motor KX11. Etenberg, a su vez, detalló el plan de trabajo escalonado de crecimiento, inversión y expansión de 2023 a 2025 de LIA Aerospace para poder iniciar la venta de sus productos, y adelantó que iniciará una nueva ronda de inversión.
Adicionalmente, LIA firmó un convenio específico con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que permitirá que docentes y alumnos desarrollen conjuntamente la simulación numérica computacional de los motores de la compañía, y así optimizar sus performance y tiempos de producción. El ingeniero Carlos Salvador, Decano de la UTN, resaltó la importancia de este acuerdo en materia de investigación aeroespacial para el país.
“LIA se destaca por desarrollar tecnología aeroespacial en tiempos y costos récord: si bien el tiempo de producción promedio de un sistema de propulsión de estas características es de 24 meses, nosotros podemos producirlos en 6 meses y a un precio del 20 % del mercado. Nuestros nuevos productos son una clara prueba de que el equipo de LIA Aerospace es extraordinario porque logra lo imposible”, concluyó Etenberg.
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