Una empresa de base científico-tecnológica de Argentina, basada en bioingeniería, se encuentra desarrollando carne cultivada a partir de células extraídas de animales.
La responsable del Desarrollo de Negocio de Bioingeniería en la Fabricación de Elaborados (BIFE), Josefina Craveri, compartió detalles sobre el proyecto que busca producir carne cultivada en Argentina. BIFE es la única startup argentina dedicada al desarrollo de carne a partir de células mesenquimales extraídas de animales sin ocasionarles daño, replicando el crecimiento del tejido muscular en un entorno controlado.
Cómo es el proceso para conseguir carne cultivada
El proceso comienza con la recolección de células satélite del tejido muscular del animal, las cuales se aíslan y cultivan para su multiplicación. Posteriormente, estas células se estimulan para fusionarse y formar fibras de tejido muscular. Este método permite obtener carne sin necesidad de sacrificio animal, ofreciendo ventajas en términos de salud y sustentabilidad.
Para llevar a cabo el proceso de cultivo, en primer lugar es necesario recolectar células animales que se encuentren en el tejido nativo del animal. Una vez obtenida la muestra, se deben aislar las células satélite (células encargadas de crear un nuevo tejido muscular cuando ocurre un daño en el músculo) y cultivarlas con el fin de multiplicarlas. Luego de obtenida la cantidad necesaria se las estimula para que se fusionen y formen fibras de tejido muscular.
Por otro lado, es necesario contar con un medio de cultivo que contenga todos los nutrientes que las células requieren para crecer y multiplicarse. Los actualmente utilizados contienen componentes inorgánicos y orgánicos que incluyen carbohidratos, aminoácidos y vitaminas.
Finalmente se requiere una matriz tridimensional que imite el entorno natural del músculo nativo. Además tiene que tener las características apropiadas para permitir la adhesión celular y la posterior proliferación y desarrollo de tejido muscular.
Qué hace B.I.F.E.: https://www.bife.net.ar

Bioprocesos
El bioprocesamiento que en sí mismo puede ser considerado en cuatro instancias, consta de: la multiplicación de células, la formación de las fibras musculares, la fabricación del producto y la valorización de los residuos. La División Bioingeniería de Laboratorios Craveri es, actualmente, la única planta Elaboradora de Productos Celulares tipo II (EPC II) habilitada por el INCUCAI para realizar preparaciones celulares que requieran de un grado importante de manipulación.
“Es un proceso que es totalmente trazable y el laboratorio es muy pulcro, no hay manera que entre contaminación de afuera“, expresó.
En julio de 2021, BIFE alcanzó un hito significativo al realizar la primera degustación de carne cultivada en el país. Tras cinco años de investigación, se elaboró un producto a base de células musculares cultivadas in vitro sobre un biomaterial comestible. Para la degustación, se rebozó y cocinó el producto, obteniendo una textura crujiente por fuera y suave por dentro, con un sabor satisfactorio. “El aporte nutricional de la carne tradicional es el mismo que el de la carne cultivada”, resaltó Craveri.
Biorreactores específicos
Actualmente, el principal desafío para BIFE es escalar la producción. Los biorreactores disponibles están diseñados para pequeñas series en la industria farmacéutica, por lo que la empresa trabaja en el desarrollo de biorreactores específicos que permitan producir carne cultivada a gran escala, satisfaciendo la demanda alimentaria futura de manera sostenible.
“La tecnología todavía no permite el escalado masivo. Esperamos lograr el escalado en los próximos cinco años”, señaló la responsable del Desarrollo de Negocio de BIFE.
La llamada “agricultura celular” surge de la intersección entre las ciencias de la salud y la producción de alimentos, tomando las herramientas y conocimientos de la primera para su aplicación en la segunda. Actualmente se consolida para llevar una solución al problema de la falta de alimentos para la población futura y la elaboración sustentable de productos alimenticios de origen animal a partir de cultivos celulares que no requieran del sacrificio animal.
En la actualidad, el mayor desafío que afronta esta práctica es lograr la escala requerida para agilizar el proceso productivo y convertir a la carne cultivada en un producto básico y de fácil alcance al mercado. Es factible que la carne de cultivo complemente la disponibilidad de proteína de carne de origen animal, pero no reemplace al consumo de carne convencional, pues dichos alimentos seguramente convivirán y se mantendrán en el tiempo.
“El consumo de carne cultivada es una alternativa saludable dado que presenta notables ventajas a nivel nutricional y desde el cuidado de la salud. Entre ellas, se destaca la notoria reducción de la incidencia de enfermedades de origen animal utilizando estrictas reglas de control de calidad, imposibles de aplicar a la producción de ganado tradicional”, sostienen desde la empresa.

Agricultura celular
Por su parte, la agricultura celular cuenta con la posibilidad de controlar la cantidad de grasa que contiene la carne convirtiéndola en un producto alimenticio magro y sano que brinda todos los beneficios de la proteína animal. En este mismo sentido, no es necesario cultivar las partes no comestibles como hueso, el sistema nervioso, sistema respiratorio y sistema digestivo evitando desperdicio alguno.
En referencia al medio ambiente, la agricultura celular es considerablemente más eficiente dado que disminuye el uso de energía, la extensión de tierra requerida y el agua que el ganado tradicional necesita. Así, el desarrollo de carne cultivada en laboratorio se convierte en una opción viable que promete satisfacer la demanda de la población de manera sustentable.
No está modificada genéticamente
La carne cultivada no está modificada genéticamente, sino que es producto de la multiplicación in vitro de las mismas células que producen la carne en el animal. El objetivo es imitar el nicho ambiental in vivo para crear un músculo comparable al tejido nativo. Así, obtenemos un sustituto de la producción de carne tradicional con amplias ventajas en el proceso productivo y en materia nutricional.
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