Periferia

19 de Marzo de 2024

¿Cómo es la vacuna contra el cáncer de piel desarrollada por científicos del CONICET?

Tras 30 años de investigación, Vaccimel será producida en escala para el país y la región por el Laboratorio Cassará. José Mordoh, líder del equipo, pidió al Gobierno: "Hay que apoyar a la ciencia".

La vacuna, Vaccimel, está pronta a ser lanzada luego de 30 años de investigación de un equipo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto Leloir.

El equipo de investigadores liderados por José Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología de la Fundación, logró desarrollar una técnica de inmunoterapia aplicada contra el cáncer cutáneo, pionera en el país.

El objetivo de Mordoh era curar un tipo de cáncer, el melanoma cutáneo, con un tratamiento de inmunoterapia que utiliza el sistema inmunitario para atacar las células enfermas.

En los próximos meses, el fármaco estará disponible en la Argentina en formato de suero vacunal. Será producido en escala, para el país y la región, por el laboratorio Cassará, bajo el nombre Vaccimel.

Cassará, para el país y la región

El doctor José Mordoh –quien lideró el proyecto– es investigador superior del Conicet y jefe del Laboratorio de cancerología de la Fundación Instituto Leloir.

Mordoh, habló con un programa radial y sostuvo que “este es un desafío que emprendimos hace treinta años. Un camino largo que arrancó de la convicción que en ese momento tenía poca gente en el mundo, de que la inmunoterapia podía lograr algo en la lucha contra el cáncer. La idea era que había que hacer una vacuna que fuera terapéutica. Esto significa que no se aplica a las personas para prevenir una enfermedad, sino que está dirigida a quienes ya tienen melanoma y están atravesando las primeras etapas de la enfermedad. Esa es la diferencia –explica– entre una vacuna terapéutica (Vaccimel) y las vacunas preventivas como las que se aplican para la gripe, el covid, etc.”.

José Mordoh (centro), junto al equipo de investigación que desarrolló Vaccimel.

30 años de investigación pública

En los treinta años que demandó el desarrollo de la vacuna, hubo una serie de etapas que se deben cumplir: diseño de la vacuna, pruebas de laboratorio, pruebas en animales de experimentación y recién después, las pruebas en humanos. Finalmente, en un ensayo clínico que finalizó en 2016, el equipo logró demostrar que la vacuna obtenida era más eficaz que la droga que se usaba en ese momento –interferón– para impedir que aparezcan metástasis. “Metástasis –aclara– significa que una célula maligna que tiene la propiedad de dividirse, viajó por la sangre y se desparramó por el cuerpo. Ahí puede quedar un tiempo hasta que finalmente crece y ahí sí, estamos en problemas todos: pacientes y médicos”.

Vaccimel, el melanoma y el próximo desafío

La vacuna está diseñada para el melanoma, pero no aplica para otros tipos de cáncer. ¿Por qué? Cada tipo de cáncer sale de tejidos diferentes y cada tejido humano, cada órgano, se diferencia del otro, aun viniendo de una misma célula madre, “porque tiene “un traje diferente” (expresa moléculas diferentes, tiene sustancias distintas en la superficie, etc). Entonces, por ahora (ojalá consigamos una vacuna universal) hay que desarrollar cada vacuna para que reconozca el traje que diferencia a un melanoma, del cáncer de mama o del cáncer de pulmón, por ejemplo. El sistema puede ser el mismo, pero hay que hacer un diseño específico para cada tumor”, explica Mordoh.

“Hay que trabajar y que a la ciencia hay que apoyarla”.

Agrega que actualmente, están muy ocupados en dar los últimos toques para el lanzamiento que esperamos se concrete en un par de meses. Después, la idea es empezar a probar con diseños de vacunas para otros tumores difíciles de tratar.

“Cuando empezamos a trabajar en este tumor, hace treinta años, el melanoma era como el cuco de los cánceres. No había tratamientos disponibles, ni muchos conocimientos, y hoy, es una enfermedad curable. Ese es el gran adelanto. No siempre es curable, pero hay una cantidad muy importante de gente que se cura. Eso de transformar un cáncer que hace treinta años era una pesadilla, en una enfermedad a la que se le puede pelear de igual a igual, es un adelanto muy importante. Eso indica –subraya– que hay que trabajar y que a la ciencia hay que apoyarla. Que todos los conocimientos que se van acumulando en todo el mundo, al final confluyen en eso; en que una enfermedad que era incurable ahora pueda ser curable”.

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