A pesar de la presión que en un principio ejerció la embajada norteamericana y de la permeabilidad de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la provincia de Buenos Aires se sumará al uso del software GENis.
La iniciativa, es un desarrollo con capital científico, tecnológico monetario y productivo nacional, creado en 2014, y que ahora será utilizado por la Policía bonaerense.
Se trata de un programa para almacenar y comparar perfiles genéticos hallados en distintas escenas de crimen, con un financiamiento inicial de cuatro millones de pesos, pero que ya alcanza los diez millones.
El objetivo de GENIs, desarrollado por el investigador de CONICET Ariel Chernomoretz, era contribuir desde la ciencia y la tecnología en la individualización de aquellas personas que cometieran delitos como lesiones graves, homicidios y violaciones, y así lograr un mejor funcionamiento de la justicia.
GENis es producto de un consorcio público privado en el que participaron la Fundación Sadosky, la Sociedad Argentina de Genética Forense, el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina y el Consejo Federal de Política Criminal. La programación estuvo a cargo de la firma Baufest, a través de un concurso público. Además, contó con un equipo científico asesor integrado por especialistas del Instituto Leloir, la Universidad de Buenos Aires y el CONICET.
A pesar que el proyecto informático ya es usado por 15 provincias para el esclarecimiento de delitos, en su primer momento de prueba comenzó a ser usado (hasta hoy, incluso) por otro organismo de gran prestigio social y científico: el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Con la firma de la Provincia de Buenos Aires, son 14 ya las jurisdicciones que se sumaron a las actas-convenio: Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Formosa, Río Negro, San Juan, Chubut, Santa Cruz, Santiago del Estero, Misiones, Neuquén, Tucumán y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Reseteo a La Bonaerense
Con la firma del convenio entre el Ministerio de Seguridad bonaerense y la Secretaría de Ciencia, GENis será operado por Policía Científica.
En una nota de abril de 2018, el coordinador general del proyecto, financiado por el (ex) Ministerio de Ciencia y la Fundación Sadosky, Gustavo Sibilla, “En el sistema judicial argentino persiste una tasa de impunidad muy alta. Solo el 4 por ciento de las investigaciones penales deriva en condenas. Esta situación coloca en jaque al propio concepto de justicia y, en efecto, es comprensible que la confianza de los ciudadanos se vea resentida”.
Por eso ayer, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo y Lino Barañao firmaron el convenio para que la Policía bonaerense comience a utilizar el software.
Así la institución tendrá una herramienta científico tecnológica que le permitirá la identificación de muestras biológicas y perfiles de ADN recolectados en escenas del crimen para resolver casos, lo que habilita un cotejo centralizado, centrado en la privacidad de la información y la adaptación a normativas.
En su codificación participaron expertos de la Sociedad Argentina de Genética Forense, de la UBA, integrantes de la Universidad Nacional de La Plata y del Instituto Leloir entre otras instituciones constituidas en un consorcio público y privado.
Su uso estará a cargo de la Superintendencia de Policía Científica, encabezada por la ingeniera Cristina Raberta, con un laboratorio de genética forense que ya funciona en la zona de San Martín. El software tiene la ventaja de ser de código abierto, sin pago de licencias y con soporte técnico y mantenimiento a nivel local.
“En estos tres años de gestión uno de nuestros pilares que venimos sosteniendo es dotar a la Policía de herramientas que le permitan realizar sus tareas con mayor precisión”, apuntó Ritondo.
“Si no tuviéramos un sistema científico idóneo, no tendríamos esta herramienta adaptada a tiempo real a necesidades que garanticen seguridad”, agregó Barañao.
Una ministra a contramano de la ciencia y la tecnología nacional
A pesar que el programa fue creado y desarrollado en 2014 por investigadores argentinos el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich obstaculizó la aplicación de GENis, por un convenio que firmó para la compra del mismo software, a Estados Unidos.
Se trata de CoDIS (Combined DNA IndexSystem), un software creado por el FBI que cumpliría con las mismas funciones que la versión local. No obstante, “a diferencia de GENis, este es un programa cerrado cuyo código fuente es propiedad del FBI”, explicaba Sibilla.
De modo que, potencialmente, el Gobierno de EEUU tendría acceso a los datos genéticos forenses que Argentina registre. Además, adoptar una herramienta cerrada implica renunciar a que los investigadores del país tengan margen para continuar con sus desarrollos.
El inicio de la disputa entre el Ministerio de Ciencia y el de Seguridad se dio en marzo de 2016, en los días previos a la visita del presidente Barack Obama al país.
En aquel momento, Patricia Bullrich y Noah Mamet “embajador de EEUU en Argentina? firmaron el ?Acuerdo para incrementar la cooperación en la lucha contra el crimen grave”.
El convenio preveía “el intercambio automatizado de los perfiles genéticos” pero como Argentina todavía no había puesto a punto GENis, y CODis ya contaba con 20 años de trayectoria, el mandato indicaba que “una vez más” el más débil debía sumirse a las reglas del más fuerte, para cumplir con el espíritu del pacto.
“Se trata de un gran disparate lo que algunas áreas del Ministerio de Seguridad y el de Justicia impulsaron. Cayeron seducidos por el esnobismo que implica trabajar con el FBI, a pesar de sus evidentes desventajas. Aunque digan que CoDIS se emplea en 150 países, la realidad es que solo es aplicado en 44. Y si se analiza caso por caso, se advierte que de esa cifra, la gran mayoría de las naciones lo utilizan de modo experimental”, concluía Sibilla.
El conflicto se vuelve mas incomprensible cuando Mauricio Macri, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal y el entonces ministro, Lino Barañao, lanzaban el “Plan Nacional de Innovación Colectiva” que incluyó a GENis como uno de los doce puntos estratégicos a cumplirse de manera privilegiada.
