El Observatorio de Servicios Públicos de la Universidad Nacional de La Plata (OSP-UNLP) consignó que durante el año pasado, merced al congelamiento tarifario y a los programas de asistencia desplegados por el Estado Nacional, se registró un descenso en el índice que releva la pobreza y la indigencia energética en la Argentina.
En este sentido, indicó que “un hogar sufre de Pobreza Energética (PE) si, para mantener satisfactoriamente una temperatura adecuada (régimen de calefacción adecuada), requiere gastar más del 10% de sus ingresos totales en energía”, y explicó que, “si afectan al 20% de los ingresos, entonces el hogar pasa a estar en situación de Indigencia Energética (IE)”.
En función de esos parámetros, de acuerdo con el informe del observatorio de la UNLP, “en 2020, la cantidad de hogares con Pobreza Energética cayó: los deciles 2 y 3 se ubican debajo del límite inferior (10%) de los ingresos. Y de modo convergente los hogares del decil 1 tienen el mismo comportamiento: descienden y dejan de estar en condiciones de Indigencia Energética”.
Cambiemos dejó 3 millones de familias en la pobreza energética
La cifra se contrapone con los valores que dejó el período 2016-2019, cuando casi tres millones de hogares cayeron en la pobreza energética, de acuerdo con un estudio del Enargas, realizado durante los años del macrismo.
El dato corresponde al informe de Hogares en Pobreza Energética publicado por el Gobierno en el marco del Programa de Análisis y Visualización de Datos del Servicio Público de Gas por Redes “Estado del Gas”.
El mismo estudio registra que, durante la gestión Cambiemos, unos 1,4 millones quedaron bajo la línea de la indigencia energética en el último año del gobierno de Cambiemos.
El trabajo del Enargas toma como punto de partida diciembre de 2015 cuando en el país había 1.335.000 hogares en situación de pobreza energética. En 2016 se registró un crecimiento del dato del 103% interanual con lo que el número de hogares ascendió a los 2.710.000.
Indigencia energética, con Macri
Los hogares que emplean el 10% de sus ingresos al pago de los servicios energéticos, como el gas por redes y envasado o la electricidad creció menos en 2017 y en 2018 llegó a los 2.792.000 hogares.
En 2018 el panorama empeoró dando paso al surgimiento de la categoría de indigencia energética en la que cayeron 1.395.000 de hogares, el resto permaneció en el rango de la pobreza energética.
El informe de Enargas sumó que en 2019 los hogares energéticamente pobres llegaron a ser 2.849.000, con lo que marcaron un aumento del 104% respecto al año anterior. En ese período los indigentes energéticos ascendieron hasta los 1.425.000 millones, lo que implica que se agregaron 30.000 hogares.
En total se registraron 4.274.000 hogares con pobreza energética, en pocas palabras, con graves problemas para pagar las facturas del servicio.
En la comparación contra 2015 el aumento del total redondeó un 220%; es decir que 2,9 millones de hogares ingresaron a la categoría, informó el ente.
Enargas explicó los números como consecuencias de los cuadros tarifarios del macrismo a partir de 2016: ?La política económica con un claro sesgo regresivo en la distribución del ingreso y los altos índices de inflación que impactaron de lleno en el poder adquisitivo de las familias?.
A eso sumó la caída de la actividad económica, la pérdida de empleo y las ?modificaciones discrecionales y restrictivas en relación con los criterios de inclusión para el acceso a la Tarifa Social a nivel nacional que entre 2017 y 2019 implicaron una disminución del 34% de beneficiarios, es decir, 591.828 usuarias y usuarios que se vieron privados de ese derecho?.
Números progresivos, en 2020
“Esa disminución ostensible de los tres deciles está vinculada al rol de los programas de asistencia desplegados por la administración del Estado nacional y al congelamiento tarifario”, se detalló en el trabajo del Observatorio de Servicios Públicos sobre los registros 2020.
El informe del OSP estableció que “las y los argentinos tienen derecho a habitar una vivienda digna, con acceso a los servicios básicos de energía eléctrica y el gas natural, ambos necesarios para garantizar las condiciones de habitabilidad de los hogares”.
Además, el observatorio de la UNLP hizo hincapié en las estimaciones del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) sobre Pobreza Energética, las cuales muestran que aproximadamente 3 millones de hogares -alrededor de 9 millones de argentinos y argentinas- cayeron en la pobreza e indigencia energética entre los años 2016 y 2019.
“Al trazar la comparación con 2015, el incremento fue del 220%, lo que representa que desde entonces 2.939.000 hogares más entraron en esas condiciones”, señalaron.
En el documento, plantearon que “la situación de salida de ese flagelo, lo que implica una mejora para casi 9 millones de personas se da a partir de 2020 debido a las políticas aplicadas a la actual administración estatal”.
Respecto de las decisiones en materia de nuevos cuadros tarifarios tomadas por el Gobierno nacional, destacaron como “un hecho insoslayable” las recomendaciones de las auditorías efectuadas por las intervenciones del Enargas y ENRE para “declarar la nulidad de las Revisiones Tarifarias Integrales correspondientes al quinquenio 2017-2022”.
En este punto, afirmaron que las RTI llevadas a cabo durante la administración Cambiemos afectaron al conjunto de la población, pero “particularmente a los sectores ubicados en los deciles de menores ingresos, cuyo derecho a la vivienda digna, dotada de servicios públicos que posibilitan la vida, fue vulnerado con esas medidas”.