Por Rafael Yurkevich.
Los expertos consultados coinciden en general en que la inversión es hoy escasa, que sin inversión no se va a poder aspirar al desarrollo.
Salvo algunos casos en general se omite plantear que la escasa inversión está orientada básicamente a la ciencia y poco y nada a la tecnología. Nuevamente ese es un problema que necesita analizarse, mas inversión pero a a su vez mayor peso en el desarrollo de tecnologías.
No es que no se ha hecho nada, solo que lo que se ha hecho es insuficiente y debemos cuidar que la inversión creciente busque desarrollar el sistema científico en las regiones donde esto está atrasado y por otro lado que se invierta en formar tecnólogos que insertos en las distintas jurisdicciones pueden plantear desafíos tecnológicos basados en la realidad de cada región. Esto es necesario porque sino como diría mi padre estamos fritos.
Por último he advertido que en la discusión se apela permanentemente al modelo de Sábato basado en su famoso Triángulo. Sin embargo este modelo innovador en su momento hoy atrasa.
En primer lugar, atrasa porque pone en igualdad de importancia al estado (uno de los vértices) con el sistema productivo y el sistema de I+D+i (los otros vértices). En segundo lugar este modelo o visión no contempla uno de los sistemas más importantes para sostener la inversión en desarrollo: el Sistema Financiero.
Cuatro vértices
Ahora tenemos cuatro actores, el Sistema de I+D+i, el Sistema Productivo, el Sistema Financiero y el Estado. ¿Cómo representar la interacción de estos cuatro actores?
Lo primero que voy a decir es que solo uno de estos actores tiene la capacidad de generar políticas que alienten o desalienten determinadas prácticas o actividades. Es el estado. Un estado comprometido con el desarrollo, el ambiente y la innovación. (Un estado Mazzucato si se quiere).
Por lo tanto no tiene la misma funcionalidad que los otros 3. Es una especie de árbitro que en función de las leyes y las políticas públicas ordenan a los otros tres sistemas (o lo desordenan, no nos engañemos).
Es por esto que en el modelo propuesto los vértices del triángulo son el Sistema Financiero, el Sistema Productivo y el Sistema I+D+i.
Acá surge la pregunta del millón: ¿Y el Estado? El estado está en el centro de este triángulo, manteniendo cohesionados los vértices del mismo asegurando su interacción.
Parece trivial, pero pensar una ley de financiamiento con uno u otro esquema es diferente.
Por ejemplo el estado a estimulado el consumo a través de planes de pagos en cuotas a través de las Tarjetas de Crédito (Sistema Financiero), de la misma manera podría estimular inversiones en desarrollos tecnológicos a través de tasas subsidiadas, o estímulo a futuras exportaciones.
Hay que poner a los tres Sistemas a trabajar en función de los mismos objetivos. Debemos poder generar un modelo de desarrollo que nos permita incluir a todos los argentinos.
Para ello las leyes y las políticas públicas deben ir en este sentido. Superando la inequidad geográfica, estimulando el desarrollo tecnológico y manteniendo los tres sistemas mencionados alineados con el objetivo.
Rafael Yurkevic, de perfil
Rafael Yurkevich es ingeniero informático por la Universidad Tecnológica Nacional, especialista en Electromecánica. Es responsable del área de Energías Renovables de la provincia de Chaco, y ex Subsecretario de Innovación Tecnológica del cartera productiva de la provincia. Fue integrante del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia, y ex presidente de ECOM Chaco.
