El subsecretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Buenos Aires, Federico Agüero, habló de cómo ve el sistema científico y tecnológico argentino, que inició una etapa de ajuste desmedido con la gestión de gobierno de Javier Milei.
Desde diciembre, el gobierno nacional tomó la decisión de hacer funcionar todo el sistema de ciencia y tecnología (integrado por 12 organismos, 330 institutos de investigación del CONICET, y 70 universidades nacionales), con el mismo presupuesto que recibieron en 2023, algo que achica en términos reales los recursos para este año. La medida de Javier Milei deja a todo el sistema al borde del cierre de mitad de año en adelante, si se tiene en cuenta que la inflación proyectada para este año estará arriba del 250%.
Agüero se refirió a este escenario preocupante, y diferenció la gestión política en ciencia y tecnología que desde el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica provincial, a cargo de Augusto Costa, está llevando la administración de Axel Kicillof.
Periferia entrevistó al subsecretario, quien destacó el trabajo de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC-PBA), el “CONICET” bonaerense, hoy a cargo del ex ministro de Ciencia, Roberto Salvarezza y el Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA) en una provincia que representa el 50% del PBI nacional.
¿Cómo ves el escenario a nivel nacional en Ciencia y Tecnología, y cómo se reacomoda la provincia en relación con eso?
Se vieron cambios muy grandes en relación al rol que le da el gobierno nacional a la ciencia y la tecnología empezando por cómo decidieron organizar el área. Todo lo que era el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación se reorganizó en una Secretaría dentro de Jefatura de Gabinete que a su vez gestiona 3 subsecretarías y la Oficina Nacional de Contrataciones. De esas 4 dependencias una subsecretaría es la que hereda la responsabilidades y programas que antes llevaba adelante un ministerio entero. Cómo se organiza el Estado es un hecho político y en este caso hay una clara degradación, en términos institucionales, organizacionales, pero también en términos de cómo el gobierno nacional interpreta la función de Ciencia y Tecnología. Cuando uno mira las funciones de las otras subsecretarías hay un espíritu de sociedad de la información que sobrevuela todo. Esta concepción se ilusiona con racionalizar los procesos administrativos del Estado a través de una computadora, es decir, acota la ciencia y la tecnología solo a las tecnologías de la información y las comunicaciones y asume para el Estado un rol operativo como mero usuario de esas tecnologías. Esta visión además de tremendamente acotada se pelea con la idea misma de desarrollo. Cuando uno analiza cómo se desarrollaron los países que el gobierno nacional admira, todos lo hicieron con una fuerte inversión en ciencia, en desarrollo tecnológico y especialmente en las universidades. Ningún país se desarrolló desfinanciando al sector científico porque son actividades estratégicas y transversales que habilitan oportunidades sociales, productivas y económicas para todos los sectores de la sociedad y es un deber del Estado conducir ese desarrollo si lo que busca es el crecimiento económico y el bienestar social.
– CONICET y las universidades tienen el mismo presupuesto que en 2023 ¿Qué escenario creés que va a empezar a darse en la provincia por esta decisión del gobierno nacional?
Este es otro mensaje preocupante del gobierno nacional sobre la importancia que le da a la ciencia y la tecnología. El nivel de financiamiento es clave para sostener las capacidades que te permitan dar soluciones a las demandas de la sociedad, resolver problemas de las industrias, del campo, de la salud, del ambiente, de la educación, de las comunicaciones. Se está desfinanciando a las universidades, se ajusta al CONICET y también a todos los programas que llevaba adelante el MINCyT en PBA: tenemos más de 20 obras de infraestructura paralizadas y más de 191 equipamientos científicos que no sabemos si van a llegar. Por otra parte aún no tenemos noticias de cómo van a seguir los programas financiados a través del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT, que reúne a las autoridades de ciencia de todas las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) porque es un área que no quedó en ningún lado, desapareció de las competencias. El COFECyT es un espacio clave porque es el encargado de la coordinación con los Ejecutivos provinciales para diseñar políticas en ciencia y tecnología con carácter federal. Desde las provincias aún estamos a la espera de una convocatoria para conocer de primera mano cuáles son las ideas y propuestas del Gobierno, que hasta ahora parecen bastante evidentes.
A diferencia del gobierno nacional, la provincia de Buenos Aires tiene una política activa en Ciencia y Tecnología.
Federico Agüero.
– La provincia se trajo a una figura de peso con Salvarezza en la Comisión de Investigaciones Científicas bonaerense (CIC-PBA) ¿Qué le va a aportar su experiencia a la provincia?
La incorporación de Roberto es una gran noticia para la provincia porque jerarquiza el rol de la CIC, le da volumen político a la gestión de ciencia y tecnología local y es una prueba más del compromiso de Axel con el sector y la importancia que tiene para la gestión provincial la investigación científica y el desarrollo tecnológico. La CIC-PBA está en un proceso sostenido de recuperación que arranca con Carlos Naón y Alejandro Villar y ahora con Roberto Salvarezza. En diciembre de 2019 asumimos con una CIC muy maltratada que había sufrido el desgobierno y desfinanciamiento implementado por la ex gobernadora, María Eugenia Vidal. No tenía capacidad de gestión ni objetivos claros, y logramos darle impulso, resignificarla políticamente y darle un rol activo dentro del gobierno provincial y hacia la sociedad. Hoy en día se ampliaron los programas con universidades, se articularon sus capacidades con otros organismos provinciales que requieren de especialistas, como las chacras experimentales y los hospitales por dar algunos ejemplos, y también se definieron desde el gobierno provincial áreas estratégicas que le permitan a la CIC orientar sus capacidades y construir redes de investigación para atender problemáticas productivas, ambientales y sociales. Algunos de los sectores son el desarrollo de tecnología para maquinaria agrícola, para la industria pesquera, equipamiento médico, aplicaciones de inteligencia artificial y comunicaciones, eficiencia energética y energías renovables y los observatorios del territorio, entre otros.
Esta política orientada empieza a mostrar sus resultados, uno de ellos es el nuevo Centro de Energías Renovables de la CIC que se está construyendo en el predio de Gonnet, en un proyecto conjunto entre los ministerios provinciales de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica y el de Infraestructura a través de la Subsecretaría de Energía. Es el primero que se construye en 40 años en ese predio y será un espacio de investigación y demostración de nuevas tecnologías aplicadas a energía solar, eólica, geotérmica, del que van a participar investigadores y empresas del sector. A diferencia del gobierno nacional, la provincia de Buenos Aires tiene políticas activas en Ciencia y Tecnología.
Roberto viene con mucha experiencia y con mucho empuje para seguir construyendo en este camino y para jerarquizar el rol de la CIC-PBA como organismo central de ciencia y tecnología de la provincia de Buenos Aires.
– ¿En la provincia de Buenos Aires ya evalúan acuerdos en Ciencia y Tecnología con otras provincias, o siempre es clave la intermediación de Nación?
La provincia está en contacto con otras provincias, trabajando en agendas conjuntas, fruto de las articulaciones que se dieron en el COFECyT en los últimos años. Estamos discutiendo con pares de otras provincias cómo aprovechar las capacidades que tiene la provincia en Ciencia y Tecnología, que concentra el 30% del sector, y el 50% de capacidades productivas a nivel nacional para resolver problemáticas de otras provincias y para fortalecer sus sectores científicos. Obviamente se pueden encontrar problemáticas comunes y áreas de cooperación pero se necesita un estado nacional presente con políticas activas de desarrollo para poder avanzar en estos proyectos federales. Para nosotros, un camino de desarrollo nacional y federal basado en ciencia y tecnología se tiene que dar en base a las capacidades existentes con una política activa de transferencia y desarrollo de capacidades en las otras provincias para construir un sendero de desarrollo federal con igualdad y oportunidades.
– Además, antes está el tema de la coparticipación como escenario macro que abrió frentes en todas las provincias…
Esto lo dejó muy claro nuestro gobernador, la provincia aporta mucho más de lo que recibe y eso impacta directamente en la calidad de vida de la gente. La decisión del gobierno nacional de dejar de enviarles a las provincias los fondos que les corresponden, sumado a la cancelación de los proyectos de creación de universidades no son contra el gobierno provincial, son contra el pueblo bonaerense. Parece que para el gobierno nacional está mal que los chicos y chicas estudien y progresen. No se entienden estas medidas si a la vez defendés una idea de progreso y desarrollo. El proyecto libertario no deja de ser un proyecto neoliberal de ajuste que deja sin recursos al CONICET, a la provincia y las universidades y va en contra de lo que votó la gran mayoría de los y las bonaerenses, que es un modelo productivo con inclusión, con la ciencia y la tecnología como base para resolver las problemáticas y demandas sociales.
Las políticas implementadas en la provincia son posibles gracias a la visión de nuestro gobernador Axel Kicillof y el rol central que le da a la ciencia y la tecnología. Esta visión se materializa en las políticas de ciencia y tecnología que se implementan desde el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica a cargo de Augusto Costa, que implican por un lado fortalecer las capacidades de la CIC y, por otro, promover la articulación del sector científico con el sector productivo a través del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA), que financia proyectos de desarrollo tecnológico que den solución a problemas de las pymes y cooperativas industriales de la provincia, y que en 2024 va a tener su 3° convocatoria que vamos a lanzar en las próximas semanas.
A través del FITBA ya tenemos 118 proyectos en ejecución: 55 proyectos de la convocatoria 2022 que están finalizando con resultados muy interesantes, que demuestran la capacidad del sector científico y la calidad de la innovación bonaerense, y 63 proyectos de la convocatoria 2023 que recibieron los fondos en febrero de este año y están iniciando sus actividades.
Frente a la desidia nacional, desde la provincia apostamos al desarrollo productivo y social basado en la ciencia y tecnología con una visión estratégica y políticas activas. La provincia es el motor productivo de la Argentina y dejarla sin recursos es atacar directamente a la industria nacional. Los desafíos de la provincia de Buenos Aires son grandes; es resiliente, pero necesita de condiciones macro y de un Estado Nacional presente para fortalecer sus capacidades industriales y transitar un sendero de desarrollo con más oportunidades para las y los bonaerenses.
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