El director ejecutivo de la empresa biotecnológica rosarina, Terragene, Esteban Lombardía, sostuvo que la Argentina “tiene capacidad de liderar proyectos biotecnológicos en toda la región incluso con alcance mundial”, y consideró que los últimos desarrollos científico tecnológicos locales representan “un buen inicio para tener una marca país en salud”.
“En salud no hay un reconocimiento de la marca país como en el agro, pero es un buen inicio. Tenemos capacidad de ir al mundo y hacerlo con valor agregado”, señaló Lombardía a Télam, al tiempo que destacó que la industria biotecnológica puede “mejorar el ingreso de divisas y la generación de empleo”.
Terragene anunció la semana pasada su plan de inversión por unos US$ 26,5 millones, que contempla la generación de 250 puestos de trabajo, que se sumarán a los 400 empleos que la empresa tiene en su planta santafesina de Alvear.
Lombardía aseguró que “el sector financiero está mucho más abierto a evaluar proyectos biotecnológicos, que son de alto riesgo, y apoyarlos”, en diálogo con Télam, y sostuvo que “producto de la necesidad del país, cuando llega la pandemia, Argentina no tenía fabricación local de hisopos”.
El titular de Terragene destacó que “en menos de cinco meses tuvimos productos habilitados por Anmat y producción estable. Ya superamos el millón de hisopos producidos. La inversión hasta ahora es de US$ 1 millón”.
En tal sentido, aseveró que el de Terragene “es un proyecto que lo pensamos no sólo para abastecer la coyuntura de pandemia y el mercado doméstico sino también poder exportar. Identificamos que muchos países de la región, incluso Brasil, no tienen fabricación propia, entonces la idea es seguir invirtiendo en esa línea y logar mayores volúmenes y poder exportar”.
A nivel nacional, Lombardía sostuvo que “hemos visto un gran avance en todos los niveles y áreas involucradas en biotecnología, en el sistema científico tecnológico, y en los sistemas educativos. Y muy especialmente en el sector privado y también en el financiero que está mucho más abierto a evaluar proyectos biotecnológicos, que son de alto riesgo, y apoyarlos. Todo lo que es biotecnología requiere de una inversión de capital muy especializada porque son proyectos de alto riesgo, con alta chance de fracaso”.
“El sector privado, no obstante, acompaña muchos proyectos del sector científico tecnológico. Hay mayor interés por entender y sumarse a este tipo de proyectos. En cuanto a las capacidades, Argentina tiene mucho potencial para explotar y sacarle el jugo. En Rosario, especialmente, estamos en el centro del agro, y la biotecnología puede generar grandes cambios y mucho valor agregado en la producción de alimentos. Pero también hay recursos humanos que permiten ser competitivos porque tienen un buen nivel. El Conicet sigue teniendo la posibilidad de preparar recursos humanos altamente calificados que permitan pensar en proyectos ambiciosos y de amplio espectro, de alimentos pero también en el sector de la salud”, dijo.
Así, sostuvo que “no hay duda de que Argentina tiene capacidad de liderar proyectos biotecnológicos en toda la región incluso con alcance mundial. La biotecnología no se desarrolla pensando en el mercado doméstico o para resolver una situación particular, sino de manera global”.
“Argentina tiene la capacidad de liderar en la región y Latinoamérica, pero también que sus desarrollos trasciendan más allá sin ningún problema. Para eso es preciso alinearnos y dejar de discutir si la ciencia puede o no. La pandemia demostró que la ciencia puede resolver problemas de la humanidad”, concluyó.