La situación presupuestaria del CONICET alcanzó su punto más álgido cuando cinco de los ocho integrantes del Directorio del organismo salieron a reclamar por la asfixia presupuestaria que vive el sistema científico.
Uno de los firmantes del documento en el que alertan al gobierno nacional por la grave coyuntura de recursos es Francisco Tamarit, ex rector de la Universidad de Córdoba (UNC).
Tamarit además representa a las universidades en el Directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
¿Qué impacto tendrá la decisión de CONICET de no financiar reuniones científicas y tecnológicas en 2019?
Es una medida muy triste y lamentable que tomamos pero es que al día de hoy no tenemos la certeza que se vaya contar con esos fondos. Vamos a tener un déficit muy grande en los gastos de funcionamiento, infraestructura científica, servicios, insumos y promover acciones científicas y tecnológicas para 2019.
¿Para qué son específicamente esos fondos?
Estos no son fondos para que la gente vaya a Congresos sino para que instituciones de CONICET financien Congresos en Argentina. Va a faltar plata para financiar con subsidios la participación de investigadores en Congresos.
¿Y el gobierno nacional que respuestas ofrece ante esta situación presupuestaria?
Lo que más preocupa es el doble discurso con el que mientras te recortan el presupuesto, en paralelo, te dicen que es el gobierno que más prioriza la ciencia y la tecnología. El gasto que implica el sector científico para el Estado es minúsculo. Para 2019 tenemos un decrecimiento en términos nominales de los recursos para infraestructura e insumos.
¿Cómo impacta en los laboratorios esta coyuntura económica y cuanto se necesita para funcionar con normalidad?
Un laboratorio científico tiene muchos requerimientos de insumos, internet, luz, gas. Podríamos pagar estos encuentros y eventos científicos y repartir dinero para pagar insumos con lo que el gobierno gasta en medio día en intereses de la Deuda. Con medio día de pago de intereses de la Deuda resolvemos el problema. Queremos que la ciencia y la tecnología sea una política de Estado, no es un bien suntuoso o prescindible. El gobierno no termina de entender que la ciencia, la técnica y la educación son instrumentos para la promoción de la calidad de vida de la población.