Periferia

25 de Febrero de 2021

Claudia Bernazza: “Una ley se agiliza enormemente cuando hay voluntad política, y este es el caso”

Periferia entrevistó a la diputada que impulsó la iniciativa, convertida en ley, que propone cuadruplicar la inversión pública en ciencia y tecnología para la próxima década.

A horas de haber sido convertido en ley en el Senado el proyecto de financiamiento del Sistema de Ciencia y Tecnología, que propone multiplicar por cuatro la inversión estatal para los próximos once años, Periferia entrevistó a Claudia Bernazza, una de las diputadas que impulsó la iniciativa surgida en la Comisión de Ciencia y Tecnología de la cámara baja.  

La ley pauta el escalonamiento progresivo de la inversión que el Estado realiza anualmente en la Función Ciencia y Técnica del Presupuesto nacional, con base en el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). 

La Función Ciencia y Técnica se encuentra integrada en la Finalidad “Servicios Sociales”, del Presupuesto Nacional, y engloba a 17 organismos científicos y tecnológicos, distribuidos en nueve ministerios.           

Hoy el Estado invierte el 0,28% en ese ítem, y la ley plantea llevarlo hasta el 1% en el año 2032, algo que convertirá a la Argentina en el segundo país de América Latina en alcanzar ese valor, detrás de Brasil. Durante su mejor época la inversión pública en ciencia y tecnología alcanzó el 0,35% del PBI. 

En si, la norma hará que el país culmine el 2032 multiplicando por cuatro la inversión pública de esos organismos científicos y tecnológicos, entre los que se encuentra el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el propio Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MinCyT). 

Esos 17 organismos son una parte (la mitad) del total de lo que representa el sector de ciencia y tecnología nacional. Es decir que la Función Ciencia y Técnica representa aproximadamente el 50% de toda la inversión de ciencia y técnica que hace la Argentina.            

En ese espectro más amplio, que esta ley no alcanza (pero si impacta), está la inversión que realizan las empresas privadas, por ejemplo, y los cargos de dedicación exclusiva de las universidades.             
            
Entre otros de los puntos destacados de la nueva ley está declarar de interés nacional el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (art.1); Financiamiento Progresivo: el objetivo es comenzar el 2021 con el 0,28% para alcanzar en 2032 el 1% del PBI; progresividad y planificación para un proyecto nacional de desarrollo, generar exportaciones, divisas y nuevos empleos de calidad (arts. 2, 3 y 5); desarrollo federal de un sistema de ciencia y tecnología que tienda a la reducción de las asimetrías entre regiones y a la consolidación y crecimiento de los sistemas provinciales con participación del COFECYT (arts. 3 y 8); y propiciar la igualdad real y efectiva de género en todos los niveles y ámbitos del sistema científico (art. 3).   

Periferia: Cuando presentaste el proyecto a principios de 2020, ¿imaginabas que se iba a convertir en ley, en menos de un año? 

Claudia Bernazza: Mi experiencia como legisladora me demuestra que muchas leyes quedan en el camino porque la tarea legislativa es de debate y acuerdos, pero en este caso estamos ante la enorme voluntad política de todos los sectores, del Poder Ejecutivo, de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que en su carácter de presidenta del Senado, estoy segura que agilizó el tratamiento en comisiones, porque es una convencida de que esta ley es necesaria, porque siempre apostó a la ciencia y la tecnología. También, en la cámara de Diputados, contamos con todo el capital que supone tener de ministro a Roberto Salvarezza, que conoce la tarea legislativa y que conocía el valor de esta ley, y que nos acompañó permanentemente en los diálogos con su cartera, para que la ley acompañe las políticas científicas del ministerio, como con la cartera de Hacienda, importante para que nosotros generáramos una redacción realista y posible de ser aprobada por la comisión de Presupuesto. Una ley tarda en salir, pero se agiliza enormemente cuando hay voluntad política, y este es el caso. 

P.: En los últimos cuatro años se presentaron cuatro proyectos de financiamiento del sistema de ciencia y tecnología, los tres avanzaron por el impulso del peronismo ¿Cuál es tu lectura política?  

C.B.: Tanto el proyecto de Omar Perotti como el de Wado De Pedro y Daniela Castro fueron proyectos muy importantes porque ya recogían una cantidad de discusiones y debates de la comunidad científica y tecnológica, aunque durmieron el sueño de los justos porque se encontraron con un período de reducción del Estado, con un gobierno que cerró el Ministerio de Ciencia y Tecnología y bajó el presupuesto en este rubro, por lo que sus proyectos iban a contrapelo de un Gobierno que puso en marcha un verdadero ajuste del Estado; Hoy estamos en un contexto de un gobierno nacional y popular que apuesta a la ciencia y la tecnología y eso juega a favor del proyecto, lo mismo que es importante que quien es hoy presidenta del Senado es quien crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología y jerarquizó, con una cantidad de acciones, a la ciencia y la tecnología con el programa de repatriación de científicos, la puesta en valor de laboratorios, la creación de universidades; pero, por otro lado, la pandemia abrió una ventana de oportunidad porque puso en valor el rol de la investigación científica, y ese valor fue siempre expresado por el presidente, Alberto Fernández, que además invirtió en laboratorios, en infraestructura, en las universidades del conurbano que mostraron su enorme calidad científica a la hora de pensar instrumentos y estrategias para combatir la pandemia. Como decía el diputado Karim Alube Sbodio (FdT), somos una sociedad que, a través de la ciencia y la tecnología, nos rebelamos contra nuestro destino de exportadores de materias primas. 

P.: Brasil invierte el 1,25% de sus recursos en ciencia y técnica y lo sigue haciendo a pesar del giro político de sus gobiernos ¿En Argentina, alcanza una ley o falta consolidar otras estructuras para que esta inversión se sostenga en el tiempo?  

C.B.: Es un conjunto de instrumentos legales y normativos, lo que se necesita, y un conjunto de políticas públicas lo que conforma un sistema de decisiones para la promoción científica. De hecho, nosotros contamos con una ley de Ciencia (25.467) que organizó el sistema público argentino y esta ley viene a complementar esa ley, viene a robustecerla, poniendo un piso de presupuesto, viene a poner en valor los sistemas científicos provinciales, y viene a poner en valor enfoques, de derechos humanos, de género, con un foco particular en la remuneración de los trabajadores y trabajadoras de la ciencia, pero esta ley sola no le da fortaleza al sistema por si sola. Al sistema le da fortaleza tener un ministerio, tener un ministro como Roberto Salvarezza, tener un planificador científico como Diego Hurtado, tener a Ana Franchi al frente del CONICET. Se necesitan liderazgos que militen la ciencia y una voluntad política que tenga en su cabeza un modelo de desarrollo autónomo, con soberanía tecnológica, que no dependa siempre de insumos externos, por lo que producir ciencia y tecnología propia es un gesto de soberanía que no deja de ser un gesto de rebeldía. 

P.: La oposición actual reúne fuerzas para pensar en la posibilidad de que vuelvan a administrar nuevamente el destino político de Argentina ¿Ves en sus dirigentes condiciones para continuar un proyecto político de esta naturaleza?   

C.B.: La experiencia que tengo es el diálogo que tuvimos al interior de la Comisión de Ciencia y Tecnología, yo pongo en valor lo que fue la conducción de esa comisión por parte del legislador José Luis Riccardo, como dialogamos, como pudimos acordar, como se invitó a referentes de la ciencia y la tecnología a opinar, la verdad que para mi fue una relación virtuosa, aunque sea evidente que tenemos diferentes modelos de país en la cabeza. Ojalá en otros temas uno tuviera el mismo diálogo que tuvimos aquí. Sin embargo, es una fuerza, la opositora, que me resulta contradictoria, porque son los mismos que cerró un ministerio, el de Ciencia y Tecnología y porque durante el debate hubo muchas ausencias en el recinto (en Diputados), y me pareció que no le daban suficiente importancia al trabajo de su propio colega, José Luis Riccardo. Ahora todos aprendemos, crecemos, todos podemos cambiar de opinión, bienvenido que esta fuerza política, hoy, quiera fortalecer a la ciencia.  

P.: ¿Hay un cambio del peso social del Congreso durante los últimos años o Argentina continúa siguiendo la línea fuerte del presidencialismo? 

C.B.: Los estados son hijos de la Historia. Se llega a un modelo presidencialista o parlamentarista a lo largo de la Historia. Aún en este modelo previsto por la Constitución, de corte presidencialista, en términos de las ciencias políticas, el parlamento ha tomado muchísima relevancia y en tiempos de pandemia ha sido un actor protagónico. Este parlamento tiene muchísimas propuestas referidas a cambios y transformaciones de fondo, tanto de Senadores como de Diputados, y tanto del oficialismo como de la oposición. En este sentido, la decisión de la presidencia de la Comisión de Ciencia de la cámara de Diputados, en acuerdo conmigo, como vicepresidenta, de tomar un proyecto de ley central para el sistema científico, le da una enorme relevancia al trabajo en comisiones y en la cámara de diputados, y creo que estuvimos a la altura de los acontecimientos. El valor del Congreso lo da su propio accionar, los liderazgos y la voluntad política que lo pone como actor principal. Ahora, es central el diálogo con el Ejecutivo, que por eso este proyecto estuvo en sesiones extraordinarias, pero ha habido correcciones desde el parlamento a proyectos desde el Ejecutivo, aún desde el oficialismo. Habría que salir de la idea de que el Congreso es una escribanía que sólo elabora beneplácitos.  

P.: ¿Que rol jugó la comunicación durante el avance del proyecto? 

C.B.: Hoy el parlamento creció en protagonismo, con la ayuda de canales de televisión y redes, en el Senado y en Diputados. Sin embargo, lamento muchísmo que esta ley no esté en las primeras planas de los principales medios del país. Hay un cerco mediático que trae muchísimos problemas para nuestro avance en materia de ciencia, tecnología e innovación porque uno espera que el gran público se enterara de esta enorme novedad para la sociedad argentina y el desarrollo nacional. Me gustaría que este tema apareciera con mas contindencia en los medios nacionales. 

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