Periferia

15 de Junio de 2021

Santa Fe: La UNR estudia los usos de suelos y la erosión hídrica con drones y satélites

Es un proyecto interdisciplinario de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario para analizar las condiciones de territorios agrícolas y urbanos mediante sensores térmicos.

Un proyecto interdisciplinario de investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) utiliza información de drones y satélites para estudiar la erosión hídrica y el uso de los suelos en la región, justamente a casi un año del desastre ambiental ocasionado por la actividad agropecuaria en los humedales del Delta del Paraná. 

Uno de los pilares del trabajo es el Programa de Desarrollo de Drones que se desarrolla en el Centro de Estudios Interdisciplinarios de la UNR que concentra líneas de trabajo sobre desarrollo de aeronaves, a cargo de profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura y el desarrollo de aplicaciones como  cámaras montadas en drones para relevar desde condiciones de recursos naturales (humedales, bosques, superficies forestadas) hasta relevamientos agrícolas y urbanos.  

Los sensores térmicos pueden diagnosticar el estado de mantenimiento de infraestructura ingenieril (puentes, tendidos de alta tensión, etc.). El investigador Néstor Di Leo, explicó que “la cantidad de aplicaciones de los drones con distintas cargas útiles es muy grande y excede el ámbito de las ciencias agropecuarias”. 

Del proyecto participan además profesionales que se encargan del desarrollo normativo, la parte legal que está en manos de abogados de la Facultad de Derecho y la capacitación en el pilotaje de drones. “Aunque parezca un juguete operado desde tierra, estamos hablando de un artefacto de aproximadamente 1,5 kg que puede generar un accidente de magnitudes importantes en el espacio aéreo”. 

“Esto que estamos haciendo intenta dar soporte y prestar servicios a empresas e instituciones de la región por caso Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, áreas de distintas reparticiones de la Municipalidad de Rosario, empresas locales como Transener, etc. Hay distintas líneas de trabajo a nivel ya de prestación de servicios y generación de soluciones a medida”, explicó Di Leo y sostuvo, en diálogo con Rosario3, y agregó que “no es que el sensoramiento remoto satelital haya perdido terreno frente al dron. El dron le sumó aplicaciones de mucho detalle que con el satélite no se pueden cubrir. O sea que la teledetección satelital sigue estando vigente, pero el dron sumó otra cantidad de aplicaciones”. 

Di Leo explicó que el dron también cubre relevamientos que antes se hacían in situ a nivel de percepción sensorial individual. Por ejemplo, para inspeccionar líneas de alta tensión. Ahora se puede enviar un dron que transmite imágenes y hay un intérprete en una oficina que es quien detecta las fallas siempre ayudado por software.  

El investigador sostuvo que existen áreas como la seguridad pública, para lo que Di Leo destacó el control que se tiene sobre un dron es mayor que sobre un satélite. 

“Sí. El satélite tiene una órbita prefijada y uno no puede alterar la temporalidad de esa órbita. En algunos tipos de satélite se puede pero tiene costos que son bastante altos. En el caso del dron, el aparato va con uno y uno lo vuela en función de la demanda de información que tenga. Desde ese punto de vista es muy flexible”, aseguró. 

Di Leo explicó que “estamos bastante avocados a lo que es control de erosión hídrica, la cual es la segunda causa de la erosión del suelo a nivel mundial. Esta cuestión está muy presente en la zona de influencia de la UNR ya que tenemos las cuencas del Carcarañá, Ludueña, Saladillo y Pavón, todos arroyos que terminan en el Paraná”.  

“Estamos en la pampa ondulada y si el suelo es ondulado tiene pendiente y peligro de erosión hídrica. En esta línea de trabajo investigamos cuestiones de diagnóstico y también tecnologías para solucionar el problema, la cual es otra línea de desarrollo. Tal vez esta línea no es tan atractiva visualmente pero es importante estratégicamente desde muchos puntos de vista a nivel zonal”, dijo Di Leo. 

Hablar de suelo nos lleva a varios temas conectados: humedales, desarrollos inmobiliarios. Cuestiones que plantean problemáticas de vieja data con poca toma de conciencia. 

Así mismo, el estudio abarca el equilibrio en el uso del suelo en el sector agrícola buscando conservar las características hidrológicas frente a la alternativa del monocultivo y la agricultura intensiva. “El monocultivo de soja baja los niveles de materia orgánica, eso hace que el suelo se compacte. El suelo funciona como una esponja, si está compactado absorbe menos y el agua escurre lo cual incrementa la torrencialidad. Si encima incrementamos la superficie construida con estructuras de cemento (veredas, calles, techos de casas) todo empeora”, concluyó Di Leo. 

¡Sumate a la Comunidad de Periferia!

Periferia Ciencia se sostiene fundamentalmente gracias a una comunidad de lectores que todos los meses, de acuerdo a sus posibilidades, hacen su aporte. ¿Querés que exista un medio como Periferia?