Un equipo de científicos mexicanos se orientó en la indagación de los patrones sociales de conducta y alimentación que originan las causas del aumento reciente de la obesidad en niños.
México ha reportado en el año 2016 una prevalencia combinada de obesidad y sobrepeso del 33,2% en niños.
Así lo refleja un estudio realizado por investigadores mexicanos que fue publicado por la revista de nutrición hospitalaria de ese país.
La investigación, titulada “Situación actual de la obesidad infantil en México”, fue realizada por Ayleda Pérez Herrera, investigadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), y apunta a los factores sociales que intervienen en la enfermedad.
“El objetivo de este trabajo fue hacer una revisión bibliográfica de los factores asociados a la obesidad en niños mexicanos, como factores genéticos, patrones de alimentación, sedentarismo y microbiota intestinal”, revela el trabajo.
Aumento del riesgo de padecer insulina
“Se encontró que en niños mexicanos existe la presencia de SNP en genes como MC4R, FTO y ADRB1, asociados a la obesidad, y que el polimorfismo PON1-1921 incrementa el riesgo de padecer resistencia a la insulina.
Por otro lado, la variante del gen ADIPOR2 (rs11061971) protege a los niños mexicanos contra la obesidad, al tiempo que un mayor número de copias del gen AMY fue encontrada en niños con peso normal” adelanta el estudio.
“La evidencia del número de copias es de gran importancia, ya que la dieta actual del mexicano es rica en carbohidratos y grasas, origen de una transición nutricional que incluye actividades sedentarias y un alto consumo de bebidas azucaradas”.
Hábitos y consumos
El consumo de determinados alimentos provoca cambios importantes en la microbiota intestinal que contribuyen al desarrollo de la obesidad y la resistencia a la insulina.
El informe de la investigadora mexicana revela que “se ha encontrado que niños mexicanos con obesidad presentan mayor abundancia de bacterias del phylum Firmicutes y de la especie B.eggerhii”.
Un problema que excede la genética
“Al ser tan diverso el tema de obesidad, es indispensable diversificar el tratamiento en el que se involucren autoridades gubernamentales, padres de familia e instancias sanitarias, así como reforzar temas de nutrición y alimentación saludable en la educación primaria del país para revertir las cifras y prevenir el desarrollo de otras patologías en los niños mexicanos”, sugiere el informe.
Muchos años en problemas
El problema de la morbilidad atraviesa a la sociedad mexicana desde hace años. “Hace diez años, en México, el costo directo e indirecto del sobrepeso y la obesidad fue de 67.345 millones de pesos mexicanos”, explica el estudio.
La obesidad se define de manera general como una enfermedad crónica, compleja y multifactorial desfavorable para la salud, caracterizada por un aumento excesivo de grasa corporal.
Se presenta cuando hay un desequilibrio entre la ingesta energética y el gasto calórico que involucra factores genéticos y ambientales.
Otros impactos en la salud
Además, esta condición favorece el desarrollo de complicaciones metabólicas como hiperglicemia, hipertrigliceridemia, bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) e hipertensión (3).
“Se estima que, en México, el 6%, 28% y 62% de los casos de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, respectivamente, son atribuibles a factores de riesgo dietético (baja ingesta de frutas, vegetales, leche y alimentos del mar e incremento de la ingesta de carne roja, carnes procesadas y bebidas edulcoradas)”, detalla el trabajo.
A pesar de que los factores ambientales (hábitos de alimentación y sedentarismo) pueden explicar de manera global el incremento en la prevalencia de obesidad, la variación individual del índice de masa corporal (IMC) en relación a los factores hereditarios influye entre un 40 y un 70% sobre la prevalencia de obesidad.
El estudio combina los factores sociales asociados al impacto en la salud de la población.