La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, encargada del saneamiento y control ambiental del cuerpo de agua en el que se emplazan unas cinco mil industrias y habitan seis millones de personas, anunció el avance en la mega-obra “Sistema Riachuelo”.
La obra es llevada adelante por Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), y desde la entidad pública estiman que la obra puede estar finalizada a fines de 2022.
Se trata de la obra de infraestructura más importante contemplada en el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) del organismo, y permitirá el redireccionamiento de dos millones de metros cúbicos diarios de líquidos cloacales, que hoy son vertidos desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desde municipios de la provincia, a la cuenca.
La obra consta de la recolección, tratamiento y el transporte de más de 2 millones de metros cúbicos de líquidos cloacales por día provenientes de los dos distritos.
Periferia dialogó con Bruno De Alto, Director General Ambiental de ACUMAR, quien explicó que “la contaminación de la cuenca es de origen industrial, cloacal y de residuos urbanos sólidos que terminan en el espejo de agua, los tres tienen tratamientos e impactos diferenciales”, y agregó que “el residuo cloacal tiene un gran problema que es la pronta eliminación del oxígeno, el agua se queda sin oxígeno”.
De Alto explicó que “el gran contaminante de la cuenca Matanza-Riachuelo son los residuos cloacales, y para evitarlo se requieren obras de infraestructura que ACUMAR no hace, sino que nosotros articulamos, en este caso con lo que hace AySA y lo que hace ABSA (Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima)”.
El Director General Ambiental de ACUMAR se refirió a la obra, y aseguró que “es una gran obra cloacal que está haciendo AySA que atraviesa la ciudad de Buenos Aires por debajo a unos cuantos metros de la superficie y termina cruzando el riachuelo hasta Dock Sud en la planta de tratamiento, unos doce kilómetros río adentro”, y agregó que “un montón de estos residuos que hoy van al riachuelo mañana van a estar tratados y volcados sin afectar a la población de más de cuatro millones de habitantes”.
“Es una gran obra que estuvo demorada por la falta de inversión del gobierno anterior, y calculamos que para medidados de 2022 estará inaugurada”, dijo De Alto.
Se trata de un proyecto de ingeniería sanitaria que mejorará la prestación del servicio de desagües cloacales de la Cuenca evitando la contaminación del Riachuelo y beneficiará a más de 4 millones de habitantes.
El diseño consta de tres tramos: el primero y el tercero ?cuya finalización está prevista para este año- son financiados por Banco Mundial y están a cargo de una Unidad Ejecutora de ACUMAR, mientras que el segundo tramo es financiado por el Estado Nacional.
El primer tramo es el Colector Margen Izquierda, al que arribarán las cloacas máximas y pluviales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que ya registra un avance del 91%; el segundo es la Planta de Pretratamiento de líquidos de Dock Sud, construido en un 26%; y, por último, un emisario subfluvial de 12 kilómetros, cuyo túnel ya está finalizado y su sistema interno de difusores y rosetas registran una ejecución del 100% y 70%, respectivamente.
Esta mega obra brindará soluciones integrales de capacidad y calidad de prestación del servicio en el área de concesión de AySA, al tiempo que generará beneficios en términos de salud pública, ambiente y desarrollo social.
El Sistema Riachuelo genera más de 1500 puestos de trabajo, cuenta con una inversión de 1.200 millones de dólares provenientes del Banco Mundial, a través del préstamo BIRF 7706-AR y 9008-AR, y del Poder Ejecutivo Nacional. El Colector Margen Izquierda y el emisario subfluvial son financiados por el Banco Mundial, conformando una Unidad Ejecutora en ACUMAR que coordina los créditos y siendo AySA la encargada de la obra.
El Colector comprende más de 30 kilómetros de túneles que recolectarán los desagües cloacales a lo largo de la margen izquierda del Riachuelo y los transportarán hasta la planta de Dock Sud. Allí se encuentra la conexión con el conducto subfluvial, un túnel que irá por debajo del Río de la Plata, que transportará los efluentes tratados para luego volcarlos a 12 kilómetros de la costa, completando el proceso de depuración y evitando la contaminación del Riachuelo por efluentes cloacales.