La autora del proyecto para crear una Agencia de Ciencia y Tecnología en la Ciudad de Buenos Aires, Lucía Cámpora, se refirió a la iniciativa presentada la semana pasada en la Legislatura porteña.
El proyecto apunta a generar una estructura autónoma que convoque a científicos y científicas y organismos e institutos y universidades emplazadas en la ciudad a generar proyectos que resuelvan demandas locales, al igual que lo están haciendo otras provincias como Mendoza, Neuquén, La Rioja, Chaco, Formosa, Chubut y San Juan.
“La ciudad de Buenos Aires tiene un enorme potencial en materia de ciencia y tecnología, es la segunda jurisdicción en cantidad de universidades tanto públicas como privadas”, aseguró Lucía Cámpora (FdT).
Es más, la ciudad (con 9 investigadores cada mil habitantes), desde 2007 tiene la Ley 2.511, que establece la obligatoriedad de destinar el 1% del presupuesto porteño al sector de ciencia y tecnología, per, con la gestión Cambiemos esa cifra jamás pasó del 0,002%.
Otros datos para destacar son que, por relevancia política, la ciencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires está gestionada apenas por una Dirección, el rango más bajo (después de Ministerio y Secretaría) en términos de jerarquía política.
Por ejemplo, la provincia de Catamarca, 8 veces menor en cantidad de población e investigadores cada mil habitantes, decidió jerarquizar el área convirtiendola en Ministerio.
Esto implica que las problemáticas vinculadas con la ciencia y la tecnología tienen menos posibilidades de introducirse en la agenda de la jefatura de gabinete del Gobierno de la ciudad, por la magnitud y el peso que representa el área en la estructura general del Estado.
Para tener una idea, la Dirección General de Actividades Científicas y Tecnológicas de la CABA, hoy conducida por Federico Saravia (un hombre de Lousteau, proveniente de la Universidad de Buenos Aires), ejecutó, en 2014, un presupuesto de $490 mil pesos.
“La ciudad tiene un altísimo índice de profesionales por habitante y es una locura que no tenga una institución para apoyar, fomentar, acompañar y potenciar la investigación científica”, dijo Cámpora.
Los ejes de la iniciativa
La propuesta de la legisladora del Frente de Todos, que tiene apoyo del bloque de legisladores de la oposición consiste en crear una Agencia científica y tecnológica que funcione como un ente autárquico en la órbita del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para promover y apoyar la investigación científica.
“La Agencia es una figura que, si bien está en la órbita del Poder Ejecutivo, tiene una serie de mecanismos que la dotan de autarquía”, fundamentó la legisladora, y agregó que “es un punto medio en la estructura formal y jerárquica dentro de la estructura del Poder Ejecutivo, pero también tiene incidencia la legislatura porteña” en su control y asignación de recursos.
El proyecto, además, contempla la creación de un fondo para investigación científica y que para 2023 se destine el 1% del presupuesto de la ciudad a ese fondo. “La ciudad tiene un presupuesto en condiciones de afrontar algo así”, explicó la legisladora.
“La ciencia podría aportar muchas soluciones para resolver los problemas que aquejan a los porteños y porteñas en relación al déficit habitacional y la situación de la vivienda en la ciudad, sobre equiparar las cuestiones de género, sobre garantizar derechos humanos, sobre soluciones ambientales y sobre apoyo a las PyMEs”, explicó la legisladora.
Bariloche con más presupuesto que CABA, en CyT
Lucía Cámpora se refirió al apoyo que el Ministerio de Ciencia de la Nación le dio al proyecto: “Salvarezza puso en valor el rol que hoy está teniendo la investigación científica en una situación tan extraordinaria como ésta”, explicó, y agregó que “además ponderó el potencial de la ciudad poniendo como ejemplo a Bariloche que si tiene destinado un presupuesto a la ciencia y la tecnología muchísimo mayor al que tiene la ciudad de Buenos Aires”.
En ese sentido, Cámpora consideró que “es lastimoso lo que se invierte en ciencia y tecnología local”, y remarcó que “para nosotros, en cambio, la ciencia, la tecnología y la innovación ocupa un lugar central en el proyecto que tenemos para la ciudad de Buenos Aires”.
La legisladora consideró que “el vínculo con las instituciones de educación superior es fundamental y a este proyecto lo han apoyado también los centros de estudiantes”.
“Hay una idea de que la ciencia y la investigación están lejos de los problemas y yo creo que la ciencia, las sociales y las exactas, construyen soluciones para los problemas”, dijo, y agregó que “un país que se pretenda soberano necesita una ciencia propia y necesita encontrar las soluciones a sus problemas, el inconveniente es cuando supeditamos el desarrollo científico al interés del mercado”.
En esa línea, Lucía Cámpora ponderó el rol del Estado “para poder acompañar procesos de investigación que no serían financiados por laboratorios privados, y que tienen que ser incentivados en función del interés público”.
El camino que sigue la iniciativa
El proyecto presentado por la oposición deberá ser analizado y aprobado en las Comisiones de Ciencia y Tecnología y de Presupuesto y Hacienda, antes de tener la chance de ser tratado en el recinto de la legislatura porteña.
Al ser una iniciativa de la oposición, sin aval del oficialismo, el clima es políticamente adverso, en tal sentido, y de hecho esta es la segunda vez que se presenta la iniciativa.
“Por el momento, los tiempos en la legislatura, salvo que se trate de especulación inmobiliaria, van muy lentos”, dijo Cámpora, y remarcó que “cuando son intereses del oficialismo los proyectos salen prácticamente sin debate, y cuando son este tipo de proyectos se ponen muchas trabas”.
“Ningún gobierno puede justificar que no quiera invertir y acompañar a la ciencia local, y menos en una ciudad con el potencial de Buenos Aires”, concluyó la legisladora.
